Capítulo 12

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La cárcel

Siento que alguien salta en la cama provocando unos brincos bruscos, aturdiendome la vista.

—Despierta.

Vuelve a saltar Nadia como si fuera una niña pequeña —Es hora de ir al instituto.

Gruño en respuesta tapandome con la sábana, justo hoy quería una día libre para mí.

—Vamos— trata de quitar la colcha pero soy mas rápida, doy media vuelta envolviendome en el.

—Ni te atrevas..

Murmuro rasposa.

—Pareces un burrito mal hecho— Se ríe —No seas aguafiesta no es tan mal como parece sino llamo a Nick...

Canturrea divertida, me levanto de golpe.

—Tan bajo caistes— niego ladeando la cabeza.

—¿Qué?, a él si le haces caso— se aleja hacia la entrada —Tienes 20 minutos para irnos, el tiempo corre.

Mierda, me levanto tropezando con las almohadas que deje caer pegandome en la cara, genial, mi vista se nubla por un rato pero se detiene en el cofre de ayer, no lo abierto y tampoco tengo pensado en hacerlo sin la presencia de Nick.

Un mal presentimiento aparece rodando en mi cabeza, no me gusta la idea para nada. Voy al baño, doy un ducha rápida, hago mis necesidades lo típico. Busco un atuendo apropiado para salir, como el instituto es libre de normas respecto a la ropa, elijo un jeans ajustados que se ajustan a mis piernas tonificadas, una blusa de un solo color que tiene un nudo en la parte delantero, mis preciados converse negros y una chaqueta dejo el pelo suelto a lo natural con sus rizos castaños a flote. No me maquillo por que uno, no me gusta y dos porque me gusta mis facciones tal cual como está.

Cojo una mochila pongo todas las cosas que necesitare aunque no me importa en lo mas minimo por que me duermo o sino me aburro. Bajo las escaleras corriendo escuchando como me apuran, cojo una tostada me la llevo directo a mis labios.

—¿Yhag lhed dkieron cosmifd a mi codchito?— pregunto con la boca llena a los chicos.

—Primero que nada traga los alimentos antes de hablar— me riñe James, ruedo los ojos.

—Si querida, se le di antes de levantarte— ríe Nadia negando la cabeza.

Asiento agradecida.

—¡Vamos que llegaremos tarde!.

Exclama Natt abriendo la puerta de la casa y cogiendo la llaves.

Terminó de masticar el último bocado con mi otra mano cojo una botella de agua, salgo corriendo con los demás pisandome por los talones.

—Nos vemos cochito— grito a Oreo, se que no me para bola por que esta mas ruco que una mula.

Me trepó al auto de James sentandome en el copiloto y los otros atrás.

El camino al instituto transcurre normal, y lo "normal" me refiero a los gallos que le salen a los chicos cuando canta una canción femenina. Solo tapo mis oídos en esas partes cuando trataban de humillarnos en pleno luz del día.

Detiene el vehículo estacionados en la zona de parqueo, abro la puerta bajandome llamando la atención de las personas, pongo mi mochila en mi hombro izquierdo avanzando dejando atrás a los idiotas. No quiero usar su "fama" al estar alrededor de los demás.

Camino con decisión agarrando los bordes de mi mochila, con la frente en alto ignorando las miradas curiosas de los hombres o de envidia de las mujeres. Detengo mi paso en una esquina de la dirección pido mis papeles, lista busco mi casillero nuevo lo abro guardando unas cosas y la cierro de golpe. Veo de reojo que los chicos vienen hacia mí, no me muevo.

Al Filo del DescarrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora