El jugador estrella

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NIRVANA

Ya era Miércoles y la semana iba transcurriendo tranquilamente la verdad. El día anterior había ido a boxear en el gimnasio que habìa encontrado cercano a mi casa y levantar un poco de peso.  Había aprovechado de ir a la revista See las fotografías que me habían encargado para recibir un nuevo trabajo.

Había sido llamada por 3 revistas y 2 páginas web al enterarse no se por quièn que que estaba en New York, luego de ver muy bien mis opciones había aceptado el trabajo de una página web emergente y original que solicitaban fotografías de deportes extremos y de 1 revista que necesitaba una sesión de intervenciones culturales en la ciudad.

No lo pensè màs por lo que esa misma tarde fui a averiguar un poco de lo que necesitaban que realizara, cual era su objetivo, su pùblico foco, lo que querìa vender entre otras cosas. Para la revista de deportes extremos se me había ocurrido una idea genial e impactante para las fotografìas, pero para ello necesitaba la ayuda de alguien mucho más loco que yo, por eso me contacte con Russell Mcgregor, un conocido que habìa conocido en la preparatoria que es skater y que además practicaba surf, snowboard, paracaidismo y muchas cosas de aventura.

Llamè a su nùmero, me contestò y nos pusimos al dìa de cuando iba nuestra vida. Le conté lo que tenía en mente a Russell y gustoso acepto a ayudarme, quedamos de acuerdo que lo haríamos después de de navidad. 

Para el trabajo de la intervención en la ciudad avergiuè y seguí en las redes sociales a los grafiteros urbanos y artistas callejeros, sabía que algunos realizaban intervenciones en algunos metros , pero aquí debía cersiorarme que nada fuera ilegal ya que saldría en la revista y se publicarían sus nombres. Los chicos respondieron mis mensajes e hicimios un video llamada para concretar un dìa que pudieramos hacer una sesiòn de como trabajaban.

Fue sin duda un día exitoso, lleno de reuniones y aventuras.

Hoy  había quedado con Emily en ir  a realizar las compras y  regalos para navidad y asì poder ver mi vestido para la cena benéfica a la que Max me habìa obligado practicamente a acompañarlo. 

Mi celular suena y veo que es Paige llamandome.

-Hola Paige ¿còmo estas?- le preguntè.

-Mi niña hermosa, ¿muy bien y tu?-

-Acà esperando a que Emily terminè de arreglarse para ir al centro comercial.-

-Uf espero que esta señorita no te dejè esperando horas ocmo lo ha echo conmigo- riò a lo que yo la seguì- querida querìa invitarte a tì y a tu familia esta Navidad a cenar al restaurant si es que aùn no tienen planes.- dijo Paige.

-¿En serio? Claro que no tenemos planes Paige, sabes lo solitarios que somos, yo estoy encantada de ir, mi padre no podrà ir ya que estarà fuera del paìs pero estoy segura que Max estarà complacido con ir. ¿Emily y su familia tambièn iràn?

-Por supuesto mi niña, que felicidad me diste al aceptar peqeuña Nirvana, prepararè los mejores platillos para ustedes. Mi niña no te quito màs tiempo ya que yo tambièn debo seguir trabajando.-

-Jijiji, està bien, que tengas un buen dìa Paige, te quiero mucho.-

-Yo a tì.

Aunque mi padre no estaría sabìa Max me acompañaría, el adoraba tambièn a Paige y bueno, todos amabamos su comida, esta era la ocaciòn perfecta para reunir a todos mi seres queridos y  asì aprovecharía de sacar algunos fotos.

-Ya amiga estoy lista, vamonos ya que nos estamos atrasando- dijo mi amiga y yo la mire con cara de ¿en serio?

-Ok Em, por favor no te vuelvas locas allà por favor.-

Solo mía pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora