Al despertarme el siguiente día una sonrisa se asomo en mis labios, y no era para menos, estaba teniendo una semana estupenda, había conocido a chicas preciosas, una profesora sexy, había tenido mi primer orgasmo en un país nuevo y para poner la cereza al pastel hoy tocaba deportes.
Siempre he sido una persona muy deportiva, me gusta hacer futbol campo, no soy una delantera, ni una medio campista, soy nada mas y nada menos que una arquera, confio mucho en mis instintos y reflejos, y hasta ahora no me han fallado.
La mañana transcurrió normal, me duche, maquille y aliste. Hice dos bolsos, el del cambio de ropa y el de los libros. Cuando ya fueron las 8:15am salí junto a mi madre y esta vez, nos pasamos el camino hablando de trivialidades, en el último semáforo su semblante cambio y cuando se detuvo por la luz roja me miro.
¿Y anoche quien te trajo a casa? –Su mirada me daba era risa pero no quería que mi mañana se fastidiara haciéndola molestar, asi que preferí tener un semblante igual de serio
Una amiga –Digo restándole importancia
Ah... ¿y como se llama esa amiga? –Con esa pregunta no pude disimular mi típica sonrisa creida lo cual hizo que mi madre suspirara –¿Me puedes decir que te hace sonreír? Estoy hablando muy seriamente, sabes que no me importa que salgas con chicas, pero no me gusta que mientas
Me hace reir –Le miro ahora algo molesta –Si te digo que estaba con una amiga, es porque es asi
Entonces ¿Por qué no me dices su nombre? –Me dice algo exaltada
Porque no me da la gana –Pude sentir como su mano golpeo mi mejilla pero no hice ningún gesto, ninguna mueca, aunque me doliera ella no sabria eso, no le daría el placer de verme sufrir –No me busques hoy, yo voy
Y asi me baje del auto, no todo puede ser bueno, eso de que cuando la vida te sonríe mucho es porque oculta algo es verdad, Fui directo al baño para ver si me había marcado la mano, y como dije asi fue, tuve que maquillarme un poco más para cubrir lo rojo de mi mejilla, sentía una molestia muy grande en mi interior, sé que es mi culpa.
Al llegar al salón, estaba Ema con el short de deporte y una camisa que a pesar que es del colegio le quedaba muy pegada, tanto que se apreciaban sus grandes senos, no pude evitar verle mientras me mordía el labio inferior, lo cual hizo que se sonrojada y se riera por los nervios.
No me mires asi aliss –me dice tapándose el rostro súper rojo
Pero si estas buenísima Ema –digo riéndome de su reacción –Deberíamos tener deportes mas de dos veces a la semana, a ver si veo más piel tuya
Pareces un lobo buscando presa –dice Rose desde la puerta mirándome
¿No será al contrario? –digo dedicándole una corta mirada a Ema, para terminar posando mis ojos en Rose
¿Cómo asi? –Pregunta ella algo curiosa
¿No será que la presa está buscando a quien le devore? –alzo la ceja y termino poniendo mis bolsos en mi lugar
Es buena tu deductiva –dice rose sonriendo con malicia –pero eso no significa que seas tu –se acerca a Ema y deposita un beso en su cuello haciendo que la chica se sonroje mas –No se lo digo a nadie, pero viendo que eres peligrosa y estas en mi grupo no lo ocultare, no quiero problemas contigo y menos sobre mi novia
Descuida querida, si tienes problemas no va a ser con mi comportamiento –digo sentándome y sin mirarle agrego –Pero eso no significa que no tengas problemas con tu misma novia
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El cielo de tus ojos. (Lesbico)
RomanceSi lo que dicen es cierto, y uno solo se enamora una vez en la vida, no me había enamorado hasta conocerla a ella. Y es que, no solo tenia una sonrisa espectacular sino que cualquiera se ahogaba con solo intentar nadar en sus ojos azules. Me llamo...