---Akihiko---
Me sorprendió tanto el saber que Hiroki estaba embarazado, nunca creí que eso llegará a pasar, o no tan pronto, fue una sorpresa para mí incluso para él.
Cuando Hiroki me conto acerca de lo que había pasado con Nowaki, incluso que ahora tenía todos sus recuerdos consigo, me conto que Nowaki le había revelado toda la verdad de su adolescencia, pensé que no lo haría...
Para ser sincero no creí que ese desquiciado hiciera eso, pensé que lo ocultaría y haría como si nada hubiera pasado, lo creí un cobarde pero creo que me equivoque.
Supongo que son las sorpresas que dan la vida, uno nunca sabe lo que puede ocurrir en un instante.
Creo que ahora menos que antes puedo tener una oportunidad con él, pero está bien, en parte me lo merezco, mi desconfianza e inseguridad acabaron con lo más bello que tenía...
No lo culpo, fui de lo peor, lo único que puedo hacer por él es ayudarlo a ser feliz, siempre y cuando no lo lastimen.
Hoy me toco cuidar a mi pequeña Hotaru que ya tiene 8 meses y se parece tanto a Hiroki, es tan hermosa, y Yamato lo veo cada día entre semana, tampoco quiero descuidarlo, aunque hoy era un día especial ya que tenía a mis dos hijos a mi lado.
-Usami-sama ha llegado la persona que le ayudará con los niños.
-¿Es decir la niñera? –comente.
-N-No precisamente "niñera".
-¿A qué te refieres? –pregunte.
-Es un chico.
-Vaya, -suspire- no pensé que un chico trabajará de cuidador.
-¿Lo hago pasar?
-Sí, llévalo a mi despacho en lo que voy a ver a mis hijos.
-Así será. –hizo una reverencia.
Pase a la habitación de mis hijos y los mire dormir, Yamato se ha encariñado mucho con su hermanita y me alegra que así sea, bese sus frentes y baje al despacho.
Al entrar mire a un chico rubio de ojos color carmesí que me llegaba hasta los hombros, camine hasta la silla y me senté haciéndole una indicación de que hiciera lo mismo.
-¿Tú eres? –pregunte.
-Mi nombre es Yudai.
-Mucho gusto, -estreche su mano- ¿Cuántos años tienes?
-Tengo 20. –me miro.
-¿Por qué trabajas como cuidador?
-Digamos que tengo sobrinos los cuales cuidaba cuando eran pequeños, y me encariño fácilmente con los bebés.
-Humm, -suspire- ¿tienes alguna recomendación?
-Así es, -me dio unos papeles- soy de confianza, he trabajado con algunas personas desde que tengo 15 años.
-Vaya, -me sorprendí al leer las referencias- se ve que eres muy responsable.
-Así es Usami-san. –comento.
Me quede revisando unos minutos sus papeles, y lo miraba, se ve tan tierno y tranquilo, seguramente mis hijos estarán a gusto con él cuando yo tenga que ocuparme de algún negocio o Hiroki tenga pendientes.
-Estas contratado muchacho. –sonreí y coloque mi mano en su hombro.
-¿E-Enserio? –se sonrojo.
-Sí, tu trabajo serán los fines de semana de las 10 a las 5.
-Aquí estaré puntualmente Usami-san.
-Eso espero Yudai.
-Le juro que no le fallaré.
-¿Quieres conocerlos? –ofrecí.
-¿Puedo hacerlo? –se sorprendió.
-Claro, -revolví su cabello y él se sonrojo- puesto que tendrás que convivir con ellos.
-G-gracias.
Subimos las escaleras hasta llegar a la habitación donde mis dos angelitos estaban durmiendo, Yamato en la cama y mi pequeña Hotaru en su cuna.
-Son muy lindos. –susurro.
-El niño es Yamato y la pequeña es Hotaru.
-Tienen su cabello Usami-san.
-Algo así, -sonreí- son lo que más quiero.
-Se nota. –sonrió- Prometo cuidarlos.
-Gracias.
Lo acompañe hasta la salida y le indique algunas fechas en lo que mis hijos venían entre semana para que me apoyará en poder ser un mejor padre.
En verdad este chico tiene una vibra muy linda y puro, me agrada...
---Ryu---
Estaba sentado en mi cama ya que me había cansado de estar caminando, Rin se mueve mucho e impide que de paseos largos, ya tengo 7 meses en los cuales afortunadamente mi niña no me ha dado mucha lata.
En una semana me casaré con Hayato por el civil, ya hemos mandado todas las invitaciones, incluso hable con mi hermano por si había algún problema que Akihiko asistiera a la boda, afortunadamente dijo que no había problema, que podíamos invitarlo.
Me alegro de saber que mi hermano será mi testigo junto con Akihiko. Aunque lo que me pareció sorprendente es que Hayato le haya dicho a Kaito y a Nowaki que sean sus testigos.
Trate de comprender el por qué eligió a Nowaki pero solo me dijo que lo consideraba una gran persona, y además era un socio de los que tenía.
Tuve que volver a hablar con Hiroki y comentarle lo que Hayato me había dicho él se quedó pensativo y dijo que no importaba, que no era la gran cosa.
Últimamente encontró a mi hermano un poco extraño, como si algo pasara a su alrededor y no quiere decirlo, espero que no sea nada malo porque en verdad amo a mi hermano y si él estuviera pasando por algo que lo daña me moriría de dolor.
Es mi único hermano, es mi mayor alegría, no entiendo que ha ocurrido...
¿Tal vez volvió a discutir con Akihiko?
¿El cambio?
No entiendo en lo absoluto, aunque él se muestra muy tranquilo al hablar conmigo pero también nervioso, solo quiero que él sea feliz...
La semana ha pasado rápidamente. Me encuentro en el carro que se dirige al registro civil donde me casaré con el amor de mi vida, Hiroki está a mi lado puesto le pedí que viniera conmigo.
-Tranquilo hermano, estás muy nervioso. –comento.
-Lo siento, es que no puedo, me gana la ansiedad.
-No pasa nada, -tomo mi mano- Hotaru y yo estamos aquí para apoyarte.
-Etto... Hiroki, acaso ¿estás engordando?
-¿Eh? –se sonrojo- P-Pero que dices...
-Es que te noto algo... ¿redondo?
-Son tus imaginaciones. –se abrigo más.
-No me digas que... -lo mire con sospecha.
-Ya l-llegamos. –comento relajado.
-Tú y yo tendremos una plática pendiente.
-Hai.
Al llegar al lugar Hiroki bajo primero con mi sobrina, el chofer me ayudo a bajar.
-Te ves bien vestido de blanco. –comento.
-Me gusta ese traje azul que traes hermanito, aunque...
-Deja mi gordura en paz. –hizo un puchero.
-Tan tierno. –pellizque su mejilla.
Llegamos hasta la sala destinada donde nos esperaban ya todos, Hayato se encontraba frente al juez vestido de negro y una rosa en su mano, a un lado de él estaba Kaito y su pareja, junto con Nowaki. Mientras que del otro lado estaba Akihiko, Hiroki camino hacia mi ex cuñado y le dio a Hotaru, yo respire profundamente y me acerque a Hayato.
-Tan hermoso. –acarició mi vientre.
-B-Baka. –me sonroje.
-Te amo Ryu. –beso mi frente.
El juez comenzó a dar una especie de ceremonia, Hayato me coloco el anillo y yo hice lo mismo, luego nos hizo firmar el documento donde nuestros testigos firmaron después que nosotros, apoyándonos en todo momento.
-Te amo Hayato y siempre será así. –murmure.
-Mi amor es tan grande que no cabe en mi pecho, así que quédate siempre conmigo.
Me beso tiernamente y nuestros invitados empezaron a aplaudir.
Al terminar nos dirigimos al salón que había rentado Hayato para la comida y una reunión, donde invite a Kaoru y Shinobu, y otras amistades que teníamos en común y en el hospital.
Pensé en un momento en invitar a Misaki, ya que mi amado esposo me conto todo lo que sufrió e hizo por mi cuando Dimitri me secuestro, que él fue el que estaba al pendiente de todo lo ocurrido, pero también pensé en mi hermano y Akihiko, tal vez aun no sea el momento para juntarlos ya que las heridas son frescas.
Al llegar al lugar todos nos acomodamos y empezamos a comer.
---Hiroki---
La boda de mi hermano aunque era sencilla es hermosa y me encanta verlo feliz.
Después de que le confesé a Nowaki la verdad, decidí tomar mi espacio y no lo he visto hasta hoy, ya que el coraje aún me invade, no puedo olvidar todo de la noche a la mañana, yo quiero que él sufra y se humille hasta que no pueda más, hasta que estas heridas sanen es cuando podré aceptarlo, ahora solo lo quiero lejos de mí.
Al llegar al salón estaba a punto de irme a sentar pero sentí como alguien tomaba mi brazo.
-Hiro-san. –me miro.
-¿Qué quieres Nowaki?
-Te he extrañado mucho, -susurro- no, más bien los he extrañado.
Al colocar una de sus manos en mi vientre la retire dándole un manotazo.
-No hagas eso. –gruñí.
-Pero...
-No quiero que me toques.
-Lo siento, -se disculpó- t-te traje esto.
Me dio un ramo de rosas, por una parte mi corazón sentía mucha alegría pero debo mantenerme fuerte. Suspire y le avente las flores a la cara.
-Odio las rosas.
-Hiro-san...
Me zafé de su agarre y camine a la mesa donde estaba Tsumori y Akihiko y me recargue en el hombro de Tsumori.
-¿Hiroki?
-No digas nada, solo déjame estar así. –murmure.
Él miro al frente y suspiro.
-¿Es por Kusama? ¿Sigues con lo de tu venganza? –murmuro en mi oído.
-Sí...
-¿Venganza? –enarco la ceja Akihiko.
-Etto... te lo diré lo juro. –susurre.
-Eso espero. –suspiro pesadamente.
-Sólo espero que no se te termine regresando. –comento Tsumori.
-No te preocupes, tendré cuidado. –comente.
-Hiroki, -acaricio mi cabello- solo no quiero que sufras.
-No creo sufrir más de lo que ya he sufrido.
Me quede en esa mesa junto a Tsumori y Akihiko que cargaba a mi hija, pude darme cuenta de que Nowaki estaba sentado en otra mesa, acompañado de Kaito y su novio, él me miraba y yo me recargaba en Tsumori o él me acariciaba el cabello uniéndose a mi venganza.
-No sé porque lo hago. –suspiro.
-Porque me estimas. –lo mire.
-Debe ser eso, -sonrió Tsumori- solo te ayudaré en lo necesario.
-Claro.
-Por favor Hiroki, piensa en lo que haces.
-Lo sé...
Una melodía comenzaba a sonar.
-¿Quieres bailar?
De pronto un recuerdo vino a mi mente...
-No puedo meterme tanto en tu vida, pero no quiero verte sufrir, así que no diré más porque ahora, -me limpió las lágrimas- haremos que él sienta lo mismo que tú, vamos a bailar.
-Pero, yo no sé...
-Nunca es tarde para aprender. –sonrió y me llevo de nuevo al lugar.
La música seguía siendo lenta, Tsumori me tomo de la cintura y nos colocamos en medio de la pista, empecé a seguir sus pasos lentos, con su mano libre coloco una de las mías en su hombro y me toma la otra entrelazando nuestros dedos.
-Solo sígueme... -murmuro.
Sentí mis mejillas arder puesto que tenía vergüenza, al voltear a los lados ya todas las parejas nos habían hecho espacio para que bailáramos a gusto.
-Bailas bien. –sonrió.
-No es verdad.
-Entonces aprendes muy rápido, -suspiro- me alegro, sé qué harás un gran trabajo cuando nos graduemos.
-Gracias por confiar en mi presidente.
-Te lo mereces, eres una gran persona con un sentido claro de justicia y sé qué harás todo bien. –me miro.
-¿Hiroki? –me llamo.
-Lo siento Tsumori, solo recordaba la primera vez que me invitaste a bailar. –sonreí.
-Entonces ya no hay pretexto. –rio.
Me tomo de la mano y me llevo al centro de la pista, donde comenzamos a bailar.
---Nowaki---
Un profundo dolor siento en mi pecho...
Después de no ver a mi amado Hiro-san y convivir con él y mis hijos, simplemente me ha rechazado, no quiere que lo toque o que me acerque.
Siento tanta necesidad de llorar de solo ver cómo está tan feliz a lado de Tsumori, como él lo abraza o lo hace sonreír.
Ahora ellos bailan en el centro de la pista, son la única pareja, ambos sonríen y se miran, no puedo soportarlo.
Muchas miradas me observan, algunas con lastima otras con odio, lo sé, me lo merezco pero no puedo soportarlo.
Lo amo tanto pero esto es demasiado para mi corazón, quisiera tomarlo entre mis brazos y llevármelo lejos pero solo conseguiría que me odiara más.
Tome mi abrigo y salí del lugar, me dirigí hasta mi auto y me subí.
Mi pecho duele tanto...
Ahora entiendo cómo te sentías tú al ser despreciado por mí Hiro-san...
¿Seré perdonado algún día?
¿Podremos ser felices?
No puedo rendirme, debo luchar, lo amo y por ese amor luchare por él y nuestros hijos...
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Hielo y Fuego (Nowaki x Hiroki)
Fanfic, Hay ocasiones que el amor es doloroso o al menos para ciertas personas... ¿cuánto estarías dispuesto a soportar por amor? Dos personas que se conocen desde hace mucho tiempo, siendo grandes amigos aunque con personalidades totalmente diferentes...