Capítulo 36

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Rescate

Mierda, mierda.

Cuelgo la llamada, apresurado cojo las llaves y las introduzco encendiendo de inmediato el motor del auto, busco el contacto de Amelia marcandola. Al último momento tuvimos que intercambiar cada uno de nosotros los números de teléfono.

—¿Encontraste algo Dan?

Es lo primero que pregunta al contestar mi llamado.

—Si, recibí una llamada desconocida y era Leila.

Respondo apresurado aumentando la velocidad, me temo que ella se haya desmayado.

—¿Qué te ha dicho?.

—Me dijo que estaba cerca del parque central, no es muy lejos aquí.

—Qué alivio.. ¿Cómo sonó cuando contestó?.

—Lo que recuerdo es que sonaba agitada y agotada.

—Apresúrate te alcanzaremos cuando llegues.

—Bien.

Termino la llamada, por favor que estes bien.

Llego al parque central, trato de bajar la velocidad un poco para ver si la encuentro. Veo que hay gente alrededor de un estacionamiento rodeados de algo, y que no sea lo que estoy pensando, ojalá no sea demasiado tarde. Estaciono bajando del vehículo corriendo apresuradamente, empujó a las personas encontrando a Leila tirada y unas personas chequeando el pulso, lo hago un lado y la recojo en mis brazos.

—¡Hey! no te la puedes llevar así

Exclama el sujeto a lado mio

—Es mi novia, que ha pasado.

Respondo de vuelta. Me gustaría que ella escuchara las palabras que he dicho.

—La encontramos tirada pensamos..

—Pensaron mal solo sea desmayado, me había llamado para que la recogiera. Con permiso.

Aseguró confiado, espero que eso sea.

Vuelvo a empujar a la gente aún lado, necesito llevarla al hospital se ve fatal. La meto con cuidado en la parte trasera del auto, enciendo nuevamente el motor arrancando saliendo de la gasolinera.

Marco el número de Mark al contestar apresuró en decir:

—Cambio de planes, nos vemos todos en el hospital.

Sin nada más que decir cuelgo aumentando la velocidad.

Miro a través del retrovisor su respiración es calma al menos esta salva por ahora. Tiene rasguños en las rodillas y el codo y sangre seca en la pierna como en la cabeza.

Cuando llegó al hospital más cercano me estacionó apagando el carro y corriendo a sacar Leila. La bajó en brazos corriendo llamando la atención de los enfermos. Me atienden colocándola en una camilla llevándola a emergencia. Me tratan de tranquilizar pero estoy alterado como no tiene idea, lleno la información. Y espero sentado en unos de los asientos de espera, esperando a los chicos que lleguen. Veo que entran haciendo un alboroto buscándome.

—¿Dónde está?

Pregunta preocupada Amelia.

—Está adentro

Contesto señalando en emergencia.

—¿Qué ha pasado?.

Pregunta Nick.

—La encontré tirada en el pavimento de una gasolinera cerca del parque central, había mucha gente rodeando la calle sin hacer nada.

—Los efectos de la inyección la adormecieron muy fuerte.

Al Filo del DescarrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora