CAPITULO 73 Héroe.

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---Nowaki---

Todas las cosas que nos contó Ryu son tan sorprendentes, no puedo creer que estemos frente a una persona tan desalmada, que quiere herir a todo aquel que se le cruza enfrente, juro que haré todo lo posible para que Hiro-san esté a salvo, no permitiré que se le acerque a mi familia, lo encontraré y lo llevaré ante la justicia sino es que antes le doy una paliza.

-Lo mejor es contratar a agentes de seguridad. –comento Hayato.
-Yo pienso lo mismo, -comento Ryu- me sentiría más tranquilo si ustedes están siendo protegidos por alguien.
-Pero... -comenzó a decir mi amado.
-Será lo mejor para nosotros Hiro-san, -tome su mano- conseguiré a personas de seguridad privada, mi prioridad son ustedes, no permitiré que les pase algo.
-Nowaki, -me miro con ojos cristalinos- no te atrevas a dejarnos.
-Nunca lo haría, te amo. –lo abrace.
-Yo también te amo. –susurro.

Hayato abrazo a Ryu tratando de tranquilizarlo un poco.

-Y sí... -comenzó a decir Ryu.
-¿Sí? –lo miro Hayato.
-¿Sí se vienen a vivir con nosotros? Digo hasta que arresten a ese loco.
-Ryu tiene razón, además tenemos algunas habitaciones extras aquí, creo que Ryu estaría más tranquilo al tener a su hermano cerca, además nosotros podremos cuidarlos ya que somos dos.

Mi amado me miro y yo besé su frente.

-¿Qué dices Hiro-san?
-Me sentiría más seguro si somos más y también tendré la seguridad que tú estés a salvo, aunque tengo miedo que por quedarme con ustedes él...
-No nos pasará nada. -comente.
-Entonces, -suspiro mi amado- aceptamos tu oferta hermano.
-Me alegro.

Ryu se levantó de su asiento y abrazo a mi Hiro-san.

Seguimos platicando los cuatro hasta que se escuchó el llanto de un bebé, Ryu se disculpó diciendo que iría con su hija y Hiro-san dijo que lo acompañaría ya que quería ver a Rin.

Me quede en la sala con Hayato que se veía bastante serio.

-¿Ocurre algo? -lo mire.
-La verdad sí, -suspiro- aún tengo cosas que contarte sin que ellos se enteren.
-¿Tan malo es?
-Creo que un poco, dependiendo como lo mires, solo que no quiero preocuparlos más de lo que están.
-Sí por mi fuera, -suspire- no le diría nada a mi amado y me la pasaría a su lado todo el tiempo.
-Lo se Kusama, así que préstame atención.
-¿Qué ocurre?
-Desde que nos enteramos quien era Wataru Kenji me la he pasado investigando acerca de él, incluso hable con Kaito.
-¿Qué fue lo que hablaron?

Esto también solo lo sabe Kaito, tal parece que ese imbécil de Wataru hizo negocios sucios por debajo de la empresa.

-¿Qué?
-Fue tan inteligente que no fue detectado, ahora Kaito está tratando de que esos negocios no salgan a la luz porque...
-Hiro-san saldría perjudicado ¿verdad?
-Sí. –suspiro.
-MALDITO WATARU, LO MATARÉ. –gruñí.
-Nowaki tranquilízate, -coloco su mano en mi hombro- si te pones así nuestras parejas se podrán enterar y no es lo que queremos.
-Lo siento, pero ese desgraciado...
-Estamos haciendo lo posible porque no pase a mayores.
-¿Cuáles fueron sus negocios sucios? –pregunte.
-Lavado de dinero y drogas.
-Maldición. –chasquee la lengua.
-Ahora que estas aquí será muy fácil proteger a nuestros amados, al igual que ayudar a Kaito e Iori su pareja, que nos está ayudando moviendo mucha influencia.
-Haré todo lo que me pidan.
-Muchas gracias, -suspiro- por el momento quiero que cuides a mi amado también en lo que yo "vuelvo al trabajo".
-Te lo prometo.

Tanto Hiro-san y Ryu bajaron a la sala con sus hijas en brazos, caminamos al comedor para comer mientras nos poníamos de acuerdo para mudarnos con ellos.

"Sí es necesario daré mi vida para que nada te pase Hiro-san, no dejaré que los lastimen..."



---Akihiko---

Después de la plática que tuve con Kusama me quede pensando en Yudai, en verdad ese chico hace mi corazón vibrar, no puedo apartarlo de mi lado, sé ahora que lo quiero, necesito aclarar mis sentimientos con él, quiero verlo.

Sus labios son tan suaves y deliciosos, en verdad ese chico es impresionante, lo quiero, lo necesito, lo extraño.

Tome mi chaqueta y mis llaves.

-¿Usami-sama?
-Saldré un momento.
-El señor Walter le llamo hace un momento y dijo...
-Ahora no Lila, ahora no.
-Es importante, -comento- es sobre su exposición.
-Tengo algo que hacer, lo siento.

Salí de mi casa y me subí a mi deportivo. Maje rumbo a la Universidad puesto tenía que ver a mi pequeño. Mire la hora de mi celular.

-Ya es tarde, tal vez él...

Estaba a punto de regresarme pero algo me impulsaba a seguir mi camino.

-Tal vez se quedó estudiando, aunque...

Recordé cuando lo encontré con ese maldito peliverde, me empezaba a hervir la sangre de solo imaginar que estuvieran juntos, no puedo permitirlo.

Llegue a la Universidad y estaba algo vacía.

-Mmm. –murmure- ¿Debería llamarlo?

En toda la semana intente comunicarme con él pero nunca me contesto, solo espero que ahora si me conteste.

Camine directo a la Universidad entrando por la puerta principal mientras marcaba su celular. Timbro como 5 veces pero no contestaba.

Así que empecé a pasear por los pasillos de la Universidad y volví a marcar.

Un sonido me saco de mis pensamientos, el ruido de un celular, así que colgué para comprobar si era el de mi niño.

En cuanto colgué el sonido ceso. Volví a marcar y comencé a seguir el ruido del celular hasta llegar a una puerta que tenía un nombre hasta arriba. "Salón de fotografía"

Guarde mi celular y abrí la puerta.

Todo mi ser se llenó de rabia ante la imagen que presenciaba.

Un peliverde estaba besando el pecho desnudo de Yudai mientras otro estaba masturbándolo.

-B-Basta. –sollozo mi niño.
-Ya lo quiero meter aquí. –dijo ese peliverde metiendo su dedo en la entrada.

No pude aguantar más, camine hasta ellos y patee fuertemente al peliverde aventándolo lejos de mi Yudai, luego tome de los cabellos al otro chico y lo golpee con todas mis fuerzas.

-A-Akihiko. –me miro Yudai.
-No hables amor mío, -me arrodille y lo abrace- yo me encargaré de todo.

Besé su frente y me quite mi chaqueta poniéndosela encima de sus hombros.

Esos mocosos comenzaban a pararse y sin pensarlo me les fui encima, el maldito peliverde le dio otro golpe en el estómago y en su mejilla, mientras al otro lo patee y empecé a pisar su mano.

-B-BASTA. –suplico.
-No, -gruñí- te arrepentirás por tocar a mi Yudai.
-Aggg s-suéltame.
-Te mataré.
-Akihiko-san, no más, llévame a casa. –sentí los brazos de Yudai rodearme la espalda.
-Estas basuras se...
-Por favor, vámonos, no quiero estar aquí. –lloro.

Respire profundamente y cargue a Yudai, mire a esos idiotas y rechine los dientes.

-Les juro que esto lo pagaran muy caro, se los prometo...

Camine hasta mi auto mientras Yudai se aferraba a mi cuello.

-Usami-san, gracias, gracias...
-Tranquilo mi niño, no dejaré que te pase nada.
-Lo siento, lo siento.
-No tienes por qué disculparte.
-Lo hago porque es necesario, -me miro- si te hubiera hecho caso tal vez esto no...
-No digas nada más, te llevaré a mi casa.
-C-Chris... -murmuro.
-¿Quién?
-E-Es mi padrastro, n-no quiero preocuparlo.
-Prometo que le llamaremos al llegar a casa.
-Te quiero, -susurro- en verdad te quiero.
-Lo sé Yudai.
-Siento mucho haberte molestado con mis sentimientos, déjame trabajar para usted, prometo no mencionar nunca lo que siento por ti, solo...

Besé a Yudai dulcemente mientras él se estremecía entre mis brazos.

-N-No lo haga por favor, -me miro- solo me ilusiono.
-Entonces...
-Por favor Akihiko-san, no me diga nada más, solo acépteme de nuevo, prometo dar lo mejor de mí.
-Eres bienvenido, Hotaru estará feliz cuando te vea.
-Gracias. –sonrió.

En cuanto se tranquilice le diré mis sentimientos, ahora lo importante es que Yudai está en mis brazos y pienso protegerlo, pero primero me encargare de esos idiotas...



---Kaito---

Me quede en la empresa ya que Iori pasaría a media noche por mí, así que empecé a adelantar mi trabajo.

-Vaya sí que amas lo que haces.
-WATARU. –me sorprendí.
-Hola. –sonrió.
-¿Qué haces aquí?
-Pensé que encontraría a Hiroki, pero ya veo que no.

Ese maldito desgraciado nos está haciendo la vida imposible, no puedo permitirlo más. Estaba a punto de tomar mi celular hasta que escuche un ruido extraño.

-Yo que tú no lo haría.

Lo mire y tenía una pistola apuntándome.

-Eres un infeliz. –gruñí.
-Lo sé, -rio- ahora camina hacía aquí.
-¿Qué?
-MUEVETE.

Camine hacia él y un hombre corpulento entro a la oficina.

-¿Cómo es qué?
-Mate a todos los de seguridad, fue sencillo.
-E-Estás loco.
-Vamos amarra a ese estúpido, nos servirá de mucho.
-Si jefe.

El tipo corpulento me sujeto de los brazos y me amarra, me puso una mordaza en la boca y me cargo.

-Perfecto, aquí empieza mi venganza. –sonrió y coloco un sobre en mi escritorio.

Esto es una locura, quien es este tipo...

Hielo y Fuego (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora