Solo mía pequeña

Investigandote

NIRVANA

Estaba feliz de ver a toda mi familia, y por familia es un hecho que no hablo de las personas con las que compartes sangre, sino a quienes te hacen sentir en tu hogar.

Mi padre luego de recogerme en el hospital me llevo al aeropuerto para arreglar la situaciòn de mis cosas, por suerte habìa recuperado todo mi equipaje, mis cámaras y rollos, que era lo que mas me preocupaba y luego  de ver este tema nos fuimos a nuestro departamento. 

Este era perfecto para los dos, ese lugar almacenaba muchos bellos recuerdos, pero también algunos dolorosos. Constaba de un lugar que se encontraba en el sexto piso, compuesto por 3 habitaciones y 2 baños, tenìa una cocina americana amplia donde cocinabamos todos juntos, una sala de estar espaciosa con el comedor, el sofa, algunos sillones, el plasma y por supuesot unos repiseros llenso de libros, el departamente daba hacia una tranquila calle de New York. 

Al llegar enseguida entrè a mi antigua habitaciòn, estaba igual que como la dejè, me ecnataba ele stilo que tenìa, me daba siempre paz. Si bien no era la màs grande si tenìa mucho espacio, sus paredes totalmente blancas, con una ventana la cual tenìa en ella un espacio para sentarse donde yo aprovechaba de leer, mi cama grande con su colcha de pluma blanca, cojines peludos, mesita de noche negra, repisas negras llenas de literatura, una pizarra de corcho donde tenìa fotos de mis amados, naturaleza, contactos y mucho desorden y mi armario negro.

En la mañana de este frío Lunes había decidido ir a visitar a Paige, era como una madre para mì y significo un gran apoyo en toda mi vida. Cuando mi madre nos abandono ella era nuestra vecina, vivía sola, por lo que muchas veces comía con nosotros y nos cocinaba. Cuidaba de cada uno de nosotros, mi padre, mi tìo Max y yo tambièn velabamos por ella siempre. Paige fue y sigue siendo un pilar fundamental en todo mi vida.

Paige era una mujer esforzada que había sacado adelante su propio restaurant sin ayuda de nadie, por màs que nosotros querìams colaborar con ella no nos permitìa nada, solo que probaramos sus deleitables platos. Ella tiene dos sobrinos en segundo grado, Emily mi mejor amiga y Alex su hermano.

Emily tenía la misma edad que yo, estudiaba diseño de modas y ya destaca por sus obras, mientras que Alex era menor que nosotras por 4 años y se habìa graduado recièn ya preparandose para la universidad. Emily al conocerla enseguida se había convertido en mi mejor miga, mi hermana, y Alex era como un hermano menor para mi.

Emily y Alex vivían con sus padres, la señora Michelle y el señor John, ellos me querían mucho como yo a ellos. Paige era tía de John y gracias a ella conocí a esa familia que sea había convertido en las personas mas importantes en mi vida.

Cuando llegue al restaurant de Paige me sorprendí de lo hermoso que estaba, hace un año habìa recibido a triste noticia que se había incendiado pero gracias a la ayuda de los bomberos y mi padre había podido salir adelante.

Ya habían pasado 1 año 8 meses desde la ultima vez que la vi y quería volver a sentir sus abrazos maternales y probar su exquisita comida.

No contaba que allá me encontraría con el pesado sexy bombero y sus compañeros, al parecer frecuentaban bastante la cafetería por la familiaridad con la que se desenvolvìan y el capitán conocía muy bien a Paige por su cariñoso trato con ella.

Estaba guapísimo, no lo podìa negar, vestía unos pantalones deportivos negros empuñados en los tobillos y una polera manga larga burdeo, cuello en v, un poco ajustada. Se amoldaba perfecto a su musculoso cuerpo, creo que hasta se le podían notar sus abdominales. Su barba traviesa lo hacia ver mas guapo aun y esos ojos verdes que te podían hacer perder como en el ocèano me inquietaban.

Gracias a Paige y Alex se entero de mi nombre y yo del suyo, se llamaba James Hardy y pese a ser joven era el caitàn de la compañìa. Estoy segura que intentaba ligar conmigo sutilmente pero yo no se lo permitía, en verdad lo trataba muy mal, pero es que no puedo volver a confìar en ningùn desconocido.