Capítulo 22

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Advertencias

En el transcurso del trayecto a casa fue en un completo silencio, nadie mencionaba nada de lo sucedido de hace rato ni mucho menos tocamos el tema del beso. Suspiro mirando por la ventana, calles, vecindades, locales de comida, bisutería entre más haciéndome olvidar un poco de la tensión de antes. Acercando a nuestro destino bueno el mio, se estaciona casi cerca a pie de mi casa solo debo caminar unos pasos y ya estoy sana y salva.

—Entonces...— empieza aclarándose la garganta —Nos vemos mañana en la cancha de fútbol para terminar el taller.

Giro la cabeza asintiendo pero a la vez negando. Creo que sería muy obvio yendo allá hacerlo peor aún si hay práctica terminarían destruyendo la maqueta.

—No lo sé..

Respondo desconfianza —No hay bancas fuera de la cancha, no quiero que se estropee por completo la maqueta.

Asiente de acuerdo.

—Tienes razón— dice — Si hay pero sería en el patio de comida, no hay problema.

Niego la cabeza.

—Entonces nos vemos después del receso.

—Así es.

Contesta volviendo a arrancar el motor del vehículo.

—Nos vemos— me despido. Antes de que pudiera reaccionar y bajar del auto me jala del brazo atrayéndola a su cuerpo. No rechisto disfrutando del momento.

—Solo con verte, me vuelves loco— dice estampando su labios con los míos, como lo extrañe. Le sigo la corriente, atrayendome hacia su cercanía, me coge la cintura sentandome en sus piernas, envuelvo mis brazos profundizando más el beso.

No duramos mucho por la falta de oxígeno. Al final me deja un casto beso dejandome ir. Camino al porche de la casa entrando dejando aun lado las cosas y materiales de estudio.

Me vuelves loco

Esas palabras repiten una y otra vez en mi cabeza, tampoco pienso negar que fue algo cursi de su parte. No somos nada y tampoco espero serlo, somos jóvenes tenemos el tiempo corriendo por nuestras venas así que necesariamente no me preocupo como los demás chicas sobre tener una relación estable, conforme que me quiere y me cuide estamos bien. Para que las formalidades.

Busco algo que comer mientras llegue Nick a la casa para leer e indagar mas sobre ese insensato. Me preparo un sandwich de pollo, doy de comer a Oreo dejando recrearse en el patio trasero creo que tendré que buscar un amigo para que no se siente solo sin mi presencia.

Escucho el timbre avisando que está en casa, me acerco abriendo la puerta con dificultad hago una señal con mi cabeza que se adentre por que tengo un pedazo de pan entre mis labios, nos apresuramos en llegar a mi habitación. Cojo el cuaderno donde dejé la nota doblada, admiro con desprecio esta nota recordando su asquerosa letra.

Mi dulce rebelde princesa, no estoy buscando un encuentro amigable ni mucho menos rogarte que vuelvas a mi, sé con mucha obviedad que jamás lo harás y eso me colma mi paciencia. Así que ten cuidado con quien te juntes porque no todas las personas son fiables.

Ah casi se me olvida un detalle, querida "Leila", he vuelto para tenerte en mis brazos, pero esta vez no tendrás a nadie que te rescate.

Espero no le digas nada a nadie, te estoy vigilando.

El tiempo corre...

Con amor: B.M

Explote, no aguanto mas tener esto por dentro. Arrugó la hoja por completo arrojándola en el tacho de basura, cojo con brusquedad el cofre entre mis manos, lo abro encontrándome con el collar con un dije de corazón entrelazados con una frase: Eres mía hasta la muerte.

Al Filo del DescarrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora