Capítulo 17

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Eras tú

No fue fácil escabullirse del armario de limpieza, tuve que esperar que se largará desde mi sitio <acostada entre los utensilios de limpieza esparcida por todas partes> como pude salgo sin dejar rastro, logre llegar a tiempo a la clase de Lenguaje que me tocaba en esa hora, a duras penas pude concentrarme. Tocan el timbre avisando mi última clase del día, caminó con prisa.

—Waller— exclama Danforth entre la multitud, no quería lidiar con el justo hoy.

A regañadientes paro el andar, ojalá y no venga a reclamar sobre el incidente de antes que fue prácticamente a propósito. Él mismo se lo busco.

—Qué— contesto fría al tenerlo cerca.

—Sí que caminas como una fiera cuando te enojas— comenta sarcástico.

Lo miro con cara de desgano, suspira recuperando el aliento.

—Si te detuve fue por una razón y es está— dice extendiendo la mano.

Lo miro, es mi celular todo arreglado como nuevo. Lo cojó mirándolo verificando y asegurando que no haya visto mis mensajes, lo guardo en mis jeans traseros.

—¿Gracias?— digo insegura —Ya te puedes ir.

Me alejo unos pasos dispuesta a ir a mi siguiente clase.

—Espera—me detiene cogiéndome el brazo derecho para que no me vaya.

—¿Qué?.

Frunzo el ceño, suelta el agarre.

—Este, yo...— niega la cabeza, rasca la nuca por los nervios —Bueno como te lo digo.

Empieza, cruzó los brazos esperando dicha respuesta.

Suspira.

—Pues... hace unos días antes que entraramos al colegio, te salve del mar, claro cuando estabas surfeando.

Lo quedo viendo con el ceño fruncido unos segundos hasta que... un deja vu me golpea al instante. Todo se me viene claro en el mente.

—Eras tú.

Expresó, estoy completamente sorprendida y aturdida ¿Como puede ser que el típico chico malo termine salvando la vida? Asiente.

—Sí fui yo, quería aclararlo para que supieras— contesta, asiento. Pero tengo una duda.

—No estabas espiando a una pobre chica andar, divirtiéndose con una tabla de surf.

Cuestiono dubitativa, él niega de un salto.

No, en ese instante estaba yendo directo a la casa de mi abuela a visitarla pero vi una tabla llegar a mis pies, así que me acerque viendo tu cuerpo inconsciente.

Tiene sentidodigo dándole la razón Pero no vuelvas hacer eso- advierto poniendo mi mochila en el hombro de nuevo que se a caído por el agarre de antes.

La parte de salvarte o mirarte inquiere sonriendo divertido.

Volvió su triple personalidad

Las dos cosasavanzando el paso para ir a mi siguiente clase que claramente llegaré tarde.

Justo a tiempo pido permiso y explicó por la demora, pasó de largo sintiendo las miradas furtivas de los chicos sentandome en el último asiento de dos. No sé qué estarán pensando pero no soy una presa en buscada por la carnada de animales. Abro el cuaderno dispuesta a escribir sobre la clase, cuando de pronto siento una presencia se sienta a lado mio, no le tome importancia me concentro en atender la materia al menos, apoyo mi cabeza en mi brazo izquierdo aburrida, veo como mueve los labios el profesor explicando algo pero... no lo entiendo.

Al Filo del DescarrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora