---Ryu---
Me siento tan vulnerable, maldita sea la hora en que me aleje de Hayato, debe de estar muy preocupado por mí, maldición, ¿Cómo puedo escaparme? No entiendo porque ese imbécil se obsesiono conmigo, tengo que encontrar una forma de salir o tan siquiera de persuadirlo.
Intente quitarme las sogas pero estaban muy ajustadas, sentí mis muñecas y tobillos punzándome, en verdad esto me corta la circulación, acaso no es consciente, se supone que es doctor, al menos debería saberlo.
La puerta se volvió a abrir y mire a Dimitri con una charola con comida.
-Te traje de comer mi vida. –sonrió.
-G-gracias. –susurre tragándome mi orgullo.
-Me encanta cuando estás más cooperativo. –sonrió.
-Supongo que no sirve de nada luchar o ¿sí?
-No, -rio- te voy a desatar un momento.
-Te lo agradecería, -le dedique una sonrisa- porque me duelen bastante mis manos.
-Lo lamento, creo que fui un poco brusco. –se preocupó.
Parece como si Dimitri fuera bipolar, me asustan un poco sus cambios drásticos de ánimo, tengo que encontrar la forma de salir de aquí, tengo que convencerlo de algo, ¿pero qué?
Me desato con mucho cuidado mis tobillos, luego mis manos y las beso tiernamente, me ayudo a sentarme en un pequeño sofá de la recamará y me acercó la mesita para que yo pudiera comer.
-Espero te guste, -sonrió- no soy muy bueno en la cocina pero me defiendo.
-G-gracias. –me sorprendí.
Él se sentó frente a mi observándome, comí a duras penas porque no me gusta que me miren cuando estoy haciendo algo, me ponen nervioso.
-Ryu. –susurro cuando acabe de comer.
-¿Nani?
-Te amo. –sonrió.
-... -un sonrojo se apodero de mis mejillas.
-Te vez tan lindo sonrojado.
-Dimitri yo, -susurre- a mí no me gusta estar encerrado.
-Mi amor, no puedo dejarte salir no aún.
-¿Cómo que no aún?
-Ya lo veras. –dijo mientras sacaba de su saco un caja pequeña.
-¿Qué es eso?
-Algo sencillo, -sonrió- Quiero que aceptes este anillo como símbolo de que serás mi esposo.
-¿QUÉ?
-Ryu, esta es mi propuesta, -comento seriamente- sí tú permaneces a mí lado y te casas conmigo podrás salir libremente, sino pues viviremos aquí encerrados.
-Y-yo no puedo casarme contigo, no te amo. –susurre.
-Puedes llegarme a amar, estoy seguro, -me tomo del mentón- por favor acepta no quiero hacer las cosas por las malas.
-Y-yo no...
-Piénsalo. –me beso.
Coloque mis manos en su pecho inténtalo apartar pero no podía, su fuerza supera mucho a la mía, maldición este tipo esta demente, ¿Qué puedo hacer para librarme?
---Nowaki---
Recosté en la cama a mi amado Hiro-san y lo bese apasionadamente, transmitiéndole todos los sentimientos que tengo hacia él.
-¿En verdad eso quieres Hiro-san? –lo mire.
-Por favor Nowaki. –suplico.
-Hiro-san, -susurre en su oído- te amo...
Lentamente le quite su camisa dejando ver su torso desnudo, relamí mis labios y lo volví a besar apasionadamente disfrutando cada rincón de su boca, nuestras lenguas comenzaron una danza donde nos dominaba el deseo. Baje hasta su cuello, lo bese, mordí un poco su pálida piel dejando algunas marcas muy visibles, borrando las que a estaban.
-Ahh. –gimió al sentir mis manos recorrer sus pezones.
Me detuve en ellos y comencé a acariciarlos, baje mi boca y los chupe, los lamí gustoso mientras mi amado se retorcía de placer.
-Hiro-san, -susurre- eres tan hermoso.
Le quite el pantalón y me percate que su miembro comenzaba a despertarse por las caricias que le brinde, me quite mi saco y camisa y bese todo su torso desnudo, comencé a acariciar su miembro por encima de la tela.
-N-Nowaki, ahh. –gimió.
-Hiro-san... -lo mire.
En verdad me encanto lo que vi, mi amado sonrojado hasta las orejas, sus gemidos tan placenteros, el sudor que comenzaba a recorrer su hermoso cuerpo, sentí una gran presión en mi pantalón y si no tuviera el control necesario me hubiera corrido de tan solo verlo.
Me quite el pantalón y le quite a él su bóxer. Tome su miembro entre mis manos y comencé a masturbarlo, mi amado se aferró a las cobijas y dejo que la habitación se llenara de sus dulces gemidos.
De un momento a otro lo empecé a lamer como si de una paleta se tratara, lo metí por completo a mi boca donde lo succione y él gemía una y otra vez.
-N-Nowaki ahhhh m-más.
Aumente el ritmo hasta que sentí como él trato de apartarme pero me aferre a su miembro hasta que sentí como un líquido caliente salía de él y me lo termine tragando.
-¿Q-quién se tragaría eso? –comento entre jadeos.
-Eres muy rico, ahora yo... -sonreí.
-Haré lo mismo por ti. –me miro.
-Hiro-san eso no es...
-Lo haré.
Como pudo me recostó en la cama y acaricio mi miembro ya erecto a través de mi bóxer. Tenía un gran sonrojo y sus ojos mostraban demasiada pasión, pero no solo eso, había otro sentimiento oculto.
Me quito el bóxer y comenzó a masturbarme.
-Hiro-san, e-eres increíble.
Tomo mi miembro con ambas manos y comenzó a lamerlo desde la base hasta la punta, esto es tan excitante. Después de un rato se lo metió en su boca donde me sentí tan placentero, lo tome de su cabeza y comencé a marcar el ritmo.
-S-sigue así Hiro-san. –jadee.
Como pude embestí su boca hasta que me termine corriendo dentro de ella, él tosió un poco y yo limpie la comisura de sus labios.
-No debiste tragarlo, no era para tanto. –murmure.
-Solo quise. –me miro.
Recosté en la cama a mi amado y coloque un aceite en mis dedos, inserte uno en su entrada, él se estremeció un poco, inserte el otro y los moví en forma de tijeras. Mi amado gemía ante la intromisión de mis dedos, sentí como mi miembro empezaba a despertar de nuevo.
Solo quiero a Hiro-san, lo amo tanto que no permitiré que otra persona lo tenga, ahora más que nunca...
Metí el tercer dedo simulando embestidas.
-Ahh, -jadeo- no a-aguanto más Nowaki. –suplico.
-Y-yo tampoco.
Retire mis dedos y entre en mi amado de una embestida, empecé a embestirlo.
-Ahhhh, N-Nowaki, -gimió- no t-tan rápido.
-Hai. –susurre.
Coloque sus piernas en mis hombros y lo embestí lentamente, la habitación se volví a llenar de nuestros gemidos, era una combinación perfecta, él se aferraba a las cobijas mientras mordía su labio tratando de ocultar los sonidos de su boca.
-No hagas eso, -susurre- quiero escucharte.
Lo bese apasionadamente y aumente el ritmo de las embestidas.
-M-más. –suplico.
Como pude cambie de posición haciendo que se sentara sobre mí, lo tome de la cintura y comencé a embestirlo alcanzando un punto donde gemí sin poderse detener, donde la lujuria no tiene retorno, donde todo se mezcla en conjunto.
-H-Hiro-san, m-me gustas, te amo. –bese su cuello.
-Ahhh, Nowaki, a-ahí. –gimió.
-¿Aquí? –di una gran embestida.
-Ahhh, s-sí.
Seguí embistiéndolo rápidamente hasta que mi amado se corrió en nuestros estómagos y yo al sentir las contracciones de su interior, me corrí dentro de él. Después de unos minutos en lo que nuestras respiraciones se calmaban salí de su interior, tome su mentón y lo bese.
-Te amo Hiro-san.
-N-Nowaki... -susurro y cayo rendido en mi pecho.
-Mi amado, ¿Qué fue lo que paso?
Lo limpie y le coloque una pijama acomodándolo en su cama, yo me metí a la regadera y me coloque mi pijama, empecé a recoger la ropa tirada hasta que encontré su celular en el piso, lo tome y mire la imagen que tenía.
"Ese maldito bastardo, juro que me las pagará..."
Guarde el celular y me acerque a la cama de mi castaño donde lo vi estremecerse y balbucear algunas cosas.
-A-Akihiko. –murmuro mientras lágrimas caían por sus ojos.
"Esto no se quedará así maldito imbécil, no dejaré que toques a mi Hiro-san..."
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Hielo y Fuego (Nowaki x Hiroki)
Fanfic, Hay ocasiones que el amor es doloroso o al menos para ciertas personas... ¿cuánto estarías dispuesto a soportar por amor? Dos personas que se conocen desde hace mucho tiempo, siendo grandes amigos aunque con personalidades totalmente diferentes...