Puedo cuidarme sola

2K 122 6
                                    

James

Nirvana dormía abrazada a la almohada mientras yo la observaba sentado frente a la cama. Desde que habíamos llegado no había vuelto a ser la misma, tan así que temblaba. No me quiso decir que es lo que le había echo Cody, no pretendía alterarla más, sin embargo, por muy sorprendente que me parezca sabía que Cody había intentado algo con ella y eso me estaba matando.

Tenía un puño cerrado y la otra mano envolviendolo, yo apoyaba la boca en ellos, mis codos eran sostenidos por unas rodillas que no paraban de temblar. Estaba nervioso, no sabía como abordar esta situación, no quería asustar más a mi chica, pero debía saber que es lo que había pasado, tanto en la cena como en el pasado.

Ver esos ojos vacíos y fríos, esa expresión de terror, ese temblor corporal no quería que lo volviera a vivir. Nirvana de un momento a otro se había transformado en una niña indefensa y perturbada, era como si la chica rebelde, contestadora y segura que conocí se hubiera desvanecido.

Seguía en mi posición cuando veo que me está mirando a los ojos. No se que en que momento se había despertado mientras yo pensaba en todo lo sucedido.

-¿Cómo dormiste? - dije sentadome a su lado y acariciando su cabello.-

-Creo que bien- susurró.

-¿Quieres un cafe?- asintió - ve a ducharte mientras yo preparo todo nena - dije dandole un beso en la cien.-

Salí de la habitación y me dirigí a la cocina para mantener mi mente ocupada mientras preparaba algo para comer. Pasaron unos minutos y Nirvana salió de la habitación con un polerón mío y con el pelo húmedo.

Callada solo se sentó frente al mesón de la cocina americana y apoyo los codos aquí, mirando la nada. Le acerqué su café y unas tostadas a lo que ella agradeció, pero solo bebió el café.

-Necesitas comer - le dije.

-No tengo hambre - habló en voz baja. Suspiré algo nervioso.

-Nena, necesito que me digas lo que ocurrió ayer, necesito entender todo esto y tomar las medidas corresondientes.-

Mi chica miraba nerviosa, y solo se bajaba las mangas de su capucha, acariciaba suavemente su brazos como si le doliera y apretaba sus labios. Me pareció extrala esta actitud por lo que me levanté y me detuve frente a ella.

-Quitate el polerón - dije suavemente. Ella me miró asustada pero no hizo nada. - Nirvana - dije más molesto - quitate el polerón, o yo lo haré por tí .-

Nuevamente nada, me cansé y rápidamente la paré de la silla, tomé la bastilla de la prenda y jalé hacia arriba, ella intentó tirar hacia abajo pero yo tenía más fuerza, la obligué a alzar sus manso y terminé dejandola solo en sostenes.

Ella se abrazó a sí misma sin embargo yo pude ver todas las marcas de su cuerpo, todos los moretones en su pálida piel, tenía dedos marcados en los brazos, algunos hematomas en la cintura y en el cuello dos marcas, una a cada lado.

Una rabia intensa se abrió en mi pecho, ella también se dió cuenta porqué tomó la ropa y la apretó contra su pecho, botando algunas lágrimas. Tenía que calmarme para no hacer esto peor. Me acerqué a ella y la tomé de las mejillas para que me mirara.

-Nena...por favor, necesito que me digas que pasó, esto no está bien, t-tu cuerpo, él nunca debió haberte tocado, por favor confía en mi - dije besando los restos de lágrimas de sus mejillas.

-Está bien, pero solo se paciente, es algo muy muy difícil para mí James - yo asentí.

Nos sentamos en el sofá y Nirvana con mucho temor comenzó a relatarme como había sido el encuentro con Cody, como la acorraló y agredió, hasta que Derek llegó a socorrerla. Odiaba escuchar de su boca como ese imbécil había intentado abusar de mi mujer, esto no se quedaría así.

Solo mía pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora