Hielo y Fuego (Nowaki x Hiroki)

CAPITULO 31 Decisiones.

---Hiroki---

Me quede impactado de lo que acababa de ocurrir. Ese estúpido se atrevió a besarme y lo que más me molesta es que no se de quien se trate, ese imbécil no tiene consideración de un hombre felizmente casado.

No entiendo porque me dijo esas cosas, no creo conocerlo, no pude ver su rostro, no puedo reconocer su voz, todo es tan confuso en mi mente que por más que trato de pensar no lo puedo asociar con alguna persona que conozca.

¿Tal vez me jugo una broma?

¿Alguien lo mando?

No lo entiendo y no quiero entenderlo…

Entré rápidamente a la casa en busca de ese tipo, pero no lo encontré, incluso le pregunte a algunas personas pero nada.

-Tú, -dije señalando a un mesero y me acerque a él- ¿Quién te dio esta nota?
-Y-yo no sé señor, no lo vi bien. –dijo nervioso.
-No mientas. –gruñí.
-Se lo digo enserio. –susurro temeroso.
-Maldición, -chasquee la lengua- retírate.
-Con permiso.

Camine de nuevo hacia la mesa donde se encontraba Akihiko.

-¿Dónde estabas mi amor? –pregunto cuando me senté a su lado.
-Solo dando una vuelta. –suspire.
-¿Paso algo? Es que te noto un poco alterado. –me miro.

Una parte de mí quería decirle lo ocurrido, pero conozco como es su carácter empezaría a buscar a ese tipo hasta encontrarlo, incluso sospecharía de todos los presentes.

-Nada solo que me siento un poco nervioso. –comente.
-¿De nuestra noche de boda? –sonrió ampliamente.
-B-baka. –me sonroje.
-Te amo. –me beso.

En todo lo que quedo de la fiesta platicamos con todos los invitados, me acerque donde se encontraban mis inversionistas, Wataru, Tsumori, Nowaki que ya había llegado y Kaito que se juntó con nosotros en la mesa.

Platicamos acerca del rumbo de nuestros negocias, al igual que charlamos acerca de un viaje que haríamos en el extranjero ya que hablaríamos con otras empresas para poder hacer alguna asociación de empresas.

Luego de un par de horas tanto Akihiko como yo nos cambiamos de ropa y nos despedimos de todos nuestros invitados y nos dirigimos hacia su automóvil ya que pronto saldría nuestro vuelo para nuestra luna de miel que duraría 2 semanas en Rio de Janeiro.

Al llegar al aeropuerto nos subimos en al avión con rumbo a nuestra luna de miel.

---Nowaki---

Me dio tanta rabia cuando mi amado Hiro-san se fue con ese imbécil, tenía ganas de separarlos de decirle que él es mío, que yo lo amo más que a nadie en el mundo, pero debo pensar bien las cosas, en cómo debo actuar y que debo hacer.

¿En verdad es necesario que me recuerde?

Tal vez si me llega a recordar haya la posibilidad que me odie y sea más difícil acercarme a él, tal vez tenga que enamorarlo así como está en este momento, no debo intentar recuperar su memoria, no al menos hasta que este seguro que me ama a mí.

-Nowaki, buenas noches. –saludo.
-Tsumori, ¿Qué hace aquí?
-Estaba a punto de irme hasta que te vi. –comento.
-¿Le puedo ayudar en algo? –pregunte.
-Quiero hablar contigo, ¿Qué te parece si vamos a un bar? Lo digo por la manera en que te mira Kaito, como si quisiera asesinarte. –se rio.
-Eso creo, -comente- claro, vamos.

Lo seguí en mi carro ya que después de platicar cada uno tenía que volver a su casa. Al llegar pedimos un par de cervezas y nos sentamos en una mesa cerca de la barra.