PUPPET [ T#1 TERMINADA ]

PUPPET| Parte 16

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No había cruzado palabra con el yace algunos días, una semana para ser exactos, nos habíamos distanciado por completo sin dejar rastro alguno ninguno de los dos. No supe ni quise buscar y él al igual que yo, no quizo encontrarme y era mejor así.

Pero un mensaje suyo fue el lazo que volvió a unirnos nuevamente, no como antes, todo lo que había podido suceder entre nosotros, se había perdido junto con los sentimientos que me mantenían bla expectativa. Quería una oportunidad, pero, ¿Cuantas oportunidades más necesitaría?.

Tan solo era capaz de leer una y otra vez los mensajes incesantes que llegaban a mi móvil. Incapaz de responder a uno de ellos.

—¿Podemos hablar?, realmente necesito explicarlo — leí entre líneas una y otras vez nuevamente.— lo que dije ayer...

Apagué el móvil y lo guardé en el bolsillo de mi chaqueta para luego echarme a andar descalza sobre la arena y parar en seco cuando veo a Taehyung con el móvil en su oreja, miranda hacia todos lados intentando localizarme.

Y me halla.

Quita el móvil de s oreja en cuanto me ve y corre hacia mí, pero no me muevo, no huyo, no hago nada. Tan solo lo veo correr hacia mí como si no pudiese alcanzarme, y me cuesta creer que haya jugado conmigo, dado que no lo parece.

—Necesito que me escuches una vez más, por favor.— suplicó calmando su agitada respiración y esperando que mis labios se muevan en sincronía, diciendo lo que quiere escuchar.

Tan solo lo observo.

—Escucho.— digo de manera cortante, al cabo de uno minutos. Su expresión se relaja, pero no del todo.

—No quise herirte.— reprimi la iraavque crecía en mí.— Nunca te a aposté, solo lo dije sin pensar.— mis ojos caen repentinamente sobre él y mi expresión cambia a una llena de incredulidad.

—Entonces...—musito queriendo saber el verdadero motivo, pero se toma algunos minutos par contestar.—¿Por qué lo hiciste?.— Inquieto nuevamente, insistiendo.

—Queria hacer que te alejaras de mí. —soltó las paalaabras sin más, —quería hacer que te alejaras de mi a como dé lugar.— calló las plbras que estrepitosamente salían de sus labios, como si no hubiese mucho tiempo.

Bajó la el rostro hacia la arena y cerró sus ojos con fuerza, como si se lamentara de todo realmente. Y ahí estaba yo, queriendo creerle otra vez. Porque necesitaba hacerlo, en mi crecía la necesidad de hacerlo. Contemplo su semblante mientras y el sonríe aun con el rostro clavado en la arena.   

Quisiera poder sonreír como el lo hace.

—Soy un idiota.— dice entre labios.

—Lo eres.— le correspondo y al igual que el mis ojos se pierden en las partículas de arena que se filtran entre los dedos de mis pies. —¿Dónde has estado?.— Inquiero rompiendo el breve silencio que se había formado entre ambos.

—Lo mismo me pregunto muchas veces.— replica — y ¿sabes?, no he hayado respuesta aún.— me quita la mirada de encima y sus ojos se deslizan por la arena una vez más hasta llegar a la orilla del mar, mientras en su rostro dibuja una sonrisa irónica.

—Lo siento.— Murmulla nuevamente esa palabra que se ha convertido en una rutina monótona para mis oídos. Decir un lo siento ya no tiene ninguna validez.

—¿Es todo lo que dirás?.— Inquiero teniendo en cuenta que tras esa suplica de perdón, hay una razón por la que se obligo a hacerme daño.

Busco su mirada con la mía en vista de que aún no recibo respuestas, pero no me mira. Sus ojos siguen absortos en las olas que navegan hasta nuestros pies, sus labios permanecen mudos por unos segundos y luego responde ausente.