Siete votos en todos los capítulos y seguimos
Cuando ella miró asombrada a Greg, su cara se oscureció con desaprobación. ―Los ojos hacia abajo, sub ―replicó él con la misma autoridad que Niall.. o que un Dom.
Ella apartó la mirada de él, mirando a Niall en su lugar.
Él la miraba, y sus ojos eran grises. Fríos. Le dio golpecitos a su reloj. ―Otros diez minutos añadidos.
Oh Dios. Oh Dios. Oh Dios. Ella bajó la mirada, el calor de la humillación haciéndola sentirse como si estuviera sentada en un sauna. ¿Cómo podía Niall hacerle esto a ella?
―Muy hermosa mascota tienes ahí, hermano, ―dijo Greg. ―No muy bien entrenada, sin embargo. ¿Tienes un minuto, o es un mal momento? ―No estoy ocupado por un rato. Siéntate.
¿Siéntate? ¿Invitó a su hermano a sentarse? Ahora la furia se alternaba con la vergüenza. Apretó la mandíbula por la necesidad de gritarle a Niall Y a su hermano.
Y entonces el vibrador volvió a encenderse. Cerró los ojos, tratando de no reaccionar, de no mostrarles nada a estos bastardos, malditos sean. Su cuerpo enardeció, saltando directamente al precipicio a pesar de la presencia de Greg. Sus manos se apretaron en puños cuando su enfoque se redujo a la cosa sobre su clítoris, el que golpeaba, palpitante, casi allí...
Todo se detuvo.
El pequeño gemido se le escapó. Ella se quedó congelada. No podía creer que le había hecho eso otra vez. Y ni siquiera parecía estar prestándole atención. Podía oír la baja conversación de los hombres ahora que sus oídos habían dejado de zumbar.
―¿No le pones un collar, hermano?
Niall resopló como si Greg hubiera dicho algo gracioso. ―No soy un maestro de tiempo completo.
―Eso sólo puede significar compromiso. Ya sabes, una relación estable.
¿Qué diablos era un collar? , se preguntó. ¿Como un perro? ¿Quién era Greg para hablar de eso?
―Basta, cabrón ―gruñó Niall ―No va a pasar.
―Tú pierdes. ―Y Greg empezó a hablar de una serie de tormentas para mañana y los planes para los miembros del club.
Mientras la discusión continuaba, _________ lentamente volvió a tener su respiración bajo control a pesar de que su coño entero ardía.
Unos minutos más tarde, el vibrador se encendió de nuevo. Y justo antes de correrse, se apagó. Una vez más. Y se encendió. Y se apagó.
En algún momento, se dio cuenta que Greg se había marchado. Encendido. Apagado. Su cuerpo temblaba continuamente. Si sus manos hubieran estado libres, habría atacado a Niall Todo palpitaba dolorosamente. Transcurría dolorosamente. Si ella sólo pudiera correrse... Se movió, tratando de frotar el vibrador más contra su clítoris, sólo un...
―Si te mueves, añado más tiempo. ―Su voz profunda, uniforme. Sin emoción.
¿Qué tipo de emoción tendría cuando ella lo matara? Cuando ella engarzara sus tripas a un
árbol y...
Encendido.
Cuando el vibrador se detuvo, no pudo evitar el gemido de nuevo, por no hablar de las lágrimas que se derramaron de sus ojos cerrados. Ella se sacudió tan fuerte, que no estaba segura de si pararía alguna vez.
Callosas manos se cerraron a cada lado de su rostro, la calidez sorprendente. ―Los ojos sobre mí, _________
Ella levantó la vista, su visión borrosa por las lágrimas. Su rostro se veía frío todavía, perverso. A ella no le gustaba él así.
―¿Cuando estás bajo el mando, a quién obedecerás, _________? ―Sus palabras parecieron atravesarla.
―A ti ―le susurró, agregando un apresurado ―Señor, ―cuando la mandíbula de él se apretó. ―¿Necesitas preocuparte o pensar en algo cuando yo tengo el control? ―No, señor.
―¿Qué es lo que esa cabeza tuya tiene que hacer, entonces, dulzura?
Su mente se quedó en blanco. Si él tenía todo el control, ella no pensaba, ¿qué quedaba? ―Sólo sentir, _________ Eso es todo lo que queda.
La sorpresa que la embargó fue tan abrumadora como lo había sido toda la noche. Ningún poder, ni control, ni necesidad de preocuparse o pensar. Lo único que le quedaba era justamente lo que había experimentado. Sensaciones. El temblor se incrementó dentro de ella, y cerró los ojos.
Él caminó detrás de ella y desabrochó sus puños. Después de llevarle sus brazos hacia adelante, le apoyó la espalda contra sus piernas y sus fuertes manos masajearon el dolor de sus hombros. Sus manos en su regazo se sacudían casi tan violentamente como sus emociones. Se sentía tan vulnerable al ser atendida que no podía quedarse quieta. Ella no quería quedarse quieta.
Sus ojos se abrieron cuando él la levantó en sus brazos. Lo miró, su mandíbula era una línea rígida, su cuello todo músculo con venas, y ella se sentía frágil, y más aún, segura en su abrazo.
La llevó a su cama y la puso sobre su estómago. Volvió la cabeza para mirarlo.
De pie cerca de ella, él le acarició el cabello. ―El castigo ha terminado. Lo has hecho bien, _________ Estoy contento contigo. ―Su sonrisa de aprobación calentó su frío interior. Agarrándola de las caderas, la inclinó sobre sus rodillas, la cabeza sobre el colchón, y abrochó puños en sus tobillos. Tirando de sus brazos a su alrededor, abrochó cada brazalete de sus muñecas a los puños de los tobillos, limitándola en esa posición. Un estremecimiento la recorrió cuando se dio cuenta que no había terminado con ella. Cuando le quitó el vibrador, estuvo a punto de gritar dado que el sólo movimiento se disparó directo a su excitación. Sus dedos hacían círculos sobre su clítoris, deslizándose en la humedad. Ella gimió cuando el nudo se apretó insoportablemente. ―Toda roja e hinchada, ―murmuró. ―Perfecto.
Ella sacudió su cabeza, las lágrimas nublando sus ojos otra vez.
Ahuecando su mejilla, él la besó suavemente. ―¿Qué, _________? ¿Qué está mal?
―No puedo hacerlo de nuevo. Por favor, no... no otra vez.
Un pliegue apareció en su mejilla, incluso mientras el calor crecía en sus ojos. ―No vamos a detenernos esta vez, y tú vas a correrte tan fuerte que los swingers te oirán desde sus cabañas.
Él se desnudó completamente, y sus ojos se abrieron cuando su polla saltó, larga y gruesa. Él envolvió su mano alrededor por la base. ―No fuiste la única que sufrió, cariño.
Después de revestirse a sí mismo en un condón, se arrodilló detrás de ella y apretó el pecho contra su espalda. Su cuerpo se sentía pesado y caliente. El suave meneo de su polla contra sus pliegues la hizo saltar.
Su mano se deslizó hacia abajo por su estómago, sobre su monte, y luego sus dedos hacían círculos alrededor de su núcleo. Ella gimió cuando la insoportable tensión se incrementó. Su pene presionaba contra su apertura, hacia arriba y hacia abajo, deslizándose con su humedad, burlando su apertura.
Luego pellizcó despiadadamente su sensible clítoris mientras empujaba su gruesa polla hacia arriba dentro de ella.
Ella gritó cuando cada frustrado clímax desgarraba a través de ella de una sola vez. Sus ojos enceguecidos, ella se arqueó. Explosión tras explosión destrozaba su cuerpo en pedazos con exquisito, aterrador placer.
Sus dedos la liberaron mientras deslizaba su polla adentro y afuera. Ella se estremeció alrededor de la dura longitud, y otra oleada de placer la recorrió. Su corazón golpeado dentro de su pecho de manera tan brutal que se sentía a punto de estallar. De alguna manera el aire de la habitación había desaparecido. Estaba jadeando por aire.
Envolviendo un brazo alrededor de su estómago, él empezó un despiadado, conductor ritmo que se estaba convirtiendo en habitual.
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Master of the Mountain
FanficCuando el novio de ______ le propone ir de vacaciones a un hospedaje en la montaña con su club swing , rápidamente se da cuenta de que ella no disfrutaba con el intercambio de parejas. Ahora no tiene donde dormir. Niall, el propietario del hospedaj...