Una explosión de puro placer se estrelló a través de ella, y el cielo azul parecía dividirse en brillantes piezas blancas. Sus caderas se resistían inútilmente contra la correa cuando ola tras ola de éxtasis ondulaba desde su centro hacia afuera.
Cuando él levantó la cabeza y quitó los dedos de su interior, sus músculos se quedaron inmóviles, como si un globo hubiera sido reventado. Podía oír altos alaridos haciendo eco por la montaña. Oh Dios. ¿Ella había...? Antes de que los ecos se hubieran apagado del todo, Niall se inclinó hacia delante, sus labios se cerraron sobre su clítoris. Y esta vez chupó suavemente y metió dos dedos en ella.
Todo dentro de ella se encogió y luego explotó de nuevo. Dejó escapar un largo gemido mientras su interior tenía espasmos alrededor del movimiento de sus dedos, mientras las sensaciones rebotaban a través de ella con cada apretón de sus labios.
Él lo prolongó hasta que ella estaba demasiado cansada incluso para gemir.
Levantándose, se apoyó contra ella, haciéndola un sándwich entre su cuerpo y el tronco del árbol. Confortándola con su cercanía.
Ella suspiró y parpadeó. ―Nunca he... Esto... Asombroso... ―Su voz no sonaba normal, demasiado enronquecida. Su garganta se sentía en carne viva.
Apoyó los brazos sobre los suyos levantados y tomó su boca, silenciándola. Sus labios probaban los de ella mientras la besaba, lentamente, con ternura.
La gratitud llenó a _________ por su dulzura. A pesar del letargo de su cuerpo, sus sentimientos giraban como una tormenta en su interior. Su mundo había cambiado en los últimos dos días e incluso aún más en este momento. ¿En quién se había convertido? Pero cuando él la besaba, ella sabía que era _________, que estaba experimentando con las cosas del BDSM, no alguien que ella no conocía en absoluto.
Cuando levantó la cabeza, le ahuecó la mejilla con una mano cálida. ―Eres maravillosa, pequeña rebelde, ―susurró. ―Sensible y apasionada. Nunca he disfrutado tanto con una mujer.
Sus palabras la emocionaron. ¿Apasionada? ¿Ella? Luego frunció el ceño. ―Tú no... ¿Cómo pudiste haber disfrutado tú?
―Cariño, me gusta tomar el control tanto como a ti te excita darlo. ―Mordió su hombro, un fuerte mordisco que sacudió a su cuerpo. ―Para hacerte vibrar, gemir... ―Él le dirigió una sonrisa maliciosa. ―Y gritar.
―Oh. ―Si no hubiera estado retenida por las cadenas de la correa, ella habría estado en un charco a sus pies. ―¿Vas a dejarme ir ahora?
El brillo creciendo en sus ojos la preocupó. ―No, pequeña sub. Ahora voy a tomarte. ―Él le sostuvo la mirada, y ella podía oír la cremallera de su pantalón y el sonido al arrugarse el envoltorio del condón. Sus manos cálidas acariciaron hasta arriba de los muslos y extendieron sus pliegues. Le introdujo un dedo adentro.
Ella ahogó un grito por el toque íntimo, el deslizamiento sobre sus tejidos hipersensibles.
―Estás mojada. Estás muy abierta para mí. Voy a follarte duro, _________ y todo lo que tú puedes hacer es tomarlo.
Podía sentir sus entrañas apretarse por sus palabras y, por la sonrisa de satisfacción en su rostro, él también podía. Su dedo se deslizó hacia fuera, y luego su polla presionó contra su núcleo, resbalando en su humedad, cada roce de la mano por su clítoris la hacía saltar. Miró hacia abajo, tratando de ver.
―Mantén tus ojos en los míos, _________. ―Su voz era profunda, sus ojos penetrantes. Y entonces él se condujo en ella, cada vez más profundo, su grosor empujándola a abrirse, llenándola hasta la incomodidad. Su respiración se volvió irregular. Un zumbido se inició en su cabeza cuando su ingle hizo contacto con su estimulado clítoris.
Se retiró. El próximo avance de vuelta hacia adentro la hizo jadear. Con una leve sonrisa, aumentó su velocidad, cada impulso lo suficientemente fuerte como para apretar las cuerdas en sus tobillos e impulsarla contra el tronco del árbol. Movió una mano hacia abajo para acariciar su pecho. Cuando él apretó su pezón, dolor y a continuación desconcertante placer ardió hacia su clítoris para encontrarse con las sensaciones expandiéndose hacia fuera por los rítmicos, intensos impulsos.
Y de pronto, las sensaciones eróticas se convirtieron en una necesidad febril. Ahora, con cada embestida de su polla, la pelvis se arrastraba sobre su clítoris, haciéndola quemarse casi completamente por la urgencia. Sus caderas giraron, tratando de frotar su coño contra él.
Él se rió entre dientes. ―Muy bien. Pienso que has tenido suficiente frustración por una tarde. ―Se agachó y, a continuación conocedores dedos acariciaron a través de sus pliegues, frotando de manera que coincida con el ritmo de sus embates hasta que todo en ella aumentaba con sus movimientos, cada vez más rápidos. Sus músculos se apretaron en el interior alrededor de él mientras la llevaba a la cima.
―Córrete para mí, _________. ―El comando golpeó en su oído cuando sus dedos pellizcaron su clítoris, y hundió su polla profundamente en ella.
El placer explotó hacia afuera como el fuego, disparando desde su núcleo hasta sus pies y sus dedos, hasta que su cuerpo entero se estremeció. Su pelvis golpeando duramente contra sus dedos.
Con una risa profunda, él la agarró por las caderas con manos despiadadas y se clavó en ella, duro y rápido. Y luego, con un bajo gruñido, él se presionó tan profundo y fuerte que ella podía sentir las sacudidas de su liberación contra su vientre.
Con un suspiro silencioso, él se echó hacia atrás lo suficiente para liberar sus muñecas, luego permaneció encima de ella. Ella envolvió sus brazos alrededor de él, sintiendo el abultamiento de sus músculos mientras él tomaba algo de su peso descansando los antebrazos sobre su cabeza. Su pecho estaba caliente y húmedo contra sus pechos, su rostro áspero cuando acarició su rostro y cuello. Cuando él levantó la cabeza y tomó sus labios, se abrió para él, dispuesta a darle lo que quisiera.
Qué pensamiento aterrador. Nunca había sentido algo como esto antes. Ella nunca había estado tan fuera de control. ¿Fuera de control? ¡Al demonio!, ella nunca tuvo la oportunidad de tener ningún control, incluso desde el principio, él había hecho lo que había querido en todo momento. Ese pensamiento envió un temblor a través de ella, haciéndola apretarse a su alrededor otra vez.
Él lo sintió y levantó la cabeza. ―¿Vas a contarme cuál fue ese pensamiento?
―No ―Cerró los ojos, deseando poder ocultar su rostro. ¿Qué tipo de persona se deleitaba teniendo a alguien que los controle? El sentimiento de que él la miraba la calentaba como la luz del sol, y su silencio la ponía nerviosa. Ella arriesgó un vistazo.
Sus ojos eran del azul del cielo de invierno cuando puso la mano sobre su cuello, lo suficiente para dejarle sentir su fuerza y calor, y luego dijo con voz áspera, oscura ―La próxima vez, te voy a atar más abierta, para poder ver todo tu coño. Su interior tuvo espasmos.
―Te voy a inclinar y mantenerte en el lugar mientras te tomo por la espalda. ―Su agarre se apretó infinitesimalmente.
Su vagina reforzó la lucha contra su polla con tanta fuerza que ella gimió.
Sus ojos se arrugaron cuando él le dio un beso duro sobre sus labios. ―Tú no necesitabas responderme acerca de tus pensamientos, mascota. Tu cuerpo los delató.
Ella podía sentir el calor subiendo por su cuello y su rostro cuando él se echó a reír.
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Master of the Mountain
FanficCuando el novio de ______ le propone ir de vacaciones a un hospedaje en la montaña con su club swing , rápidamente se da cuenta de que ella no disfrutaba con el intercambio de parejas. Ahora no tiene donde dormir. Niall, el propietario del hospedaj...