Capítulo 9

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Garrapata atrepadora


Estoy sentada en una roca empapada de pies a cabeza por culpa de la olas quienes me atraparon con brusquedad dejándome aturdida, para variar tengo frío y no sé dónde estoy, ni si quiera tengo mi celular en mano. Les voy a relatar como fue mi día, notase el sarcasmo.

De dónde empiezo a ver...

Flashback

Al finalizar los grupos los chicos y yo estábamos afuera de la mansión por la parte trasera del patio que da dirección a la playa jugando tranquilamente normal o mejor dicho una disputa en el juego todo iba bien hasta que "alguien" se nos atraviesa en la media cancha.

—Yuju— chilla una barbie plástica agitando su mano dramáticamente acercándose hacia nosotros bueno a Alex.

—¿Mandy?— pregunta incrédulo.

—Me extrañaste— agita sus pestañas sonriéndole, claramente son postizas.

Lo único que extraña es abrir las piernas.

—¿Quién es esta?— pregunto a mi hermano, pero ella escuchó la pregunta.

—Esta tiene nombre.

Responde mirándome con mala cara.

—Alguien te pregunto— contesto antes que diga algo respondo —Pues no, así que no te metas por donde no te llama.

Me alejo y me posiciono a lado de James. Los chicos se ríen, pero la barbirica los fulmina con la mirada.

—Eh...— se rasca la nuca —Bueno Mandy es la popular, rica, porrista que se acuesta a medio mundo.

Lo dice sin pelos en la lengua como si no le molestara.

—Lo típico, ¿Verdad?— alzo la ceja, asiente —¿No te la tirastes o sí?.

—¡No!— responde de inmediato —Es muy chillona e insoportable no la soporto, la deje en claro créeme.

—Me imagino, solo de verla así... fastidia— dije mirándola con desagrado no me fio.

—Que hacen— chilla, al parecer tiene un pito en vez de una voz normal.

—Jugando un partido de Vóley Ball— responde Natt.

—¿Y qué es eso?— pregunta.

Idiota.

—Un juego— le respondo obvia enseñando el balón entre mis manos.

—Ah... puedo jugar— chilla hacia Alex.

Antes que diga al respondo.

—Uy lo siento, pero ya estamos formados los equipos,

Trato de imitar la voz aguda de esta. Las chicos se ríen. Ella solo me fulmina la mirada.

— No exageres Leila, cedo mi turno— dijo Alex saliendo de la cancha.

— Como sea, saco yo— digo poniéndome atrás. Esto va estar bueno, doy buen saque la pelota roza la cabellera de extensiones, digo cabello.

—Casi me matas— chilló indignada.

—Prefería eso mil veces que jugar contigo.

Murmuro, igualmente todos escucharon dejaron soltar unas risas.

—Alexito mira— vuelve chillar señalándome con el dedo.

Ruedo los ojos.

—Mira mija así se juega si no te gusta puedes salir, la cancha es libre— señaló.

Al Filo del DescarrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora