CAPITULO 58 Resentimiento.

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---Ryu---

Una semana, no puedo creer que el tiempo sea mi peor aliado, he pasado tanto tiempo aquí, tengo mucho miedo, miro el calendario y sé que cada día mi vientre comenzará a notarse más, si agradezco tanto que Dimitri tome mi aumento de apetito como una broma, aún no ha sospechado y espero no lo haga.

¿Por qué no puedo ser feliz?

¿Por qué tuvo que fijarse en mí?

No soy muy atractivo, al menos no me considero así, no tengo mucho dinero, no soy especial, ¿por qué fijarse en alguien como yo?

No quiero seguir aquí, quiero estar al lado de Hayato, sentir sus caricias, sus tratos, que me mime y le hable a nuestro bebé, el dormir juntos y abrazados, sentir su calidez y amor, quiero irme de este lugar, sino es con Hayato no quiero estar con nadie más.

Dimitri me ha dejado estar paseando por toda la casa, ya que no hay lugar para que pueda escapar, las ventanas tienen una especie de vidrio resistente, intente romper una ventana cuando Dimitri salió pero ni un rasguño recibieron, la puerta tiene muchos seguros, no hay ni puertas traseras o algún lugar por donde escapar...

No hay nada...

Estoy encerrado...

No tengo escapatoria...

-Buenos días amor, -saludo Dimitri entrando a mi habitación- te he traído unos ricos bocadillos.
-Gra... -no termine de hablar porque me fui corriendo al baño.

Me dieron muchas nauseas al percibir el aroma a dulce que desprendían aquellos bocadillos.

-Ryu, ¿te encuentras bien? –pregunto Dimitri mientras sobaba mi espalda- ¿Quieres que traiga un médico?
-NO. –grite- N-no es necesario.
-¿Acaso me ocultas algo? –sentí su mirada.
-EN lo absoluto. –me pare y me cepille mis dientes.
-Ryu, -me tomo del brazo y me llevo a la cama- está es tu última oportunidad, ¿Qué me escondes?
-N-Nada.
-NO ME MIENTAS, -se colocó encima de mí- ¿QUÉ ME OCULTAS?

Me apretó las muñecas y empezaba a recargar su rodilla en mi vientre.

-E-Estoy... -solloce.
-RYU... -bajo su rodilla.
-Estoy embarazado. –comencé a llorar.

Tengo demasiado miedo, no quiero perder a mi bebé, por favor Hayato ven pronto por mí, no dejes que nos pase nada.

-¿Qué acabas de decir? –mascullo.
-Dimitri por favor no me hagas nada. –suplique.
-ES DE ESE ESTÚPIDO ¿VERDAD? –grito.
-Dimitri.
-NO LO PERMITIRÉ, NO DEJARÉ QUE NAZCA. –sus ojos echaban fuego.

Sentí como todos los colores se iban de mi cara cuando él se levantó y empezaba a caminar, me abalance hasta tomarlo der su brazo y arrodillarme.

-Dimitri te lo ruego no lo hagas por favor. –suplique.
-ESE BASTARDO...
-Haré lo que sea Dimitri, pero no le hagas nada a mi hijo te lo ruego en verdad te lo suplico, n-no me lo quites, es mi hijo.

Él gruñó y se incoo frente a mí.

-¿Tanto quieres a ese bebé? –me toco el vientre.
-Sí. –susurre.
-Debo admitir que no me gusta verte sufrir así pero este bebé no es mío, pero te lo dejaré conservar siempre y cuando no me hagas enojar Ryu, al fin y al cabo no saldrás de este lugar, pero debo castigarte.
-¿C-Castigarme? –lo mire.
-Dijiste que harías lo que yo quisiera ¿cierto?
-... -me quede sin palabras.
-Pues, -se levantó dejándome en el suelo y se quitó su cinturón- lámelo Ryu.
-¿Q-Qué? –me sorprendí.
-No me hagas enojar, -sonrió mientras se desabotonaba el pantalón- no te haré nada más por ahora, así que hazlo.
-N-No quiero.
-LO HARÁS POR LAS BUENOS O POR LAS MALAS, ¿TU DECIDES?

Esto no puede estar pasando, no quiero hacerlo, no debo.

-Tsss, -chasqueo la lengua- lo haré yo.

Me apretó del mentón y sentí como algo invadía mi boca, me asqueaba, me ahogaba, no podía ver con claridad, me costaba trabajo respirar.

-Ni te atrevas a usar los dientes.

Tomo mi cabeza entre sus manos y sentí como empezaba a moverme, como su miembro entraba y salía de mi boca.

-Y-Ya casi. –jadeo.

No podía con esto, no quería hacerlo, tan asqueroso, horrible por favor que esto termine.

Después de un rato más termino corriéndose en mi boca y se acomodó el pantalón de nuevo.

-Trágalo todo. –sonrió.

Yo empecé a toser y a escupir todo lo que Dimitri dejo en mí.

-Ryu te amo. –tomo mi mentón y me beso.

Una mezcla de su saliva y semen, no puedo más quiero irme.

-Uno de estos días te haré mío apropiadamente y en cuanto nazca este niño sembrare mi semilla en ti para que quedes embarazado.
-D-De lo peor. –susurre.
-Descansa. –se salió de la habitación dejándome encerrado.

"Hayato por favor, te lo ruego sálvanos que no podré seguir así..."



---Hiroki---


Una semana ha pasado en la cual he pensado la manera de vengarme de Kusama, he estado pensando tato, pero hay dos sentimientos fuertes que tengo hacía él, pero no debo, no puedo seguir así.

En esta semana le hable a Akihiko para que viniera por Hotaru, ya que le tocaba a él para que la cuidará, le dije que se la llevará a Japón y yo los alcanzaría después, un poco extrañado acepto llevársela.

-¿Ha paso algo Hiroki? –me tomo de las manos.
-Nada, -mentí- no te preocupes Akihiko, solo cuida a nuestra hija, pasado mañana los alcanzo.
-Hiroki, -se acercó a mí y tomo mi mentón- no me gusta esas ojeras que llevas, ¿Qué ocurre? ¿Puedo ayudarte? Sabes que cuentas conmigo para lo que sea.
-Nadie me puede ayudar. –lo abrace- Solo yo puedo hacerlo.
-Hiroki no enfrentes las cosas tú solo por favor, sabes que eres lo más importante en mi vida junto con nuestra hija, -coloco mi mano en su pecho a la altura de su corazón- Hiroki confía un poco más en mí, sé que te hice daño pero todo mi amor es sincero y quiero ayudarte.
-A-Akihiko...
-Hiroki te amo, -beso mi frente- por favor no dudes en decirme nada, quisiera tanto besarte y decirte todo lo que te amo pero no quiero presionarte, además tus sentimientos cambiaron pero eso no significa que no luchare por ti.
-... -volví a abrazarlo y él me correspondió.
-No olvides que estaré siempre para ti, así que no tardes, me gustaría que fuéramos a pasear como una familia, y no te preocupes, ya le dije a mi abogado que no mueva nada, quiero que te sientas bien.
-Gracias. –susurre.
-No tienes porque mi amor. –beso mi cabeza.

Acompañe a Akihiko y a mi hija al aeropuerto, me duele separarme de ella, pero él tiene que pasar tiempo con ella así lo acordamos.

Akihiko es un gran hombre, aunque me engaño yo lo perdone pero no me puedo perdonar a mí, tengo un carácter explosivo, tal vez termine solo pero eso es lo de menos, Akihiko se merece alguien mejor, que lo ame como se lo merece, es tan bueno y caballeroso...

Siento algo por Akihiko, pero no se compara por lo que siento por Nowaki, un amor y un odio, vaya que ambivalencia, hacerme amarlo y odiarlo al mismo tiempo, aunque el rencor y resentimiento gobierna mi corazón, no puedo dejarlo así, él debe pagar todo el dolor que me causo, y seguramente se lo causo a más.

Al terminar la semana le mande un mensaje a Nowaki que lo vería en la noche en el bar más cercano, que tenía que hablar con él.

-Hiroki.
-¿Qué ocurre Tsumori? –lo mire.
-¿En verdad piensas seguir con tú plan? –me miro.
-Sí, -suspire- él me ha hecho mucho daño y sé que también lastimo a otras personas, por eso debo de regresarle todo lo que ha hecho.
-Pero, -se colocó delante de mí- ¿Qué sientes por él?
-Rencor. –comente.
-No Hiroki, no te engañes, -me tomo de los hombros- lo amas ¿cierto?
-N-No digas tonterías yo jamás podría... -una lágrima cayo por mis mejillas.
-Estás a tiempo de cambiar de opinión.
-No lo hare, -lo aparte y me limpie las mejillas- este sentimiento desaparecerá, no dejaré que se instale de nuevo en mi corazón, ya no...
-Hiroki.
-Es mejor que vuelvas a Japón Tsumori, yo volveré pasado mañana-
-Te esperaré.
-No es...
-Te voy a esperar. –sonrió- No quiero dejarte con ese lobo.
-¿Ahora me apoyas?
-Siempre estaré de tu lado y lo sabes. –me miro.
-Gracias. –sonreí a medias.

Me quede leyendo un libro para matar el tiempo de la espera, cuando vi el reloj, deje el libro en la mesa y respire profundamente. Salí del departamento y camine hasta el bar, muchas personas se me quedaban viendo, supongo que exageré en mi vestimenta. Me coloque un pantalón algo pegado y una camisa igual que reflejaba mi figura y con el cuello descubierto, mi camisa no tenía mangas, me revolví un poco el cabello.

Al llegar al bar encontré a Nowaki sentado en la mesa más lejana, suspire y me acerque hasta él.

-Hiro-san. –me miro de la cabeza a los pies.
-Hola, N-Nowaki. –trate de sonar serio.
-Yo... -se levantó- en verdad yo.
-No hables, -sonreí coquetamente- solo ámame.

Lo tome de la corbata y lo hale hacía mí y lo bese apasionadamente, sentí como quería decirme algo pero coloque mis brazos en su cuello y él me tomo de la cintura.

-H-Hiro-san. –sonrió.
-¿Y qué hacemos? –cruce los brazos.
-Por favor siéntate. –me arrimo la silla.
-Gracias.

El mesero se acercó a nosotros, me miro y sonrió coquetamente, yo solo me mordí el labio y lo mire, escuche un gruñido de Nowaki y decidí mirarlo. Ordenamos un par de bebidas y tomamos un poco.

-Hiro-san en verdad lamento lo que paso, he cambiado y...
-No pasa nada, es cosa del pasado. –suspire.
-Pero.
-Déjalo así, -mire mi reloj- lo siento debo irme.
-¿A dónde irás? –me tomo de la mano.
-Tengo una cita con un pretendiente.
-¿Qué? ¿Cita?
-Sí, -lo bese- nos vemos después.
-Yo creía que tú y yo...
-Sabes Nowaki, -me levanté- si no mal recuerdo no somos pareja, así que no me debes de prohibir nada, además soy joven y apuesto, ¿no crees?
-Yo te amo...
-Entonces...
-Déjame demostrarte mi amor. –me miro.
-Mmm, entonces, -sonreí- convénceme.

Se acercó a mí y me beso apasionadamente, coloco sus manos en mi cadera.

Mi corazón latía desenfrenadamente, pero también el coraje me invadía...

"Sentirás lo mismo que yo Nowaki eso te lo aseguro.."  

Hielo y Fuego (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora