PUPPET| Parte 42

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Las siguientes horas en casa junto a Vernon son intolerables, si quiera me dirije la palabra y desde que llegamos solo se a dirigido a mi para decirme que ha recostado a Luz en su habitación, sin embargo mantengo mi vista fija en él esperando a que todo se calme y podamos hablar.

Sé que le he mentido y está dolido por eso.

—¿Vas a quedarte así toda la noche?.—Inquiri depués de unos largos minutos de permanecer sentados en  sillones distintos y en completo silencio. 

—No tengo nada que decir.— habla distante y entonces me acerco a el arriesgandome a que me rechace, me acuclillo frente a él y pongo ambas manos sobre sus rodillas para luego mirarlo directo a los ojos.

—Sé que estás molesto, lo entiendo, pero debes entenderme tu a mí.— replico al cabo de unos segundos, efectivamente logro captar un poco de su atención y sus pupilas caen sobre las mias. 

—No entiendo por qué has mentido.— dice confundido mientras de reclina un poco hacia mí. Lo pienso antes de poder decir algo pero el continua.— Pensé que... —no concluye la oración pero me da a entender lo que estuvo a punto de decir. 

—¿Estás celoso?.— inquiero de manera divertida pero a el no parece hacerle gracia, dado que ha vuelto a cargar su espalda en el respaldar del sillón, pero antes de que pueda alejarse por completo lo tomó de la cara por ambos lados y lo atraigo hacia mí rostro.— ¡Te amo a ti!, no te lo dije porque sabía cómo te pondrías.—replico dejando suaves besos sobre sus labios.— perdoname por haber olvidado nuestro día.— pedí haciendo referencia al día de San Valentín.

Realmente había olvidado el día, dado que muchas cosas pasaban por mi mente días antes y de hecho también le había mentido a Taehyung porque no quería que supiera más sobre mí, sobre luz. Todo lo que teníamos o no había acabado así que no tenía que saber más sobre mi vida, dejarlo era una parte de mí que había borrado y Vernon era mi inicio . 

—No te perdonaría tan fácilmente.— dice lleno de orgullo, sus labios tocan los míos una vez más y permite que mi corazón palpite a la par del suyo.

—Entonces no deberías estar con una mujer imposible de perdonar.— le sigo la corriente y el ríe sobre mis labios provocando un tenue cosquilleo en ellos. 

—Estoy contigo porque te amo más de lo que piensas.— indica mirando directamente a mis ojos, me quedo muda aún acuclillada en medio de sus piernas y entonces lo sé.

Sé que me he permitido amarlo también.

Sus manos me toman de los brazos y hace que me siente sobre sus regazo quedando a horcajada de modo que mi falda se arremolina hasta arriba y mis muslos quedan expuestos ante su tacto osado, mis manos se hunden en sus cabellos dorados y atraigo su cabeza más hacia la mia con la única intención de tenerlo más cerca de mí. Los besos se vuelven medianamente salvajes y sus manos aprietan mis muslos con precisión, sin lastimarme. 

En un momento se las arregla para levantarse cargando conmigo y se dirige a la habitación, sus labios invaden mí cuello y deja humedad de sus besos en él, nuestras respiraciones suenan entrecortadas y las palpitaciones en nuestras cajas torácica es testigo del deseo que nos envuelve. Sus manos me sueltan con delicadeza sobre la cama y su cuerpo se une al mío permitiendome sentir una oleada de calor, se separa de mi por un momento y se despoja de su jersey para luego volver a mí.

De la misma manera quito mi blusa por encima de mi cabeza con su ayuda y volvemos a reanudar los besos, su pelvis se une a la mía y empieza un vaivén tortuoso, una oleada de calor me azota nuevamente al sentir su miembro haciendo fricción sobre la fina tela de mis bragas. Un ronco gemido sale de sus labios ligeramente inchados y los reclamo mordiendo la parte inferior de ellos, el sudor cae por su frente mojando algunos mechones reveldes de su cabello y hace que se vea más irresistible.

Mis manos buscan la cinturilla de sus vaqueros y cuando el lo percata ayuda a que desaparezca de su cuerpo junto con sus calzoncillos, toma de mis caderas y gira nuestros cuerpos de modo que quedo sentada sobre su regazo, sumergida en placer al sentir su miembro haciendo presión contra mi feminidad. 

Me enloquece. 

Su lengua cálida al igual que sus labios juegan con cada uno de mis pechos expuestos, provocando una placentera inchazon en los pezones que se tiñen de un rosa carmesí. Su boca desciende por desde el valle de mis pechos hasta mi ombligo, por encima de la cinturilla de mi falda e intenta con los dientes arrancarla de mi cuerpo.

Y lo hace

No lo detengo, lo observo sumida en un estado de reconfortantes sensaciones, no lo detengo porque, lo quiero, lo busco y lo necesito.  Sus dientes juegan con el elástico de mis bragas y entonces entierro mis dedos en su suave cabellera para presionarlo un poco más hacia mí. Lo necesito pero sin que yo lo pida se detiene y en mi rostro se refleja una pequeña mueca de molestia. 

Me mira aún sobre mí, sonríe complacido y deja un pequeño beso en el lóbulo de mí oído seguido de un pequeño te amo. Nuestros cuerpos se encuentran desnudos de momento a otro, rozando la tibia piel de ambos entre sí. Sus manos se entrelazan con las mías y se hunde en mí con tal delicadeza que soy capaz de soltar un pequeño gemido de completa satisfacción, sus embestidas  a ritmo pausado son capaces de obtener el control de mí cuerpo totalmente.

Mientras me besa, mientras me toca, mientras me hace suya y me despliego en sus brazos, nos permitimos ambos llegar al clímax para luego fundirnos en un largo abrazo con la superficie de la miel mojada por el sudor y los mechones de cabellos pegados en la frente y sienes,  siendo testigo del osado momento. 

—Hemos pasado por mucho juntos. —replicó rompiendo el cómodo silencio en el que nos sumimos. 

—Lo sé, has estado para mi siempre.— su mano subió de mí cintura hasta mi cabeza y acarició mi cabello con cuidado mientras yo me acomodaba mejor en su pecho.

—De alguna u otra forma siempre vuelvo a ti.— aquellas palabras se alojaron en mi corazón como una espina, y me hicieron pensar indebidamente en Taehyung.

De alguna u otra forma siempre aparecía en mi camino.

Tal vez era casualidad o el destino, no podría saberlo pero, lo que si podía saber, era que ninguna de las veces que él estuviese ahí sería bueno. Ambos estábamos diseñados para causarnos dolor, ambos solo eramos dos personas con caminos pre diseñados, distintos el uno del otro. 

Afortunadamente lo había entendido ya pero tal vez, Taehyung, aun no.

—Lo he pensado realmente y... — se giró completamente para estar encima de mí sin llegar a aplastarme, sonreí y esperé a que siguiera. 

— ¿el qué?.— inquiri aun con la sonrisa en mis labios.

—¿Quieres casarte conmigo?.— exactamente ahí fue donde mi corazón dejó de funcionar correctamente, la sangre se dreno en mis venas y la respiración se me vió limitada cuando entraba escasamente a mis pulmones.

Lo estaba procesando.

—Tal vez...— habló Vernon despues del largo silencio.— lo siento... —sin más se levantó e intentó irse de la habitación posiblemente a pasar la noche en el sofá, pero lo alcancé antes de que pudiese alejarse por completo.

—¡Sí quiero!. — lo dije casi gritando mientras lo tomaba del brazo después de haber salido de la cama de un brinco. Sus ojos fijós sobre mí eran testigo de la sorpresa que se había llevado cuando lo acepté.

De repente sus brazos me tomaron de la cintura y me suspendió en el aire dando un sinfín de vueltas, podía sonreír y escuchar su maravillosa risa pegar contra mi cuello y oído, podía sentir la felicidad recorriendo nuestros cuerpo y nuestros corazones palpitando como locos dentro de nuestra cajas torácica.

Sí, era tiempo de ser feliz realmente.

PUPPET  [ T#1 TERMINADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora