Capítulo 10

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Más amix y enemix

Ya iba de regreso a la casa de playa con la ayuda de Jake hoy ya es sábado, no he sabido nada de los chicos y tampoco los llame por que se me había olvidado por completo. Me quede dormida al terminar mi taza de té, fue sin culpa.

Lo importante es que estoy volviendo al lugar donde me he hospedado con los idiotas, ahora estamos en el auto de él, me comenta sus experiencias de su niñez y como que es que decidió vivir a aquí y no con sus padres. Dice que tiene una hermano mayor que él por unos 2 años, vive en las afuera de la ciudad.

Me sorprende mucho que no haya intentado coquetearme o ligarme pero asi prefiero, solo amix.

Ya estábamos cerca de la casa de playa, le enseño donde estacionarse, me bajo del auto.

—Muchas gracias por traerme— le digo sonriendo cogiendo una bolsa donde está la ropa de ayer que amablemente la señora S se ofreció en hacerlo.

—No es por nada, nos vemos entonces— dice sonriendo genuinamente, comenzando a prender el motor.

—Claro, yo te aviso, vale— grito alejandome completamente. Abro la entrada de la puerta me adentro, deje caer el bolso viendo el alboroto.

Los chicos caminan de un lado a otro buscando algo o alguién, no han visto mi presencia porque están sumergidos en sus mundos. Carraspeo llamándolos su atención.

—Chicos.

Nada, no me escuchan como si estuvieran son sordos ante mi.

—Chicos— vuelvo a decir —¡CHICOS!— grito.

Ahora si me paran bola por que se dan cuenta de mi presencia.

—¡Leila!— chillán corriendo hacia mi, todos me abrazan apretando mi delgado cuerpo dejándome caer.

—Chicos n-o me dejan respirar.

Las palabras salen entrecortadas trato de mover los brazos alejandome de ellos. Hacen caso dejando mi espacio recuperando el aliento, se quedan viendo lo que tengo puesto que consiste una camiseta ancha gris no transparente, unos shorts de hombre que obviamente no es de mi talla.

—Ese no es ropa de hombre.

Cuestiona mi hermano James cruzándose de hombros mirándome mal.

—Sip— digo encogiendome de hombros relajada —Y tengo mis razones una por que me ahogue en el mar y dos por que no tenia mas muda para reemplazar la ropa que se había mojada.

Término de concluir, los chicos se quedaron viendo por un buen rato.

—¿Segura? No hicistes nada indebido...

Concluye James, no lo puedo creer que el piensa eso de mí. De verdad cree que me acostaría con cualquier persona se cruzara en mi camino. Lo miro enojada acercándome a él.

—Para tu información sigo intacta sin ningún rasguño y no hice nada "malo", no soy como unas de tus p*ticas.

Protesto yendo a mi supuesta habitación de arriba. Lo que me gustaría estar encerrada en tiempo completo. Veo a mi bebe dormida en la cama.

—Mi cochito hermosa— murmuro besando su cabeza, él mueve la cola de alegría sin parar. Ya esta mas grandecito.

Cierro la puerta sin poner seguro, me cambio y decido ver un programa en netflix. Pongo play aprovechando que no estoy haciendo nada ordeno el cuarto el cual está un poquito desordenada por la culpa de las cabezonas de abajo, quienes no me han cuestionado absolutamente nada y prefiero que sea así.

Al Filo del DescarrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora