CAPITULO 38 Encuentro.

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---Nowaki---

No podré acercarme mucho a mi amado Hiro-san, ahora con la presencia de Kaito se me hará imposible, sé que le hice mucho daño en el pasado, pero ahora lo estoy pagando con intereses, fui de lo peor, una escoria, una basura, alguien que no se merece ni las migajas de amor de Hiroki, pero soy serio cuando digo que amo profundamente a mi castaño.

Todo lo que me pasa me lo merezco, y creo que aun así me merezco cosas peores, Hiro-san es la persona más hermoso en el mundo y por mis estupideces lo cambie, por mi culpa tomo otras actitudes, si tan siquiera lo hubiera apreciado más y atesorarlo, tal vez en estos momentos estaríamos casado.

Me quede sentado en el sofá esperando a que mi castaño regresará, solo espero tener una oportunidad para aclarar todo y hacerlo feliz como él se lo merece...



---Hiroki---

-¿Señor Kamijou?
-¿Eh? –lo mire.

No me había dado cuenta que me quede encerrado en mis pensamientos hasta que el doctor me llamo la atención.

-Le decía que le mandare una dieta en nutrientes para que su embarazo se desarrolle completamente, aunque su usted no...
-Lo quiero, -dije rápidamente abrazando mi vientre- por favor doctor.

El docto suspiro aliviado y me comenzó a dar las indicaciones de lo que debía hacer y no durante mi embarazo, también me comento que debía tener un doctor que llevará el seguimiento de mi embarazo, le dije que me recomendará a alguien en Japón porque en pocos días volvería.

En todo el tiempo Kaito no pronuncio alguna palabra y solo se limitaba a escuchar al doctor, su semblante era serio y tranquilo, en algunas ocasiones me dedicaba una sonrisa sincera que me hacía tener más confianza.

Cuando el doctor nos terminó de explicar los debidos cuidados salimos del hospital y Kaito me tomo de la mano.

-Te ayudaré. –comento.
-¿Qué? –lo mire.
-Los cuidare a ambos, -acaricio mi vientre- les daré todo el cariño que necesitan.
-Pero él es...
-Mi sobrino, -sonrió- y tú eres la persona que más quiero, así que ni se te ocurra decir que no.
-Gracias. –lo abrace.
-No tienes porque. –acarició mi cabeza.
-Eres él único en el cual puedo confiar. –murmure.
-Gracias por tu confianza, así que vamos a comer un postre para alimentar al bebé.
-¿B-bebé? –me sonroje- No me acostumbro.
-Pues deberás hacerlo, ya tienes dos meses.
-Lo sé, -acaricie mi vientre- no entiendo como no me percate antes.

Me llevo a una heladería y me compro una copa de helado. Nos quedamos platicando acerca de las cosas que teníamos que comprar para mi niño.

-Sabes, -murmure- necesito conseguir una casa primero.
-Ven a vivir en la mía. –me tomo de la mano.
-Kaito yo no quiero molestarte y...
-Nada de eso, por favor, mi casa es grande y tiene muchas habitaciones, podemos hacer una habitación para que se adapte al cuarto de tu hijo.
-Gracias Kaito, en verdad siempre me salvas. –solloce.
-No llores mi niño, -me limpio las lágrimas- por favor no lo hagas, él no lo merece.
-Me traiciono y yo aún lo amo. –susurre- Y yo, y-yo con Nowaki...
-Olvida eso por favor, -se hinco frente a mí- ahora le diré a Nowaki que se regrese a Japón, yo me encargaré de lo restante.
-Pero...
-Yo hablaré con él, no te preocupes.



---Kaito---

Después de tranquilizar a mi querido Hiroki volvimos al hotel. Me alegre que Nowaki no se encontrará, así sería más fácil hablar con él sin la presencia de mi niño puesto que tenía sueño y debía descansar.

Lo arrope en la cama y me quede a lado de él tomando su mano.

-Kaito. –susurro.
-¿Qué sucede? –acomode un mechón de su cabello.
-N-No quiero ver a Akihiko...
-¿No le dirás acerca de tu embarazo? –me sorprendí.
-No...
-Pero él.
-Por favor Kaito, -me interrumpió- no le digas nada, no aún.
-Tranquilo Hiroki, haré lo que me pidas.
-Gracias, -sonrió amargamente mientras una lágrima recorría su rostro- no sé qué haría sin ti.
-Mi Hiroki...

Lo abrace a mi pecho y deje que él se durmiera, me alegre que estuviera más tranquilo que la noche anterior, ahora sólo debo velar por su felicidad.

Me levante de su cama y me dirigí a la sala donde encontré a Nowaki sentado.

-¿Qué tiene Hiro-san? –pregunto con un semblante preocupado.
-Él está bien, -conteste- ahora que estoy aquí es mejor que te vayas.
-No lo haré.
-CLARO QUE LO HARÁS.
-Yo vine con mi Hiro-san para terminar un negocio y no me iré sin él.
-Nowaki por favor, hazlo por él, está muy herido y tu presencia no ayuda mucho, no me hagas tomar decisiones extremas.
-Kaito sé que soy el peor estúpido, pero no puedo dejarlo, no lo haré, seguiré a su lado, acabo de cambiarme de habitación ya que había una disponible porque sé que no me dejarías quedarme aquí, pero debo estar con él...
-Vete por favor. –lo mire.
-Sí Hiro-san necesita algo podrías...
-Lo cuidare perfectamente, así que no tienes por qué preocuparte.
-En verdad lo amo y lo voy a demostrar, hice estupideces en el pasado pero ahora he cambiado.
-Eso ni tú te la crees. –comente.
-Con permiso. –hizo una reverencia y salió del lugar.

Me senté en el sofá dejando de lado toda la tensión que tenía en mis hombros, mi amado Hiroki está sufriendo demasiado, debo alejarlo de ese maldito Nowaki y de Akihiko, ambos lo han lastimado y no permitiré que lo sigan haciendo...

Además mi niño esta embarazado, soy feliz, lo cuidaré como si fuera mío, no los voy a desamparar, estaré siempre con ellos...



---Nowaki---

Después de platicar con Kaito decidí salir fuera del hotel para despejar un poco mi mente, al pasar por la puerta choque con una persona.

-Deberías fijarte. –comento sin verme.

Al mirarlo el odio se apodero de mí, lo tome del cuello de su camisa y lo estampe contra la pared.

-¿Qué te sucede? –me miro- Eres tú...
-Eres un infeliz. –gruñí- Para eso querías tenerlo a tú lado.
-De que rayos hablas, -me empujo- estás loco.
-Usted lo engaño, lo hizo sufrir y eso jamás se lo perdonaré.
-Cómo es que tú, -me miro sorprendido- ¿Dónde está mi esposo?
-Eso es algo que no le importa.
-Claro que lo es, ¿Dónde está? –inquirió.
-Aléjese de él porque no respondo.
-El que debería alejarse eres tú, date cuenta que es mi esposo, deberías rendirte.
-LO AMO. –grite- LO AMO MÁS QUE A NADIE, SIEMPRE LO HE HECHO.
-Serás...

Me tomo de la chaqueta y me dio un golpe en la mejilla, yo le devolví el golpe y lo aleje de mí, ambos nos mirábamos con infinito odio y desprecio.

-No te acerques a mi esposo.
-Usted se debería alejar.
-Deja de meterte en algo que no te corresponde, -bufo- solo eres un simple empleado que se cautivó por su belleza, él es mi ESPOSO, EL SOLO ME AMA A MI, no se le acerques más...

Hielo y Fuego (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora