CAPITULO 41 Consecuencias.

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---Ryu---

Dimitri me llevo arrastrando hasta la casa, al llevar me llevo hasta la recamara y me aventó a la cama.

-¿Qué fue lo que le dijiste? –se recostó encima de mí y me tomo de las muñecas.
-N-no le dije nada, te lo juro. –respondí rápidamente.
-No te creo. –me beso con brusquedad.

Trate de apartarlo pero me inmovilizo de una manera que me era imposible moverme, bajo una de sus manos hasta mi entrepierna y como pude mordí su labio hasta hacerlo sangrar.

-Maldición, -chasqueo la lengua- sabes que no me gusta que hagas eso.
-Pues tú deberías evitar besarme. –gruñí.
-¿Por qué? –sonrió y se quitó su chaqueta- Si eres mi prometido, yo puedo hacer lo que quiera.
-No. –intente quitarlo de encima.
-Sabes Ryu, -acaricio mi pierna- desde que te vi te he deseado como a nadie, siempre me pregunte que se sentiría tenerte entre mis brazos.
-No te atrevas...
-Oh~ ya he aguantado suficiente.

Con una de sus manos tomo las mías, y con la otra libre comenzó a acariciar mi miembro, como pudo lo saco y aumento sus caricias.

-B-Bastardo, -traté de no gemir- suéltame.
-Eres tan apetecible. –se relamió sus labios.
-D-déjame. –suplique.
-Mi amor, -paro un momento y me beso los labios- no llores, solo quiero hacerte sentir bien.
-Por favor, déjame ir.
-Lo haré hasta que nos corramos.
-¿Ah?

Me empecé a mover desesperado, el llevo su mano hasta su pantalón y saco su miembro ya erecto, sentí como lo acercaba al mío y los comenzaba a acariciarlos.

-Ahh, Ryu estás tan caliente. –murmuro.
-Ahh, -gemí- b-basta, no quiero.
-Ryu haz esos sonidos de nuevo para mí, me excita que los hagas.
-Déjame, -grite- por favor.
-Mi amor.

Me beso apasionadamente mientras su mano aumentaba la velocidad hasta que después de un rato nos terminamos viniendo. Él se acomodó su pantalón de nuevo y acomodó el mío, se lamió los dedos haciendo que me diera asco.

-Te tomaré después apropiadamente, -me beso- ahora debes descansar.

Me soltó y salió de la habitación cerrando con seguro. Deje que mis lágrimas cayeran en silencio, me cubrí con mi brazo la cara, no quería que ningún sollozo se escapara de mis labios, no podía permitirme eso...

Maldito demente, me quiero ir de aquí, tengo mucho miedo de lo que pueda pasar, por favor Hayato apúrate, no quiero seguir aquí...



---Nowaki---

Akihiko me miro sorprendido, por un momento pensé en que me golpearía ya que apretaba fuertemente sus puños, solo se limitó a mirarme con enojo.

-No puedo creerlo. –bufo.
-Yo fui estúpido y ahora en verdad estoy arrepentido.
-Eso, -gruñó- maldición, por tu culpa Hiroki estaba tan triste, eres un imbécil.
-Lo sé Usami, en verdad siempre lo tengo en la mente, pero simplemente yo lo amo como a nadie.
-Tengo tantas cosas en la cabeza que no sé qué hacer, si golpearte o mejor quedarme callado.
-Me merezco lo peor del mundo, soy consciente, pero, -solté una lágrima sin evitarlo- lo amo tanto, que sufro del coraje de saber que tenía a mi lado a la persona más buena en el mundo y por mis estupideces la deje ir.
-Kusama, -me miro- sabes que el día que él recuerde todo te llegará a odiar ¿no?
-Lo sé, -di un trago a mi bebida- pero no puedo rendirme, no puedo darme la media vuelta y olvidar todo ya que este sentimiento es más fuerte que yo...
-Pero yo soy su esposo. –comento.
-¿Y me dirás que me aleje de él?
-Es lo lógico ¿no?
-Cierto, soy egoísta por quererlo para mí, pero ya no puedo evitarlo. –suspire.
-En estos momentos ambos le hicimos daño a Hiroki, tú por tratarlo de la peor manera en su adolescencia, y yo por engañarlo en una noche de borrachera.
-¿Puedo preguntarle algo? –comente curioso.
-Ya lo estás haciendo. –encendió un cigarro y se rio.
-Bueno, usted me entiende.
-Sí.
-¿Qué hará con su hijo?
-¿Cómo? –me miro sorprendido.
-¿Qué hará con el hijo que tiene con aquel chico?
-Yo, no lo sé. –cruzo los brazos.
-Lo correcto es hacerse responsable, ¿no lo cree así?
-Pero yo no siento nada por Misaki, al único que amo es a Hiroki.
-Pero Hiroki...
-No me quiere ver, él lo sabe todo y no sé cómo acercarme a él.

Al platicar con Akihiko me siento más deplorable por haber tomado a Hiro-san en esas condiciones, tal vez debí haber esperado un poco, tratar de tranquilizarlo y no haberme dejado llevar por el amor y la pasión que siento por mi Hiro-san. Ambos sufrimos por haberle hecho daño a la persona más hermosa del mundo, estamos en las mismas condiciones, no merecemos ser perdonados, pero...

-Tal vez le de mi apellido a ese niño. –comento.
-¿Tal vez? –lo mire.
-No puedo pensar bien, ahora solo quiero estar al lado de Hiroki.
-Dele su tiempo, yo tampoco puedo estar a su lado, su hermano me lo prohibió.
-¿Mi hermano? ¿Por qué?
-Él sabe todo lo que paso.
-Oh, entiendo, supongo que mi hermano ahora es su caballero. –sonrió amargamente.

Me pregunto si Akihiko sabe acerca de los sentimientos que tiene Kaito por Hiroki, aunque por la forma en cómo actúa tal parece que no lo sabe aún, y yo no soy quien para andárselo contando.

-Tienes razón, -comento luego de un tiempo- le daré su espacio, no quiero presionarlo, pero en la primera oportunidad que encuentre hablare con él.
-Lo mismo yo, quiero enamorarlo.
-Sí es que te dejo, -sonrió- ya que es mi esposo.
-No me lo tiene porque repetir.
-Lo haré siempre que se te olvide, fue un placer hablar contigo Kusama, y cuando todo esto se arregle te golpearé por haberlo hecho sufrir.
-Lo mismo digo Usami.

Nos estrechamos las manos y cada uno se fue por su lado, dejando aquella plática en ese bar, como si fuéramos simples desconocidos con un mismo sentimiento, el amor que le tenemos a mi amado Hiro-san.



---Hiroki---

La semana paso rápidamente, no me atreví a salir del hotel para no encontrarme con Akihiko, y mucho menos con Nowaki ya que no tenía cara para verlo después de lo que hicimos.

En todo momento Kaito me consentía ya que su futuro sobrino está creciendo en mi vientre, Kaito es tan lindo y tierno, es como un hermano para mí, no sé qué pasaría si no estuviera a mi lado, es mi salvador, es mi todo en estos momentos.

Solo le he mandado mensajes a Nowaki diciéndole que regresará a Japón ya que Kaito se encargaría de los últimos detalles con los inversionistas, él me dijo que me esperaría para regresar juntos, a pesar de mi insistencia él dijo que se quedaría.

A veces Nowaki me hace reír de sus ocurrencias o de su comportamiento, se me hace muy conocido, aunque siento algo que...

En todo este tiempo he pensado en mi relación con Akihiko, en que habré fallado para que me engañara, le doy tantas vueltas al asunto y no logro articular alguna excusa, sé que no soy perfecto y que tengo mi carácter pero, ¿realmente no soy suficiente?

Yo aún lo amo, es el padre de mi hijo pero, él, él ya tiene un hijo con ese chico y yo no soy nadie para quitarle esa oportunidad, es mejor dejarlo ir y que forme su familia, yo no quiero seguir llorando por él, ¿para que luchar? Si esta batalla la perdí en cuanto él se acostó con otro.

-¿Hiroki? –me hablo Kaito.
-¿Qué sucede? –lo mire.
-Mañana regresaremos a Japón, ya está todo listo.
-¿Los negocios?
-Todo de maravilla, -sonrió y se sentó a mi lado- también...
-¿Qué ocurre?
-Ya tramite los papeles del divorcio.
-¿E-en serio?
-Sí, todo está listo para que firmes haya en Japón.
-Ya veo... -mire hacia la ventana.
-Sabes, -me tomo la mano- todavía estas a tiempo para...
-¿Arrepentirme? No lo creo. –solloce.
-Hiroki.
-Lo siento Kaito pero he tomado una decisión.
-Entiendo. –comento.
-Gracias por todo esto Kaito.
-No tienes nada que agradecer, lo hago porque te quiero. –pego su frente con la mía.
-Yo también te quiero. –sonreí.
-Como amigo. –murmuro.
-¿Kaito?
-No me hagas caso, -comento- iré a empacar las cosas, así que descansa.
-Claro.

Me recosté de nuevo y cerré mis ojos mientras acariciaba mi vientre.

"No te preocupes, tendrás todo mi cariño y saldremos adelante sin la ayuda de tu padre, te lo prometo..."

Hielo y Fuego (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora