PUPPET [ T#1 TERMINADA ]

PUPPET| Parte 7

»—»Lía«—«

Le hago daño, ¿quién hacía daño a quién?. Era estúpido pensar en sentirme culpable debido a lo roto que se encontraba, pero, solo soy yo.

No puedo hacer nada más.

—No tienes derecho a decidir con quién puedo o no estar, Taehyung.

Mi boca soltó palabras con determinación, no era su juguete y mucho menos de su propiedad. Lastimarme ya no seria una opción más.

Lastimarse, había sido su única opción.

—Entonces ¿qué debería hacer— anunció, como si realmente necesitara que le lanzaran un salvavidas en el mar de dolor que él mismo había creado.

Se acercó a paso lento pero decidido hacia mí, permitiendo que mis caderas se toparan con el borde del escritorio. Clavó sus dos manos en forma de puños a mis laterales sobre el escritorio, provocando que su respiración suave y fuerte golpease la sensible piel de mis mejillas y labio inferior.

—No creo que debas estar tan cerca, Taehyung.— giré mi rostro a un lateral para evitar chocar nuestros mismos labios entre si.

Podia sentir enteramente coml era capaz de robarme el aliento y de dejar mis pulmones vacíos, extactamente como un pez cuando es sacado del agua. su mirada penetrante se fundieron más en mis ojos convirtiéndose en uno solo.

Sentía morir por dentro.

—Y qué si estoy cerca, y qué si mis manos te tocan. Y qué si deseo arrancarte los labios a besos en este preciso momento.— musitó las palabras apoderándose de todo mi ser, sintiéndome nada y todo a la vez.

Era inevitable que mi cuerpo comenzara a temblar y dentro de mi fluyeran un sinfín de sentimientos, ¿de miedo?, ¿de deseo?. No lo sé, me en contraba confundida, totalmente perdida entre dos mundos distintos a mi realidad. Por un lado se encontraba vernon: dulce, quieto como mar en calma, sus caricias suaves como aquellas brisas en la atardecer del sol. Y por otro parte se encontraba taehyung: rebelde igual o más que un tornado, sus fugaces caricias que en Innumerables veces quemaban al hacer contacto con mi piel. Totalmente distinto.

¿Qué se supone que debería hacer?

Tomé valor y busqué un respuesta en su semblante sombrío, sus ojos finalmente se encontraron con los míos y poco a poco acortó la pequeña distancia que quedaba entre nosotros. Rosó levemente la punta de su nariz contra mi mejilla y me permitió cerrar los ojos para sentirlo en mis máximos sentidos.

—Me estás haciendo daño Lía. —Replicó nuevamente a la vez que sus agrietados labios soltaban un suspiro cansado.

Un suspiro que llegaron a mis oídos como un agobio, se sentía apresado, y suspirar, cerrar sus ojos eran la única manera en la que podía aliviar su dolor. Suspirar era la única forma de transmitirme un poco de todas sus dolencias.

—Tu me haces daño a mí, ahora mismo lo estas haciendo.— musite posando mis palmas en su pecho, evitando que se acercara mas y luego abriendo mis ojos para percatarme de la cruel realidad.

Mirarlo a los ojos para saber que era él.

Me abrí paso ante él para salir del salón y poder ordenar mis pensamientos, el hecho de respirar su mimo aire me hacía daño. Sentí sus grandes manos impregnarse con fuerza en mi cintura y atrayéndome a su pecho duro y firme.

La soga vuelve a hacer presión en mí.

—No me hagas esto, Lía.—susurró aflijido. Me giré sobre mis talones para quedar cara a cara.