CAPITULO 43 Firma.

178 17 1
                                    


---Externo---

Un peliplata y un peliazul abordaban el vuelo de vuelta a Japón, ninguno se dirigió la palabra ya que habían hablado todo lo que tenían que decir.

El peliazul pensaba la manera de como acercarse a su castaño, no quería apresurar de nuevo las cosas, empezaría con una amistad y poco a poco enamorarlo como se debe.

Mientras que el peliplata deseaba llegar pronto y dirigirse a la oficina que le dijo su hermano para terminar con todos los tramites que había empezado, y así recuperar a su esposo, sabía que no tenía perdón pero en verdad amaba a Hiroki, y no quería dejarlo ir…

Un rubio sostenía a Hiroki ya que hace unos momentos se había desmayado de tantas emociones que lo llenaron por completo.

-Hiroki, -comentaba Tsumori moviéndolo un poco- Hiroki resiste.
-¿V-va a estar bien? –pregunto temeroso el castaño de ojos verdes.
-¿Qué demonios le hiciste? –gruño el rubio cargando a Hiroki como princesa.
-N-nada, solo discutíamos y…
-No tengo tiempo para eso.

El rubio llevo al castaño a su auto, recostándolo en los asientos de atrás.

-Todo estará bien Hiroki, muy pronto estaremos en el doctor.

Aquel rubio manejo lo más rápido que pudo hasta el hospital más cercano, se estaciono y saco aquel castaño que aún seguía inconsciente y lo llevo hasta la entrada.

-Por favor, necesito un doctor.
-Por aquí. –comento una doctora que se acercó a Tsumori con una camilla.

El rubio coloco a Hiroki en la camilla y se lo llevaron a revisión, le hicieron unas cuantas preguntas acerca de su estado y el rubio contesto lo que sabía.

Se sentó en una silla de la sala de espera ya que no podía dejar ahí a su mayor tesoro, pasaron un par de horas y pensó en llamarle a su ahora esposo pero recordó que no tenía su número, cuando estaba a punto de hablarle a Kaito la doctora apareció.

-Me gustaría que me acompañará a mi despacho. –comento.

Tsumori la siguió y entro a su oficina, tomo asiento frente a ella.

-¿Usted es la pareja del joven Usami Hiroki?
-No, yo solo soy un viejo amigo. –conteste el rubio.
-Entiendo, -tomo unos papeles y los checo- lo que pasa es que en su estado no debería tener emociones fuertes.
-¿En su estado?
-Así es, -comento mirando al rubio- Hiroki presenta un embarazo de dos meses.
-¿E-Embarazo? –se sorprendió.
-Sufrió una crisis que altero mucho sus hormonas, afortunadamente su bebé está sano, pero él debe evitar situaciones que lo estresen, los primeros meses son los más importantes. –dijo la doctora.
-¿Él cómo está? –pregunto el rubio.
-Se encuentra mejor, ya está despierto, también le dije los cuidados que debe tener, por favor cuando lo vea repítale que debe venir a revisión cada mes para ver cómo sigue su bebé.
-Así será doctora.
-Bueno lo llevaré hasta su habitación para que le haga compañía, es lo más recomendable, tal parece que no la está pasando bien.
-¿Por qué lo dice doctora?
-Sus ojos están hinchados, tiene unas pequeñas ojeras y su semblante muestra principios de depresión, él debe evitar todo eso, ya que el bebé siente todo lo que el sienta.
-Yo me encargaré, -comento- muchas gracias.
-No tiene por qué agradecer, por favor acompáñeme.
-Claro.

Ambos caminaron por los pasillos, aunque cierto rubio tenía un semblante un poco preocupado ya que no quería que aquel castaño le pasará algo y menos ahora que tenía un bebé creciendo en su vientre, sonrió de solo imaginar cómo sería su hijo.

---Hiroki---

Estaba sentado en una banca en Londres, mire hacia el cielo y todo estaba muy despejado, sentí el viento recorrer mi piel, cerré los ojos unos momentos y trate de imaginar un bello paisaje.

Hielo y Fuego (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora