NIRVANA
Habíamos llegado al hospital, todo era un caos ya que como recién habiamos arribado a nueva york desde otro país los de Inmigración no querían dejarnos salir, pero todo se soluciono ràpidamente cuando un pasajero amenazò con demandar.
En el hospital la gente corría de un lado a otro, por suerte no hubo ningún herido de gravedad, solo algunos problemas respiratorios e intoxicaciones por el humo.
Al parecer todos estaban al pendiente de mi, algo que no me gustaba para nada, creo que no necesitaba tanta atención.
Me reviso un doctor y me comenzaron a hacer una serie de exámenes para descartar daños y ver mi estado.
Estaba en mi camilla, recostada descansando y de repente alguien entra corriendo y gritando - NIRVANA, NIRVANA, NIRVANA- París entro corriendo a abrazarme.
Paris-dije feliz, me alegra saber que este pequeño esta bien.
- Fui muy fuerte como él príncipe París y por eso me dejaron venir a verte, ¿te duele algo, quieres que te haga nanai?- que visita mas tierna y preciosa me decìa a mi misma.
-Me alegro mucho fortachón, no te preocupes, nada que no pueda soportar, pero no rechazare tus mimos asì que ven aqui- le señalè un espacio y se acostó conmigo en la cama.
No me di cuenta de que había una pareja de mediana edad viéndonos. Probablemente eran los padres de Paris.
- Oh Nirvana, perdona a mi hijo, no estaba tranquilo si no te venia a ver, soy Anna, madre de París, ni sabes cuanto te agradezco lo que hiciste por nuestro bebe, estábamos desesperados buscàndolo, la gente solos nos empujaba y lo perdimos de vista.-dijo afligida la señora rubia.
- No hay de que, no tiene nada que agradecerme.-
- HOla, soy Alan Smith, padre de este jovencito- dijo dàndome la mano y revolviendo el pelo de su hijo- en serio estamos muy agradecidos de ti, lo que necesites no dudes en llamarnos, estamos en deuda contigo. Aquí tienes mi tarjeta, estaremos en contacto para verificar que estés bien, ahora campeón es hora de dejar a tu heroina descansar y recuperarse- dijo Alan.
-Papa, yo me quiero quedar a cuidarla.- dijo haciendo un puchero el pequeño rubio, si, eran una familia muy dorada.
- Amor, Nirvana necesita descansar.- excuso su madre.
-No hay problema, puede quedarse conmigo, de echo estoy bastante aburrida.- dije rascando la cabeza de París.
Los padres de París asintieron y salieron para darnos espacio, lo que agradecì. En eso entrò el chico que estaba conmigo en el avion, quien saliò antes que yo con la señora, su cara se me hacia muy conocida pero no sabia de donde.
- Bueno, al fin veo que pudiste encontrarla Paris-le dijo a mi compañero de mi cama.
El solo asintió moviendo rápidamente su cabecita y se acurrucó conmigo abrazanadome. Yo sonreí ante tal gesto.
-Nos diste un gran susto hace un rato, sin mencionar que me lanzaste del avion- me dijo el guapo pelinegro frunciendo su entreceja.
-Lamento haberte empujado- puse cara de inocente-pero no vi otra salida y tu como que no te movías, no me dejaste màs opcion-dije disculpandome con el alzando los hombros.
-Esta bien-me respondió riendose- es que quería ser yo él que salvara a la hermosa chica y no al reves- riò y yo al escuchar su cumplido solo me sonroje y baje la vista.
-Soy Derek Parker, encantado.- me dijo dándome su fuerte mano. Este chico sin duda debe entrenar, tiene un cuerpo demasiado atlético, sin mencionar que esta como quiere, su nombre me suena mucho de algùn lugar pero no lo recuerdo.
No se cuanto rato estuve en silencio porque el se aclaro la garganta y me dijo muy coqueto- ¿acaso no podré saber el nombre de este bella mujer?-
ESTÁS LEYENDO
Solo mía pequeña
RomanceUn bombero codiciado en la ciudad como el soltero mas solicitado, mujeriego, orgulloso y guapísimo queda embobado cuando conoce a una particular fotógrafa. No se dará por vencido hasta que ella se de él, sin embargo ella no se lo dejará fácil. N...