PUPPET [ T#1 TERMINADA ]

PUPPET| Parte 52

»-» Lía «-«

No tenía nada más qué hacer en aquel lugar, era una clara señal que debía dejar mi obstinado pasado del cual seguía aferrándome inconscientemente, creyendo que aún podría existir algo más entre ambos.

-Tenemos que irnos Luz- indiqué a mi pequeña tomando su mano y saliendo de la habitación.

-Hey!- llamó Jimin corriendo de tras de mí y luego tomando mi antebrazo para que parase. -Espera, Lía. -me miró a los ojos con tristeza.

-¿Por qué?... - Murmuré con el nudo en la garganta, presionando mi pecho en un manojo de sentimientos encontrados.

-Lo siento... -Miró mis ojos quebrados y repentinamente una lágrima resbaló por mi mejilla.

Era irónico, todo terminaba en un sinfín de ironía cuando se trataba de Kim Taehyung. Porque siempre tenía el poder absoluto de hacerme llorar, siempre, aun estando lejos de él podía hacer que mi corazón doliera y se quebrara en mil pedazos.

-Es lo que quería decirte en aquel café.- soltó mi antebrazo suavemente.

-¿Cómo sucedió?- Indagué y trague duro, tratando de no llorar más.

-Es complicado, pero talvez puede que recuerde algo.

Ese algo hizo que mi mundo se desvaneciera por completo.

-¿Algo?- el corazón me golpeó dolorosamente las costillas en un constante palpitar ascendente y acelerado. No podía respirar.

-Es de lo que habló el doctor. - dijo haciendo referencia a el proceso con los cuales debería tomar cuidados. -No todo está perdido en él, solo parte de los recuerdos de su adolescencia se han perdido. No recuerda a la mayoría de sus amigos pero lo hará. - sonrió con esfuerzo dándome un atisbo de fuerza.

-Yo estoy entre los que ha olvidado, Jimin. - hablé con dolor.

Claramente ya no existía en su mundo, se había olvidado de mi por completo. Ante eso no podía hacer nada.

-Lía.- escuché la voz de Vernon a mis espaldas, Jimin lo miró con recelo en cuanto se acercó a mi.

-Hablamos de esto luego - indicó Jimin. - tengo que ir a por Taehyung - concluyo y asentí.

Me limpie las lágrimas y me gire por completo hasta estar de frente con Vernon, quien a juzgar por su semblante no se encontraba nada contento con lo que ha pasado.

-Puedes decirme ¿qué haces aquí?- cuestionó sin más. -Luz me llamó, supongo que por accidente.

-Es una larga historia, solo quiero volver a casa por favor. -pedí tomando a luz de mi mano y caminando hasta la salida.

-¿Viniste a verlo a él?- tomó bruscamente de mi brazo y me giro a él se un solo tirón.

-Sueltame, me estas lastimando. - pedí arrugando mi entre cejo debido al dolor que provocaba su agarre. Luz se apegó más a mi cuerpo mientras apretaba con temor mi mano.

-¿¡Aun lo amas!?- inquirió frenéticamente sacudiendome un poco.

Realmente me encontraba asustada, jamás había visto a Vernon en ese estado tan encolerizado. Mi corazón subió de golpe y mis ojos se abrieron de par en par.

-¡Perdió la memoria!- vocifere finalmente dejando que las lágrimas fluyan como dos torrentes de agua.

-Es lo mejor para todos. - hablo y duramente sin ninguna pizca de compasión en su voz.

-¡Es el padre de Luz!- Murmuré entre dientes y con la mirada fija puesta sobre él.- No te reconozco. - me solté de su agarré y tomé la mano de mi pequeña con las mías brindándole calidez.

-Ese imbécil ¡nunca fue el padre de Luz!- vocifero sobre mi rostro, unos centímetros cerca de mi.- Yo soy el único padre que ella puede tener.

-Estas loco... - tomé a mi pequeña entre mis brazos y caminé lo más rápido posible fuera de ahí.

-¡Lía!- gritó detrás de mí-¡vuelve aquí, joder!

Sin más tomé un taxi y subí en él con el corazón latiendo a mil dentro de mi pecho, Vernon había cambiado por completo, cada vez se volvía más posesivo, más oscuro y más controlador. No tenía idea de los motivos que lo habían llevado a cambiar de tal manera.

-¿Vernon es malo mami?- inquirió luz aferrandose a mi brazo aún.

-No amor, es solo que... -nuevamente una lágrima rodo por mi mejilla - él no se encuentra bien ahora.

-¿Volvera a ser bueno?- inquirió nuevamente.

-Sí, tal vez lo haga. - lloré aún más y con mi mano calle los murmullos que se escapaban de mí sin control.

¿Cuando fue el momento en que mi vida volvió a ser un maldito infierno?, ¿es que acaso era lo único que merecía?

Al llegar a casa de mi madre, supe que siempre tenía que volver ahí, era el único lugar donde terminaba. Toqué su puerta y al instante ella estaba abrazandome y yo llorando en sus brazos.

-¿Ha pasado algo?- inquirió cargando a luz en sus brazos y adentrandonos a la casa.

-he discutido con Vernon.- me dejé caer en el sofá llena de cansancio.- ¿puedo quedarme en mi habitación por el momento?

-Él le ha gritado a mami. - dijo Luz jugando con sus dedos.

-Puedes quedarte las veces que quieras, hija. Lo sabes.- sonrió y puso a Luz en el sillón para luego preparar un té.

La seguí hasta la cocina.

-¿Y a que ha venido todo?- habló mientras se movía por toda la cocina.

Guardé silencio por un momento.

-Por Taehyung.- de momento dejó lo que estaba haciendo y se volteo Hacia mí para interrogarme con sus ojos abiertos de par en par.

-¿A que va eso? - inquirió nuevamente.

-Dijo que negó que Taehyung fuera el padre de Luz, creo que la sola idea le encoleriza.- mamá dejó el té y se sentó frente a mi en uno de los taburetes.

-Antes se lo llevaba muy bien. - indicó, y realmente era cierto.

-No lo sé - tomé un sorbo del té caliente, el cual relajó un poco mi estómago. -ha cambiado de repente en estos últimos días. Se ha vuelto muy extraño.

-Respecto a lo de Taehyung... - habló mi madre llevándose el té a los labios. -Cuando piensas decírselo.

Si supiera que estuve a punto de hacerlo, que la ganas me ganaron y que aunque lo hubiera hecho, nada cambiará.

-Eso no será posible, mamá. - Jamás lo recordará porque nunca antes lo supo.