PUPPET| Parte 24

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»—» Taehyung «—«

La lus de la luna se filtra por la ventana del despacho en la cual me encuentro tirado sobre la silla giratoria tras el escritorio, giro levemente de lado a lado con ambas manos que descansan sobre los apoya brazos. Desde el momento en que llegamos he estado aquí encerrado, pensando y meditando. No logro hacer mas que eso.

Los recuerdos y el sentimientos de estupidez recorren mi cuerpo, no puedo deshacerme de ellos y cada vez más me envuelven y me llevan consigo a la infinita oscuridad. No puedo dejar de pensar en ella, en lo micho que debe estar odiandome por dejarla ir, por mentirle y hacerle daño cuando pude haberla amado desde el inicio.

Deshago el nudo de mi corbata y la lanzo sobre el escritorio antes de desabotonar los dos primeros botones de mi camisa, tomo el séptimo baso lleno de vocka que se encuentra a mi alcance y lo meneo un par de veces antes de llevarme su amargo liquido a la boca. Quema mi gargnta, cierro los ojos y echo mi cabeza hacia el respaldar del asiento mientras me permito saborear el candente liquido que pasa por mi laringe provocando que mi manzana de Adán suba y baje.

Los recuerdos de la primera vez que la vi, llegan a mi mente sin previo aviso. Tan dulce y frágil, así era ella, pero mi malditas mentiras la cambiaron, hicoerond de ella una mujer rota llena de resentimientos y soturas que yo mismo quise curar y solo logré que cerraran a medias.

Lo único que hice, fue hacer que sangraran más.

La puerta de mi despacho se abre sin previo aviso y gracias a las luces externas puedo divisar en el marco de ésta una silueta que se va sumergiendo en la tenue oscuridad en la que me encuntro, mis ojos intentan buscarla pero no lo logran con éxito. Estoy mareado y un poco somnoliento, el  toc de los tacones en el piso me avisan que aquella figura de la que soy extraño por el momento, se va acercando a paso perezoso y a  mi mente acude  ella.

Se posa tras la silla y extiende sus manos a lo largo se mis pectorales por debajo de mi camiseta, me dejó llevar por la sensación que sus acaricias me provocan y la confusión de mis pensamientos me llevan hasta su esencia, la cual aún recuerdo como si hubiese sido ayer.

Siento que es ella.

casi puedo percibir el perfume de sus cabellos y la fría temperatura de sus manos, sus labios se posan en mi cuello y ladeó la cabeza para tener más de esa insaciante sensación. La atraigo hacia mí y de un momento a otro la encuentro sentada sobre mi regazo con sus manos enterradas en mi cabello, revolviéndolo aún más.

Reclamo sus labios los junto con los míos, y aún en la oscuridad, las facinantes facciones de Lía pueden ser apreciadas por mis ojos. Dejo de besarla y acaricio su mejilla mientras el dolor y la ira me arrastran consigo, y mientras ella me observa en silencio, soy capaz de escuchar todo lo que tiene para mí.

Me odia

Las escucho y no puedo reprocharle tal sentimiento ya que es lo justo después de todo lo que le causé, siento que quiero hablarle, sin embargo mis labios pesados no me dejan. Lo único qie hago es tocarla, sentir su cuero sobre el mío y convencerme de que es real. No puedo dejarla ir nuevamente.

Me aferro a ella. 

La amé demasiado, la amé en silencio y con miedo, como un cobarde y finalmente la perdí. Pero la veo aquí, junto a mí, besando mis labios y acariciando mi cabello como siempre lo hacia cuando de sus labios era yo quien me adueñaba. Siento como mis ojos se cristalizan y la visión que tengo de ella se nubla por las malditas lágrimas.

Y de pronto algo dentro de mi se rompe cuando la escucho decirme te amo, la conjugación de esas simples palabras son los suficientemente mortales para un corazón como el mío, que se lamenta en cada momentos. No Recordarla de principio a fin cada segundo que pasa es inevitable: cuando la vi por primera vez, cuando respiré su fragancia por primera vez, la primera vez...

Y luego estoy yo: un idota que no supo como demostrar el amor que sentía, un idota que le hizo daño por miedo a que los demás sepan sobre sus sentimientos hacia la chica nerd del salón, un idiota que se dejó llevar por las apariencias y la daño, y terminó dañandose el mismo.

Un idiota que sintió miedo del poder que su corazón tenía sobre mí.

La tengo entre mis, brazos pero no es suficiente, siento como poco a poco desaparece y es entonces que necesito de sus labios. Necesito de ella y ella de mí. Mis labios encuentran los suyos y me hundo en el profundo placer de poder sentir el dulce sabor de ellos, nuevamente me separo de ella pero no por mucho tiempo.

Deslizo un tirante de su vestido de seda y este rueda suave y sin prisa por la tersa piel de su hombro, repito el mismo proceso con su otro tirante y vuelvo a besarla esta vez en el cuello.  Su pecho queda al descubierto ante mis ojos y me deleito con semejante belleza, y como si fuera lo más natural del mundo me dedico a besar cada uno de ellos.

La siento perderce en ese tacto placentero dado a que sus manos se aprietan con fuerza sobre mis hombros y tira su cabeza hacia atrás mientras jadea sin parar, la necesito tanto como ella me necesita a mí, la necesito ahora mismo y la necesito aquí. Sus caderas empiezan un glorioso vaivén sobre mi miembro viril, el cual a éstas alturas se encuentra notoriamente abultado bajo mis pantalones.

Me tomo unos pocos minutos para observarla desnuda en mi regazo sumergida en el placer, con sus labios rojos entreabiertos casi sin aliento, sin poder esperar más la tumbo sobre el escritorio y la tomo sin previo aviso. Sus gemidos inundan la estancia junto con mis jadeos, con mis manos recorro su cuerpo una y otra vez, como si fuese un lienzo y yo el pincel que lo pinta.

Quiero que se quede conmigo, quiero que sea eterna y que jamás deje de sonreír, quiero remediar lo que hice y lo que le hice, quiero ser todo para ella y al mismo tiempo su nada, que al despertar lo primero que vea sea a mi y no a otro. Quiero poder decirle todos los te amo que no fui capaz de decir y quiero ser el único en su vida,  que no busque a nadie más porque le haré saber cada día de mi vida que es todo lo que tiene en mí y que mi todo está en ella, quiero ser ese ángel que le devuelva las alas para que pueda volar junto a mí...

pero, todo se basa solamente en un quiero.

Mis embestidas aumentan su ritmo y la siento estremecerse bajo mi cuerpo en cuanto ambos llegomos al éxtasis, me dejo caer sobre ella con cuidado de no aplastarla con mi peso y me abrazo a su cintura. No quiero soltarla porque me aterra la idea de no tenerla nunca más, sus ritmo cardíaco poco a poco se apacigua al igual que los míos y a nuestro alrededor un sórdido silencio nos envuelve.

Quiero hablarle y no puedo porque es malditamente imposible decir algo en estos momentos, pero siento como sus manos acarician pausadamente mi cabello y eso me calma. Me levanto sobre mis codos para besarala una vez más, para permitirme ser el dueño de sus labios una vez más, y en cuanto dejo de hacerlo para observarla bajo la luz de la luna que iluminan gentilmente su facciones, la veo desaparecer.

No es ella, y se desvanece poco a poco...
  

PUPPET  [ T#1 TERMINADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora