CAPITULO 81 Salvación.

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---Ryu---

No sé cómo me deje influenciar por ese loco, en verdad Nowaki no tiene límites, a pesar de tener perforado el pecho no se detiene por nada.

Afortunadamente no es una herida tan profunda ni mucho menos lastimo algún órgano, pero, la saturación puede abrirse, ese idiota solo conseguirá exponerse más, pero si es por mi hermano tal vez...

Espero puedan encontrar a mi hermano, él merece ser feliz, ya ha pasado por muchas cosas y él es tan bueno, lo único que quiero es que lo rescaten.

-Tranquilo amor, -me abrazo Hayato- estoy seguro que Akihiko y Nowaki lo rescatarán.
-Es que ese tipo está loco, no quiero que algo malo les ocurra.
-Tú hermano es inteligente, estoy seguro que algo se le ha de haber ocurrido para proteger a sus hijos.
-Es lo que ruego, -solloce- no entiendo porque todas las cosas malas le ocurren a mi hermanito, él siempre fue tan bueno y dedicado, la vida se aferró con él y le puso miles de pruebas, él merece ser feliz.
-Lo sé mi niño, -beso mi frente- estoy seguro que no pasará mucho tiempo para que mi cuñado y nuestros sobrinos estén con nosotros.

Me acurruque en el pecho de Hayato mientras él acariciaba mi cabello, me decía palabras dulces para que me sintiera un poco más tranquilo, aunque lo veo imposible, no poder estar tranquilo hasta tener a mi hermano en mis brazos.

-Así será mi vida, -me beso- ten fe.

Ruego por todos los medios que todo resulte bien.

-Quiero ir...
-No amor mío, debes cuidar a nuestra pequeña Rin y yo debo protegerlos.
-Pero
-Por favor Ryu, confía en ellos, además no están solos.
-Confió en ellos pero eso no me quita el miedo.

Me abrazo fuertemente mientras me acariciaba mi cabello.

-Todo estará bien.
-Hayato, gracias por estar a mi lado.
-Siempre estaré a tu lado, eres mi amante, pareja y esposo.
-Te amo. –lo abrace.
-No más que yo.
-Mmm, -lo mire- ¿Dónde está Yudai?
-Sé quedo dormido y lo lleve a la habitación de invitados.
-¿Cómo sigue?
-También estaba preocupado, pero le di un tranquilizante, afortunadamente no le afectará en su embarazo.
-¿Embarazo? –me sorprendí.
-¿No te lo había dicho? –me miro- Hace tiempo fue conmigo para hacerse unos estudios, y me di cuenta que estaba embarazado.
-Wow, -me sorprendí- mi cuñado tendrá otro hijo.
-Así es, aunque...
-¿Aunque?
-La situación de Yudai es muy delicada, -bajo la mirada- no...
-¿Qué ocurre?
-Hay pocas posibilidades para que ambos vivan.
-¿Qué?
-Yudai es muy joven y su organismo apenas se desarrolló, su situación es muy delicada, aunque su embarazo pueda ir tranquilo, al momento del parto...
-¿Él lo sabe?
-Sí, mi compañero se lo dijo, pero él quiere seguir, tanto mi compañero como yo estamos estudiando un poco para mejorar esa situación.
-Pobre chico.
-Él tiene la esperanza en que todo se va a solucionar, y no soy quien para quitársela, yo también pienso igual.
-Akihiko no lo sabe, ¿verdad?
-No.
-Espero que todo salga bien con ellos.
-Haré lo que sea para ayudarlos.
-De todas formas debemos decírselo.
-Pensaba lo mismo mi cielo, -me abrazo- aunque Yudai no quiera decírselo y como profesionales que somos debemos respetar las decisiones de los pacientes pero, en está ocasión creo que lo recomendable es decirle a Akihiko.
-Te apoyo mi amor, tienen que saberlo, sé que entre los dos podrán ser más fuertes, porque estoy seguro que Yudai podrá con esto.
-Estamos preparándonos para el momento del parto.

Hemos pasado por muchas situaciones, todos hemos enfrentado varios obstáculos y es tiempo de que tomemos un descanso, uno que sea para toda la vida, donde no haya complicaciones ni locos, debemos ser felices.

Ruego con toda mi fuerza de que encuentren a mi hermano sano y salvo, y que mis sobrinos también estén a salvo.

Akihiko, Nowaki, por favor sálvenlos, protéjanlos...

Cargue a mi hija y la acurruque mientras Hayato me abrazaba.

-Es mejor que vayas a dormir con nuestra hija necesitas descansar.
-No puedo hacerlo, no cuando mi hermano está...
-Mi amor, también preocúpate por tu salud, no quiero que nada les pase.
-Tienes razón pero.
-Te diré todo en cuanto Akihiko me llame.
-Está bien.


---Hiroki---

El miedo me esta dominando, pero no me puedo dejar vencer, mis hijos me necesitan, Wataru sigue forzando la puerta y estoy suplicando porque Akihiko llegue a tiempo.

Me siento más tranquilo de que Nowaki esté mejor, también viene por mí, mi amor, solo espero que no le pase nada, él está herido.

-HIROKI ABRE LA MALDITA PUERTA O TE VAS A ARREPENTIR.

Mis niños seguían durmiendo, me alegraba que así fuera, aunque por los gritos de Wataru podrían despertar en cualquier momento y no aguantaría más.

-MALDITA SEA HIROKI, NO TE LO DIRÉ OTRA VEZ ABRE LA PUTA PUERTA.

No hay marcha atrás, solo debo aguantar y...

Se escucharon tres disparos en la puerta, pude ver como empezaban a forjar fuertemente la puerta moviendo las coas.

-Maldición. –masculle.

Sharon y Otani comenzaron a llorar mientras Hotaru y Jack seguían durmiendo, cargue a los más pequeños y los empecé a arrullar.

-JODER ODIO ESE SONIDO.
-Por favor Otani, Sharon, no lloren por favor, -solloce- su papi pronto vendrá por nosotros solo debemos esperar un poco.
-USEN MÁS FUERZA BASTARDOS.
-Nowaki, Akihiko por favor apresúrense.

De un momento a otro la puerta fue abierta y Wataru tenía una mirada llena de odio.

-LO PAGARÁS MUY CARO. –gruño.

Acosté a mis hijos y me coloque frente a la cama.

-Mis hijos no tienen la culpa, déjalos en paz.
-NO ME IMPORTA.

Wataru miro hacia la cama y gruñó.

-¿QUIÉN FUE EL IDIOTA QUE DEJO UN CELULAR?

Sentí como me invadía el miedo por no haber guardado el teléfono, Wataru camino hacia mí y me jalo del cabello.

-¿A QUIÉN LE LLAMASTE?
-W-Wataru...
-¿A QUIÉN?
-U-Un amigo. –susurre.
-MALDITA SEA, -me tomo del brazo- IREMOS A DAR UN PASEO.
-¿Qué?
-USTEDES TRES ENCARGUENSE DE ESOS BASTARDOS. –señalo a mis hijos.
-NO, WATARU POR FAVOR NO...
-CALLATE. –me dio un rodillazo en el estómago.

Caí de rodillas y el me tomo en su hombro.

-ENCARGUENSE DE ELLOS, YO ME VOY.

Empecé a pegarle a Wataru, tratando de librarme de él pero era imposible hacerlo.

-Nos iremos de luna de miel, donde nadie nos encuentre.
-M-mis hijos. –jadee.
-Pronto estarán en el otro mundo, y luego de hacerte mío unas cuantas veces te reunirás con tus bellos hijos y él idiota de Nowaki.

Bajo las escaleras y al salir del lugar me metió en el auto colocándome el cinturón de seguridad y amarrando mis manos.

-Por favor, mis niños.

Me tomo del mentón y me apretó fuertemente.

-Mi paciencia tuvo un límite y ahora tus hijos sufrirán las consecuencias de tus actos.

Me beso mordiendo mi labio con fuerza hasta hacerme sangrar.

Se escucharon varios disparos de la casa.

-NOOOOOOOOOOOOOO, MI HIJOS, MALDITO, ESTUPIDO, MIS NIÑOS.
-Creo que cumplieron con la misión, -sonrió- lastima.
-AHHGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG, NOOOOOOOOOOOOOOO. –llore.
-Sufre, llora Hiroki, me encanta tu dolor.

Él empezó a manejar y su risa resonaba en mi cabeza.

Me dolía tanto el pecho, el dolor de haberlos perdido, no, no puedo, no puedo perderlos mis hijos...

Mire a Wataru conducir con una sonrisa y me abalance a su lado tomando el volante y moviéndolo.

-¿QUÉ HACES IDIOTA?
-No me importa nada, me quitaste a lo que más amo.
-SUELTALO IMBECIL.
-Que no.

Forcejeamos un poco, de un movimiento chocamos de frente contra un gran árbol haciendo que Wataru saliera por el parabrisas y mi cabeza se estrelló en el tablero, todo comenzaba a dar vueltas, sentí como un líquido caliente comenzaba a descender de mi cabeza.

Como pude me quite el cinturón, aunque se me complico un poco porque mis manos seguían atadas, pude ver a Wataru tirado en el piso.

-Huele a... -susurre.

El carro tenía un líquido viscoso rodeándolo, era gasolina, así que empecé a alejarme del lugar, hasta que después de unos minutos una explosión retumbo por todo el lugar.

-M-Mis niños...

Caí al piso ya que todo lo que me rodeaba era oscuridad.


---Nowaki---

Me siento ansioso, quiero estar ya a lado de Hiroki, debo protegerlo, mis hijos y él me necesitan, el auto poco a poco se va estacionando, a lo lejos podemos ver la cabaña.

-Quiero que me escuchen bien, -comento el detective- ustedes se quedarán aquí mientras nosotros nos adentramos.
-No puedes pedirme eso cuando Hiro-san está ahí adentro.
-Nowaki por favor tranquilízate.
-No puedo hacerlo.
-Deben obedecer sino pondremos en peligro a todos.
-Jefe ha surgido una explosión. –se escuchó por el radio.
-¿Qué ocurrió? –pregunto el detective.
-Entramos por el otro lado del lugar y una explosión surgió cerca del acantilado.
-Vayan a investigar.

Mire hacía la cabaña y vi como varios sujetos llevaban a unos bebés en sus brazos.

-ESOS SON MIS HIJOS. –exclame.

El detective salió del auto y enseguida nosotros, algunos policías salieron de la otra patrulla.

-NI UN PASO MÁS. –grito el agente apuntándolos con el arma.
-No hemos hecho nada. –comento uno de los sujetos- Solo queríamos llevar a estos bebés a un lugar seguro.

Los policías se vieron entre sí y todos nos acercamos.

Pude ver a mis hijos y bese la frente de cada uno, Akihiko cargo a su niña y la abrazo a su pecho.

-Nosotros no planeábamos hacerles nada, -dijo uno de los sujetos- Wataru nos dijo que los matáramos pero eso es despiadado.
-Le ayudábamos porque amenazaba a nuestras familias, disparamos hacia la puerta para que él pensará que los habíamos matado.
-¿Dónde está Wataru? –pregunto el agente.
-Se fue con el castaño.
-¿Qué? –me sorprendí.
-Se lo llevo hace unos minutos.
-IMPOSIBLE. –grite.
-¿A dónde se lo llevo?
-No lo sabemos.
-DEBO IR POR ÉL. –grite.
-Kusama cálmate.
-NO PUEDO PORQUE...

Un auto se estaciono cerca de nosotros y vi como un policía bajaba y tomaba en brazos a lo que yo más amo.

-HIRO-SAN.

Corrí hasta ellos y vi a mi amado con una venda en la cabeza.

-¿Qué le paso?
-LO encontramos cerca del lugar de la explosión, tal parece que el auto choco, o no sé...
-Yo le rompí la manguera de la gasolina.
-Eso lo explica todo.
-¿Y Wataru?
-Muerto, -suspiro- su cuerpo se calcino al momento de la explosión.
-Hiro-san.
-Está inconsciente, tal parece que le afecto el choque.
-Francis, lleva a los niños y al joven Kamijou al hospital, nosotros nos quedaremos a investigar el caso, -comento el detective- vayan ustedes también.

Asentimos y nos subimos en los autos, abrace a mis trillizos mientras miraba a mi hermoso Hiro-san.

Al llegar al hospital atendieron su herida y lo dejaron descansar en una cama, le pedí a los doctores que colocaran una cuna para colocar a nuestros hijos, Akihiko se quiso llevar a Hotaru ya que la necesitaba a su lado.

A mí también me revisaron mi herida, afortunadamente seguía bien, no era nada de cuidado.

Cuando todos los médicos terminaron las revisiones, les mande mensaje a todos para avisarles que Hiro-san estaba bien, su hermano me dijo que vendría en la mañana al igual que Kaito.

-Mi amor, -tome su mano- me alegro que estés de nuevo con nosotros.

Besé su mano y sonreí.

-No sabes cuánto te amo, eres todo lo que espere, eres mi vida entera, tú eres lo que yo más amo junto con nuestros hijos, gracias por estar a mi lado.
-N-Nowaki. –susurro.
-¿Hiro-san?

Él lentamente abrió los ojos y me miro.

-N-Nowaki, -sus ojos comenzaron a humedecerse- NOWAKI

Me abrazo fuertemente mientras se aferraba a mi camisa.

-Nuestros hijos, W-Wataru los...
-Aquí están amor mío, -tome su mentón- están a salvo.
-¿Q-Qué?

Lo ayude a levantarse y lo dirigí hasta la cuna.

-N-No puede ser...
-Están a salvo, Hotaru esta con Akihiko.
P-Pensé, -lloro- pensé que los habían matado.
-Tranquilo amor. –lo abrace.
-Nowaki, gracias.
-Ya todo ha pasado, no tienes por qué temer, seremos felices.


---Akihiko---

Llegue a la casa de Hayato y Ryu me abrazo y cargo a mi hija.

Les conté todo lo que había pasado y que Hiroki estaba bien, solo tenía un golpe, que se había quedado en el hospital junto con Nowaki y sus trillizos.

Me ofrecieron un poco de café y hablamos de ir por Hiroki en la mañana, Ryu se veía tan tranquilo, me pidió que se quedaría con mi niña para dormir con ella, algo que no me negué.

-Debo decirte algo importante. –comento Hayato cuando Ryu se marchó con mi hija.
-¿Qué ocurre?
-Es sobre Yudai.
-¿Qué pasa?
-SU embarazo es de alto riesgo, -me miro- tal vez no te lo haya dicho él por temor o no quería asustarte pero, hay probabilidad de que solo podamos salvar a uno de los dos.
-¿Qué?
-Estamos haciendo todo lo posible para estar equipados para ese momento.
-¿Por qué?
-El organismo de Yudai apenas se acomodó para procrear vida, es algo muy difícil de explicar pero su caso es muy delicado.
-Hayato debes hacer algo para salvarlos.
-Le pregunte a Yudai que a quien preferiría.
-Hayato.
-Él prefiere tener al bebé.
-NO, NO Y NO, DEBES SALVARLOS A LOS DOS.
-Es lo que hare, -comento- te juro por lo que yo más amo que los salvaré a los dos, haré hasta lo imposible para hacerlo.
-Te lo ruego.
-Así será Akihiko.
-Gracias.
-Por favor no le digas a Yudai que te lo dije.
-Pero...
-Es como un secreto de confesión.
-Está bien, gracias por todo.

Camine hasta la habitación donde se encontraba mi amado y me recosté a su lado abrazándolo a mi pecho.

Él se acurruco y yo acaricie su cabello.

¿Por qué no me lo habrá dicho? Somos pareja, es el amor de mi vida, debería confiar en mí, pero tal vez se sentía asustado.

Acaricie su vientre y lo bese.

-Te amo Yudai, estaré siempre contigo en las buenas y en las malas, así que quédate siempre conmigo, ya verás que todo tendrá solución, estaremos juntos mi amor, nuestro hijo, Hotaru, tú y yo, porque los cuidaré.

Hielo y Fuego (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora