CAPITULO 65 Capricho.

149 14 1
                                    


---Hiroki---

Ha pasado ya un mes desde que fue la boda de mi hermano, él se fue a la playa más cercana porque no está en condiciones para viajar por avión por su estado, solo falta un mes para que tenga a su hermosa niña, mi sobrina Rin, mi hija tendrá a alguien con quien jugar y eso me alegra demasiado.

Al igual en todo este tiempo no he visto a Nowaki, creo que será lo mejor, a pesar de todo aun no puedo estar a su lado, para que eso pase debo perdonarlo por completo y aun me resisto a hacerlo...

Ese día de la fiesta se marchó antes, y me supuse porque, creo que en parte se lo merecía, supongo que me comporto como si fuera un niño al querer vengarme de esa forma, pero como hacerlo entonces, quiero que todo este coraje se vaya de mi interior, quiero dejar a un lado todo el dolor...

Empezar de cero...

Hoy me quede en la casa a cuidar a mi Hotaru, ya está muy grande, tiene nueve meses y pronuncia muy pocas palabras, al menos ya dice papá y Akihiko se encargó que a mí me llame mamá. Lo regañe esa vez que me dijo mi niña por primera vez mamá, aunque me sentí tan feliz.

Pronto cumpliré cuatro meses, y mi vientre se ve muy abultado, demasiado diría yo, me alegro que no he visto a mi hermano pero se lo tendré que decir lo quiera o no.

Como estaba cansado de seguir encerrado le dije a Kaito que iría a la empresa para encargarme de algunas cosas y sentirme útil, él no se negó, así que le comento a Akihiko, me dijo que si quería él se quedaba con nuestra hija pero le dije que no era necesario, yo podría cuidarla.

Los únicos que saben de mi estado son Akihiko, Kaito y Nowaki...

Aun no entiendo porque se lo dije, solo fue un impulso, así como un maldito impulso que no le exigí que se protegiera...

¿Pero qué rayos iba a saber yo?

En fin eso ya es pasado, y ahora tengo que velar por cuatro angelitos, así que solo me enfocaré en ellos ya que son mi vida entera.

Me dirigí a la casa de Akihiko ya que hoy le tocaba cuidar a nuestra pequeña niña, le prometí pasarla a dejar y de ahí me pasaría a lo oficina para checar los últimos pendientes porque Kaito me pondría al tanto de la situación.

Al llegar a la casa toque la puerta y Akihiko salió.

-Buenos días Hiroki. –sonrió.
-Buenos días, -salude- ¿Cómo has estado?
-Bien, -cargo a Hotaru- gracias por traer a nuestra hermosa princesa.
-Entonces, -suspire- nos vemos el lunes.
-Me parece bien, -sonrió- cuídala mucho.

Bese su cabeza y la abrace.

-Tú también Hiroki y cuida a estos lindos niños. –acarició mi vientre.
-Lo haré.
-No comas chucherías.
-Akihiko. –me queje.
-Se perfectamente que tus antojos son chocolates y comida chatarra.
-A v-veces. –me defendí.
-Supongo, pero mantente a dieta.
-No estoy gordo...
-Solo embarazado. –rio.
-Algo así...
-Bueno cualquier cosa avísame. –acarició mi cabello.
-Gracias Akihiko.

Me despedí de él y me subí a un taxi, manejaría hasta la empresa pero sinceramente me siento cansado y prefiero ir solo.

Al llegar todos me recibieron con una calurosa bienvenida y una de las secretarias me acompaño hasta la oficina principal. Abrí la puerta y encontré a Kaito revisando unos papeles y a su amante Iori leyendo un libro.

-Buenos días. –salude.
-Hiroki, me alegra verte.

Cuando Kaito estaba a punto de abrazarme Iori lo tomo de la cintura y lo pego más a él.

-¿Enserio? –lo miro con reproche.
-Lo puedes saludar desde lejos, no hace falta tanta muestra de afecto.
-Eres imposible. –suspiro Kaito.
-Yo también te amo. –sonrió el peliverde.
-Iori deberías de dejar de ser tan celoso con Kaito, él es como un hermano para mí. –comente.
-Aunque fueran de sangre no puedo dejarlo ni un segundo.
-¿No confías en mí? –pregunte.
-Lo siento no confió en nadie, solo en mi amante. –lo abrazo más fuerte.
-IORI YA BASTA. –lo regaño.
-Está bien pero esto te costará caro. –sonrió.
-Humm, este vamos Hiroki para que te muestre los papeles.
-Claro.

Caminamos hasta el escritorio y comenzó a explicarme cómo iban los negocios, los nuevos arquitectos que contrataron y los planos de algunos edificios que empezaríamos a construir por zonas conocidas.

Al terminar se despidieron porque ambos irían a buscar una casa para los dos, ya que querían vivir juntos.

Yo me quede en mi escritorio revisando cada documento que había a la mano. Tanto me quede concentrado que las horas pasaban y para mí solo habían pasado minutos. Escuche unos golpecitos en la puerta.

-Adelante. –comente acariciando mi vientre.
-Tanto tiempo Hiroki.

Levante la mirada y me sorprendí.

-W-Wataru... -murmure.
-Te extrañe hermoso castaño...



---Misaki---

Después de hablar tanto tiempo con Haruhiko decidimos que nos iríamos a vivir al extranjero, que era lo mejor para ambos, además él había recibido una propuesta de trabajo y yo lo apoyaré en todo lo que pueda.

Así que armado de valor me dirigí a la casa de Akihiko, tenía que charlar con él acerca, para decirle que me llevaría a nuestro hijo.

Llegue a su casa y amablemente me hizo pasar, me condujo hasta la sala y me ofreció algo de tomar.

-Akihiko debo hablar contigo.
-¿Le paso algo a Yamato?
-No es eso, -suspire- yo, me iré...
-¿Eh?
-He hablado con Haruhiko y ambos decidimos que nos iríamos de este país, nos mudaremos a Alemania.
-Yamato... -susurro.
-Lo siento, -baje la mirada- me lo llevaré conmigo, sé que es tú hijo pero yo no podría dejarlo aquí.
-...

Él se quedó callado mirando por la ventana.

Aunque no quiera admitir que se siente triste su mirada lo delata, su forma de respirar y sus gestos, sé que le duele que me tenga que llevar a nuestro hijo, pero... no hay otra opción.

-LO entiendo. –sonrió a medias.
-A-Akihiko...
-Nuestro hijo necesita más el cariño de una familia que este completa, yo no pudiera darle ese amor que merece, además sé que está en buenas manos.
-Yo en verdad...
-Lo sé Misaki, -se levantó y revolvió mi cabello- cuidarás muy bien de él. Y Haruhiko es un buen ejemplo a seguir para nuestro niño, por favor te pido que me permitas visitarlo de vez en cuando.
-No tienes por qué pedirlo, es tú hijo.
-Gracias. –sonrió.
-No hay de que...
-¿Cuándo se irán?
-Dentro de un mes.
-Vaya, es muy pronto.
-Supongo.
-Entonces ¿Me permitirías quedarme todo este tiempo a Yamato?
-Sí...

Comenzamos a charlar acerca de mi próximo viaje, lo que me gustaría hacer y a donde ir. Charlábamos como si fuéramos dos grandes amigos.

Yo fui de lo peor...

Si no me hubiera encaprichado con él, Usagi-san estaría feliz a lado de Kamijou, serían una hermosa pareja cuidando a su hija...

Fui de lo peor...

Si pudiera hacer algo para regresar al pasado y evitar todo esto lo haría, en verdad, fui tan estúpido pero tal vez...

Creo que debo hablar con Hiroki y disculparme, tal vez ellos aun tengan solución, debo reparar mis errores, tan siquiera poder ayudarlos un poco.

-Lamento todo lo que ocurrió Usagi-san.
-Ya es pasado Misaki...
-Pero yo...
-No importa, ya hay que dejarlo así...

No, no puedo dejarlo así, yo tengo que hablar con Hiroki...

-Lo siento pero no lo dejaré así. –me levante.
-¿Misaki?
-Nos vemos después.

Salí de su casa y me dirigí hacía la mía para averiguar algo sobre Hiroki, ya que no me iré este país sin antes hablar con él...



---Nowaki---

Un mes y no he sabido nada de mi Hiro-san, todos los días buscaba como dar con él, pero nadie me decía nada, nadie sabía de él y eso me frustraba bastante...

Lo necesito a mi lado, tengo que cuidar a mis bebés, tengo que cuidar a mi familia, es lo más importante para mí.

Decidí darme una vuelta a la empresa y hablar con Kaito, hace mucho que no charlamos, es quien me escucha e Iori me aconseja de que debo darle espacio a Hiroki, pero en verdad es difícil para mí, es lo que más amo y no me rendiré tan fácil.

Al llegar me encontré con ellos dos en la salida.

-Hola Kusama. –saludo Kaito.
-Kaito, Iori, ¿Cómo están?
-Bien gracias. –dijo Iori abrazando a Kaito- ¿Vienes a ver a Hiroki?
-¿Eh? –lo mire.
-Idiota... -murmuro Kaito.
-¿Ahora que hice?
-¿Hiro-san está aquí? –pregunte apresuradamente.
-Sí.
-Tengo que verlo. –empecé a caminar a la entrada.
-Espera, -me detuvo Kaito- no creo que...
-Necesito hacerlo. –comente.
-Déjalo Kaito, -dijo Iori- ellos deben hablar.
-Tienes razón, -suspiro- solo no lo lastimes.
-No lo haré, lo juro.

Prácticamente corrí hasta el elevador y al llegar al piso me dirigí hasta su oficina y abrí un poco la puerta.

-Te amo Hiroki.

Un rubio tomo a mi amado del mentón y lo beso...  

Hielo y Fuego (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora