PUPPET [ T#1 TERMINADA ]

PUPPET| Parte 48

»-» Taehyung «-«

No sabía que había pasado exactamente, una laguna mental recorría mi cabeza. Llevé mi pesada mano hasta la parte de mi pecho y al presionar poco podía sentir como un inmenso dolor me recorría desde ese punto hasta dejarme sin aire.

-¡Despertaste!- escuché una suave voz viniendo hacia mí. -¡doctor, ha despertado!- vocifero nuevamente esta vez tomando mi mano para impedir que siguiera tocando mi herida.

Lo miré directamente a la cara pero mis ojos estaban lo suficientemente pesados como poder distinguir quien era realmente, pero por la placa policíal que llevaba colgada en la cinturilla de sus vaqueros podría estar seguro de que era Jimin.

-Estas vivo hermano- dijo sin más cuando el doctor entró por la puerta con una en enfermera, todos extrañamente eufóricos.

¿Qué estaba pasando? ¿Qué había pasado? y ¿por qué me encontraba en la cama de un hospital? Eran algunas de las preguntas que surcaban por mi mente. No recordaba nada en lo absoluto, tan solo oscuridad, más oscuridad y nada más de pronto me veo aquí y me siento confundido, mareado y perdido. Me mantengo en completo silencio mientras el doctor hace la revisión de rutina y la enfermera por órdenes inyecta algunos medicamentos en la vía del suero pero en cuanto saben que me encuentro bien y se retiran, entonces es ahí que empieza todo nuevamente.

-¿Cómo he llegado aquí?- indago Sim saber realmente si me estoy dirigiendo a Jimin o a la ventana trás él.

-¿No recuerdas nada?- contesta con otra pregunta dejándome suspendido en el aire.- pensé que cuando despertaras del coma podrías decirme quien te hizo esto, y... ¿por qué?-se acercó más a la camilla y se sentó en una silla junto a mí.

-¿Por cuanto tiempo?- inquirí

-Tres días.- susurró. -pensé que me guiarias con lo ocurrido, pensé que lo recordarias.

-No sé, no lo sé. Solo... -Jimin tranquilizó mi exasperación al percatarse de las facciones adoloridas que estaba teniendo en ese momento por esforzarme a hablar de más.

-La recepcionista y otras chicas dijeron que había sido un hombre.- continuó analizando sus propias palabras. - dijeron también que llevaba una capucha negra no más de un metro ochenta de altura. ¡Joder!- vocifero abrumado.- eso no me lleva a nada.- se pasó las manos por el cabello y dejó salir un suspiro.

En mi mente iban y venían imágenes, imágenes disueltas y difusas era como querer armar un rompecabezas y no poder ver la imagen con completa definición porque faltan piezas. Cerré los ojos por un momento e intenté volver a pensar pero solo logré que un fuerte dolor de cabeza acudiera a mí.

-¡Ah!- vocifere retorciéndome un poco en la camilla.

Jimin enseguida llamó al doctor pero este solo diagnosticó lo que ya sabíamos. La bala causó un shook en mi provocando que algunos de mis sentidos dejaran de funcionar de inmediato para proteger los demás organismos de mí, esto hizo que el funcionamiento de mi cerebro colapsara y por ender borrara algunos de mis recuerdos temporalmente.

Pero podía recuperarlos con debidos cuidados.

...

solo un mes después de haber estado internado en cuidados intensivos pude salir casi recuperado por completo, pero no con mis recuerdos aún. Era algo que me llevaba al descontrol, no permanecía en mi casa como lo haría habitualmente, Jimin era quien ahora cuidaba de mí y me ayudaba con las terapias para poder saber quién había sido y por qué me habia hecho esto a mí.

Sin duda sabía que Jimin siempre había estado en estapas de mí vida y que sabía cosas sobre mí, sin embargo era imposible que pudiera decirmelas, el doctor había recomendado no hacerlo porque podría causarme algún problema al intentar asimilar esas partes de mí vida.

«Lo mejor es que los recuerdos lleguen por sí solos.» Es lo que había dicho el médico.

-¿y bién?- inquiere Jimin mientras caminar semidesnudo por el living hasta llegar a la cocina.

-Bien... -titubeo sin saber a que se refiere exactamente, llevo una cuchara cargada de cereal a mí boca mientras me encuentro sentado en uno de los taburetes.

-¿como vas con tu memoria?- inquiere metiéndose casi por completo al refrigerador y tomando directamente de la jarra de sumo de naranja.

Frunzo el ceño al verlo, puesto que si hacía eso todas las mañanas entonces yo habia ingerido sus babas sin saberlo.

-Ah! Eso.- recuerdo. - ayer supe que había alguien a quien amaba. -llevo otra cuchara cargada de cereal a mi boca. Jimin se giró abruptamente.

-¡La has recordado!- vocifero con los ojos muy abiertos mientras su pecho subía y bajaba de la euforia.

-¿recordarla?- inquiero y su cara parece haber cambiado a una de frustración.

-olvídalo.-suelta vagamente volviendo a sus actos. Frunzo el ceño y dejo de llevarme cucharas cargadas de cereal a la boca.

-No puedes pedirme que lo olvide si ni siquiera lo recuerdo.- al decirlo sentí como me dolía el corazón y no exactamente por la herida que hace un mes estaba cerca de ahí.

Era distinto, era como si me pidieran que olvidara una parte de mí y eso... Dolía más que un hueco en el pecho, mucho más que eso y no sabía por qué razón así que quise averiguarlo de una vez por todas.

-Lo siento hermano, no quería qué...

-¿Quién es ella?- empecé a cuestinar antes de que siguiera con su discurso de disculpas. Solo se quedó mudo. -¿quién es ella?- volví a cuestionar insistente.

-¿Como sabes que hay un ella en tus recuerdos?- cuestionó sin responder antes mi pregunta.

-Por qué lo sé, ¡se siente!- mi corazón saltó de repente como si estuviera hablando de algo tan maravilloso, como si hubiera sido la primera vez que me subía a una montaña rusa y la emoción no cabiera en mi pecho. - puedo sentirla a ella.

Jimin solo asintió y dejó salir una nostálgica sonrisa de sus labios para luego bajar la mirada, tomó un par de manzanas y me lanzó uno la cual atrape rápidamente esperando a que me dijera si estaba en lo correcto aunque sabía que sí. De todas formas quería que el me contara sobre ella.

Salió de la cocina y se dirigió hacia el living mordiendo su manzana y dejandome como siempre colgando en el aire. Lo seguí como un niño pequeño.

-¿Entonces es cierto?- no dijo nada, tan solo seguía evitandome y entró a su habitación para vestirse. Sabía que tenía que ir a trabajar y sabía que era un fiscal reconocido porque era una de las cosas que no había olvidado.

-Sabes lo que el médico recomendó, Hyung.- indicó y de repente quise dejar de cuestionarlo pero no podía parar.- el por su parte había terminado de ponerse la camisa y los vaqueros y ahora se dirigía a la puerta de salida pero no lo dejaría ir.

-No me lleves hasta donde está ella solo, dime como es, dime si también me ama, dime como es. ¿Puedes decirme?- se quedó parado en seco y me miró directo a los ojos. Sabía que se los estaba pensando.

-Tendría que tener esta vida y la otra para hablarte de ella. - mi corazón dió un vuelco dado que gracias a esas palabra estaba confirmando que si había un ella, y que sin duda alguna buscaría después de esto aunque no se lo dijera a Jimin.

-¿Vas a hablarme de ella?- cuestión milésima vez como un niño que pide su dulce.

-No quiero hacerte daño con nada de lo que te diga, Hyung.- dijo disculpandose y entonces entre en desesperación.

-¡No me lastimaras lo aseguro!, no me harás daño.- puse mi mano en su hombro para impedir que se vaya.

-Hyung...- dejó escapar un pesado suspiro.

-Por favor.- rogue.

quería que dijera algo porque si no había muerto debido a ese suceso entonces moriría debido a ese ella...