Captura
—¡Despiertate!
Me gritan en el oído alguien asustandome por completo dejándome caer enredada de las sábanas a lado de la cama. Me ahogo, como un gusano trato de librarme, esto será imposible.
—Ayudenme
Respondo ahogada, recibo una lamida de Oreo en mi cara provocando que frunciera la nariz, mueve la cola de felicidad corriendo hacia fuera de mi habitación.
Me levantan colocando nuevamente a la cama quitando las sabanas de mi. Parpadeo repetidas veces acostumbrandome a la luz que transmite desde mi ventana, me encuentro con las carotas de Amelia y Nadia en mi cuarto ya arregladas.
Bostezo estirando mis brazos.
—No se supone que nos íbamos a topar a las cinco de la tarde.
Achicó los ojos por la luz del sol, no puedo ver nada.
—Cambio de planes.
Contesta Nadia abriendo más las cortinas.
—Ya hemos comprado un vestido para ti, no te preocupes.
Responde Amelia buscando ropa adecuada, que rayos hacen.
—No que la fiesta...
—La fiesta es hoy, así que no hay mucho tiempo. Alistate.
Miro mi ropa, no es que fuera algo vergonzoso pero prefiero evitar miradas de chicos con las hormonas alborotadas. Giro a mi derecha prendiendo mi celular.
—Son las dos de la tarde, ¡¿Están locas?!.
Se detiene mirándome nuevamente como esas locas desquiciadas
—La locura nace.
Ambas responden de inmediato entregándome mi outfit. Una me empuja al baño y la otra busca unos zapatos para combinar.
Detesto que me despiertan.
—Podemos parar, tengo hambre.
Gruñó dejando caer mi cuerpo en el asiento, tengo más de una hora y media aguanto las ganas de comer y bolsas de ropa detrás de mí, ninguno no tiene nada que ver con el festival de hoy. Dijeron que estamos registradas en grupos para un dormitorio especialmente para la noche donde podemos arreglarnos con tranquilidad, para mi seria lo mismo solo que cerca del lugar donde va ser el baile, ahora que lo recuerdo debo hacerme pasar como un dj.
—Deja de quejarte solo hemos pasado 4 calles, aún falta llegar a la residencia del festival
Responde Nadia regañandome, claro por que ellas si tuvieron tiempo para comer no como uno que me sacaron a patadas de mi habitación.
—Al menos dejaran escoger la ropa.
Inquiero molesta, si no me dan algo de comida estaré gruñona toda la velada
—Relájate, aún hay tiempo para llegar. Compremos algo de comer antes de que se desmaye a la niña.
Sugiere Amelia, siempre apoyándome.
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Al Filo del Descarrio
Teen FictionLa lluvia desciende por sí misma, empapándolos de pies a cabeza. No tuvieron la conciencia suficiente para traer un paraguas. Ella trata de escapar esquivando a las personas que transeunte en la calle, ignorando los llamados de la persona que ama. É...