Hielo y Fuego (Nowaki x Hiroki)

CAPITULO 79 Tormento.

---Hayato---

Mi amado había salido a llamarle a su hermano, yo empezaba a prepararme para la operación, tenía que quitar la bala antes que se moviera y dañara algún órgano. No puedo creer que lo hayan atacado, pobre.

-¡¡¡HIROKI!!! –escuche el grito de mi amado.

Le di instrucciones al otro doctor que me ayuda que empezara sin mí mientras que yo corría hacía la habitación donde estaba mi esposo.

-Ryu. –entre a la habitación.

Lo vi tirado en el piso aferrándose a su teléfono, estaba llorando, corrí hasta él y lo abrace, se acurruco en mi pecho mientras sus lágrimas no dejaban de salir.

-MI hermano. –sollozo.
-Mi amor, tranquilo, ¿Qué ocurrió?
-Se los llevo, -me miro- se los llevo.
-Ryu...
-Wataru se llevó a mi hermano y mis sobrinos.
-¿Qué?
-Se los llevo, -lloro- él los tiene, MALDITO SEA.
-Calma amor.
-NO PUEDO, TENGO QUE BUSCARLO TENGO QUE...
-RYU, -tome sus manos- mírame.
-NO PUEDO ES MI HERMANO.

Le mande un mensaje a un enfermero que trajera un tranquilizante, no quiero que Ryu se altere aunque ya lo esté, debe tranquilizarse, puede enfermarse si sigue así.

Abrace a mi pecho a mi amado que intentaba ponerse de pie y salir corriendo, sentí como trataba de empujarme hasta que el enfermero llego y le dio la inyección, se la aplique en su brazo y poco a poco su cuerpo se comenzaba a relajar.

-¿Por qué Hayato?
-Mi amor estás muy alterado, debes relajarte.
-D-Debo encontrar a mi hermano.
-Prometo hacer hasta lo imposible por encontrarlo, -tome su mentón y lo obligue a mirarme- así que trata de estar en calma, yo me encargare de todo.
-Tengo miedo.
-Lo sé, pero no ganas nada alterándote.
-Mis sobrinos...
-Tranquilo. –bese su frente- Solo cuida a nuestra niña en lo que yo lo buscaré.
-Gracias. –sollozo.
-Shhh, duerme amor mío.

Después de unos minutos cerro los ojos y su respiración se apaciguo, lo cargue colocándolo en la cama, bese su frente y le dije al enfermero que lo cuidara.

Tome mi cartera y salí del hospital rumbo a la estación de policías, mande algunos mensajes a los detectives que nos ayudaron en la búsqueda de Kaito.

Pensé que ese hombre se había ido lejos, que tenía miedo de ser arrestado y se fugó a algún país, pero me equivoque.

El maldito de Wataru regreso para vengarse, ese tipo es de lo peor, se atrevió a llevarse a Hiroki con sus hijos, solo espero que no le pase nada.

Afortunadamente varias personas vieron lo que ocurrió y algunos ya fueron a testificar, fue lo que me dijo el camillero que trajo a Nowaki, yo tengo que ir a la estación para poder investigar un poco más para saber si ya han averiguado algo al respecto.

Pobre de mi amado, está sufriendo mucho por su hermano y nuestros sobrinos, le prometí que yo me encargaría y eso haré.

Al llegar a la estación vi a varias personas un poco nerviosas hablando de un atentado pro un hombre pelinegro, que le había disparado a otro y se había llevado a un castaño con unos bebes.

Me acerque a ellos para escuchar mejor y así enterarme de lo que sucedía, les envíe un mensaje a los detectives y algunos militares que conozco diciéndoles acerca de lo que había ocurrido y que los vería en el lugar.

-Por lo que más quieran, que estén bien...

---Akihiko---

Soy el hombre más feliz del mundo, mi lindo niño va a tener un hijo, ¿Qué más puedo pedirle a la vida?

Yudai le da sentido a mi vida.

Pensé que después de lo que ocurrió con Hiroki, ya nunca podría amar de nuevo, que me quedaría eternamente enamorado de él, pero, mi niño apareció, sin pensarlo comencé a fijarme en Yudai, en sus actitudes, sus reacciones, y simplemente me enamore de él...

Estuve a punto de perderlo por no saber qué decir, por no aclarar mis sentimientos a tiempo, estuve a punto de matar a dos sujetos por intentar tocarlo sin su permiso, intentar abusar de él, en verdad quería matarlos, pero Yudai me detuvo.

Me alegre tanto cuando supe lo que sentía por él, cuando el amor surgió en mi corazón, tener ganas de sostenerlo y jamás soltarlo.

Hablar con su padrastro fue una batalla campal, aunque Yudai no se enteró de nuestra conversación.