JAMES
Sentía la luz de sol chocar en mi rostro, apreté y abrí mis ojos sintiendo ahora un dulce aroma en mi naríz acompañado con una cosquilla en mi mejilla y cuello, miro hacia mi lado y veo a la dueña de estas sensaciones provocadas en mí, mi corazón late más y más rápido y fuerte de felicidad al ver lo que tengo en mi brazos.
Nirvana esta durmiendo relajadamente sobre mi pecho acurrucada con su pequeño cuerpo boca abajo mientras que mi brazo derecho la abraza y sostiene hacia mí. Sus suaves cabellos dorados desplegan su maravilloso aroma sobre la habitación, su pierna derecha se enreda con la mía, su suave y blanca piel me acaricia, su mano esta justo sobre mi pectoral izquierdo, se ve tan natural y serena, el sentirla así solo me provoca paz y placer.
Seguí observandola, como se aferraba a mi cuerpo, como suspiraba en sus sueños, como respiraba lentamente abriendo las fosas nasales de su diminuta y respingada naríz, como sus rosados labios se entreabrian generando emociones en mi cuerpo que intentaba retener, cada parte de Nirvana me volvía loco, quería saborearla, sentirla junto a mi cuerpo, estar dentro de ella, entregarle placer y domarla.
Comencé a acariciar su espalda lentamente para no despertarla, odiaba haberle entregado la noche anterior mi polera para dormir, de lo contrario ahora podría tocar su piel y ver el sexy conjunto que llevaba. Aún recordaba la noche cuando se quitó su vestido el cual practicamente arruiné, ese conjunto blanco se ceñía de forma perfecta a su generoso busto, a sus femeninas caderas y como esas pantis unidas a ligas envolvían sus fuertes y torneados muslos, sin duda me podría acostumbrar a tenerla así siempre recorriendo mi casa.
A mi mente se vino el porqué Nirvana había llegado a mi habitación y mi piel fue recorrida por un escalofrío, esas malditas pesadillas que me perseguían noche tras noche. Solo la vez que Nirvana durmió conmigo pude dormir en calma nuevamente, ella me daba una paz increíble, calmaba mis demonios y temores, así como ayer ella vino a socorrerme, y cuando la ví cuidando de mí, calmandome con su tacto, mimando con sus tiernas palabras me sentí nuevamente como si nada malo hubiera ocurrido nunca.
No tengo ninguna duda de quien era el culpable de mi buen dormir, estaba al lado mío, acompañando mi lecho, velando mi sueño, pero ahora yo velaría por ella y estaría allí para cuidarla.
De a poco Nirvana se removió, frunció su frente, gimió y fue abriendo sus bellos ojos, relamió sus labios y me miró fijamente confundida, luego vió donde estaba y enseguida se erguio.
-Lo siento -dijo a lo que yo no entendí a que se refería- por dormirme así- me causo ternura como sus mejillas estaban rojitas y me demostraba su timidez.
Le sonreí, me senté en la cama acercándome a ella y la besé su rostro- Buenos días nena, y no te disculpes por algo como dormirte sobre mí, yo felíz te presto mi pecho para que descances en él cuando quieras.-
Nirvana miró hacia otro lado pero pude ver como sonreía y miraba hacia abajo. ¿Como era posible que alguien fuera tan decidida y madura y sensual pero a la vez tierna, inocente y niña?
-Creo que debemos levantarnos para ver a los demás- dijo a lo que yo asentí.
Tomé el celular encima del velador, ya eran las 10 de la mañana, tenía algunas llamadas perdidas de July, mi hermano, mi madre y de algún número desconocido, decidí bloquearlo y luego devolver las llamadas a mi familia. Me levanté y mire a Nirvana que me miraba fijamente con sus ojos grandes mi torso, me di cuenta de que estaba solo vistiendo pantalones deportivos. Sus ojos reflejaban excitación, sus pupilas dilatadas y sus labios deseosos no me engañaban, me gustaba saber que yo provocaba lo mismo o algo similar como lo que ella provocaba en mí.
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Solo mía pequeña
RomanceUn bombero codiciado en la ciudad como el soltero mas solicitado, mujeriego, orgulloso y guapísimo queda embobado cuando conoce a una particular fotógrafa. No se dará por vencido hasta que ella se de él, sin embargo ella no se lo dejará fácil. N...