Capítulo 29

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Identidad

Alguien me sacude el brazo volviendo a la realidad sacando ese fatal recuerdo.

—¿Te encuentras bien? —pregunta —Pareció que estuvieras en otro mundo.

Me quedo callada pensando en una buena excusa para responder.

—Lo siento, me había llamado mucho la atención ese anillo.

Miento descaradamente, fue lo único que se me ocurrió y creo que fue además decirle eso. Se acerca para ver bien al objeto que señale, se queda mirando por unos segundos y sonríe cálidamente.

—Para que mentirte, si es hermoso.

Confirma.

Para no sentir esa incomodidad y vuelva a preguntar, cojó el brazo jalandolo en dirección opuesta.

—Ahora sí vamos que se nos hará tarde.

Entramos al local vintage clásico de una verdadera pizzería italiana, nos sentamos en un lugar apartado con una vista de una fuente iluminada de focos de colores que cambian cada paso que da la gente que transeunte ahí.

Un mesero nos atiende tiene pinta de nuestra edad, nos pregunta qué queremos del gigante menú detrás de él. Elegimos una pizza mediana con 2 toppings distintos en la mitad una de peperoni y la otra de jamón. Se va sonriendo en mi dirección avisando que regresará con el pedido unos 30 minutos, asentimos volviendo a la conversación.

—Viste eso.

Comenta mirando aun el chico por donde entró en la cocina. Esta que lo mata con la mirada.

—¿Ver de qué?— pregunto divertida.

Sabía lo que era solo me hago la boba para identificar su celopatía con mi persona.

—No te hagas— dice rodando los ojos.

No aguanto más y comienzo a reírme, se ve tierno de su parte con la cara enrojecida, apunto de matar al chico al dejar nuestra comida. Cojó un pedazo entre mis manos admirando la deliciosa delicia.

—O vamos, solo me sonrio. No es que haya declarado su amor platónico— digo mordiendo un bocado, saboreando la exquisita salsa y el queso.

Solo me mira alzando una ceja al ver que se me escapó un gemido por la comida.

Qué vergüenza.

Tapo mi cara con las manos al sentir mis mejillas calientes.

No se por que estoy actuando tan torpe enfrente de él, no es una cita sorpresa de su parte, o si?.

Escuchó una carcajada de su parte con más ganas no bajo la mano por la vergüenza.

—Te ves sumamente adorable haciendo eso— comenta alzando una sonrisa divertida.

Muevo un poco los dedos para alcanzar verlo. Despacio bajo las manos sin que se diera cuenta le tiro una servilleta en su cara pero antes que llegue, lo atrapa.

—Muy lenta.

Antes de protestar alguien aparece en nuestra mesa.

—¿Qué hacen aquí?— acusa curioso mi hermano con los muchachos del equipo de fútbol acercándose a nuestra.

Por un momento pensé que tenia un dia libre sin alborotos, esto se va empeorar.

—Qué hay hermano— saluda moviendo la mano.

Tristán no se atreve a levantarse y saludarlos uno en uno, creo que la pereza o por que no quiere hacerlo. Siento la mirada intensa de James en mi cara, no dejo de comer el otro pedazo de pizza, no soy una persona que lo intimide tan fácil pero siendo de parte de él.

Al Filo del DescarrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora