PUPPET| Parte 26

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»—» Taehyung «—«

En los tiempos de antes unir a las familias para que los hijos de estos se casaran por conveniencia, era lo mas normal del mundo. Pero ahora todo eso quedó atrás, ahora los progenitores son quienes eligen a su compañera de toda la vida. Y eso, es lo que al parecer ni mi padre ni mi madre entendían. El tiempo ha transcurrido y ellos se han empeñado en hacer perdurar esa tonta costumbre.

—¿Por qué haces esto?. — mascullo con mis dientes apretados y la mandíbula tensa, mis manos empuñados en mis bolsillos reclaman su espacio y puedo sentir como se tornan blanquecinos.

—Lo que acabas de oír.— echa su espalda sobre el respaldar de la silla e innecesariamente ajusta sus botones los cuales permanecen muy bien abotonados e intactos.

Era impresionante la osadía que te tenía consigo para decirlo así sin más,
No le ha bastado con quitarme a mis amigos, alejarme de ella, de la mujer a quien realmente amo para chantajearme y hacer que contrajera nupcias con una mujer que no lograré amar nunca.

Y ahora me pide, ¿tener un hijo con ella?, simplemente no me podía creer que tan descarado podía llegar a hacer, me destruía sin siquiera haberme golpeado, dado que sus palabras habían sido como si una hola se rompiese frente a una gran roca.

Yo era aquella ola.

—Estas muy equivocado si piensas que cumpliré tus caprichos, padre.— vocifero alzando inevitablemente la voz, a la vez que me acerco repentinamente hasta el escritorio.

—Oh no, no. Esa no es la forma de hablarle a tu padre.— anuncia fingiéndose ofendido, pero su voz suena más a una sarcástica burla hacia mi posición.

No merecía ser llamado padre siquiera, lo odiaba, cada segundo de mi vida la irá crecía en mí. Pero, ¿por qué lo hacia?, ¿por que no simplemente dejaba de seguir sus órdenes?. Simple, no quería que lo de Soo Hyung haya sido en vano. No quería que se ausencia sea simplemente una partida más.

Simplemente no dejaría que fuese el ven vano.

Todo esto permite que mi mente viaje hace unos años atrás y recuerde a mi hermano mayor, y en lo que mis padres quisieron hacer con él. Lo mismo que están haciendo conmigo,  mi mandíbula se contrae aún más y mis ojos se incrustan en los de él, formando así una batalla del cual espero salir victorioso.

Es como si fuese una gran bestia queriendo imponer todo lo que dicta,  sus órdenes, y su grave voz,  permiten ver la avaricia más allá de su apariencia amable y gentil. No tenía nada de gentil,  al contrario. Lo tomaba y hacia todo lo que quería,  cuando quería.

No tenía ni una pisca de amabilidad. 

—¡No vas a hacerme lo mismo que le hiciste a Soo hyung!.— vocee esta vez aún más encolerizado debido a su presuntuosa idea. Soltó un suspiro de exasperación mientras masajeaba sus sienes.

—Tu hermano era un rebelde sin remedio, ¡tenía que enderezarlo!.— vociferó a la par de mí, colisionando ambas manos sobre la dura madera del escritorio.

Tenia razón, era un rebelde sin remedio. Pero eso no le daba derecho a querer dirigir su vida como a el se le antojara, como si fuera la suya propia. Soo hyung se alejó de todos menos de mí, siempre estuvo conmigo hasta en la última noche que lo vi partir, no antes sin despedirse de mí.

No me dijo a donde iría, pero sabía lo cansado que estaba de nuetros padres y sus ordes sin fundamentos. Lo había querido obligar a casarse, pero Soo Hyung se negó de inmediato, mi padre nunca tomó en serio su decisión e impuso su precepto tal y como el quiso, apuntando la fecha de la ceremonia.

Justo antes de que Soo hyung se marchara para siempre.

—¡Eso no te daba derecho!, ¡No tenías que hacerlo!.— Los ojos empezaban a picar y poco a poco sentía las lágrimas arremolinarse sobre mis líneas de agua, pero aún así, me reprimi todo lo que en mi crecía.

No permitiría que me viese débil jamás, aquello solamente le daría poder sobre mí, solo permitiría que pudiese manejarme con más facilidad sobre su tabla de ajedrez. 

—¡Me daba derecho!, ¡sí! Porque yo soy su padre.— dijo apuntándose a si mismo.

Echando flores a su falso pedestal.

—Tú no sabes ser padre...— musite con la decepción cargada en mi voz,  dado que en toda mi vida y la de mi hermano él nunca supo ejercer el titulo de un buen padre. Jamás.

Quice marcharme sin más que decir, porque todo lo que decía era una cinta que se repetía una y otra vez, ya  que en nuestras peleas era todo lo mismo: el mismo dialogo entre nosotros, la misma discusión, el mismo tema, y el dolor que permanecía latente cada vez que el nombre de de mi hermano salia a relucir. Tomé el pomo de la puerta y quice escapar, pero su dura y demandante voz me detuvo.

—Mide tus palabras, Kim Taehyung.— giré sobre mis talones abandonando la acción que estaba apunto de realizar, mis ojos y semblantes eran prueba suficiente de lo incrédulo que me encontraba.

¿Medir mis palabras? Eso solo aplicaría en él, quién está cegado por la avaricia y el dinero.

—Lo siento, no se mentir.— dije calmo sin ganas de querer luchar más contra él.—Fingir que todo va bien y ser un buen hijo con un buen padre, no va contigo.—di por concluida la conversación.

Su semblante se volvió falsamente paternal, sus ojos y cejas caían como quien está arrepentido, pero todo en él era sola y totalmente falacias que había dejado de creer desde hace mucho.

Desde que era un pequeño. 
Desde que Soo Hyung se fue. 

—Solo quiero lo mejor para ti, también lo quise para Soo hyung.— su voz seca se volvió melancolía y sus ojos quisieron una pizca de aprovacion, los cuales buscaban en los míos , que permanecías duros e impenetrables. 

Pero nada de eso sería posible cuando sus palabras carecían de credibilidad.

—Tu solo quieres lo mejor para ti.— anuncié conteniendome para no volver al mismo conflicto de siempre.

Porque discutir con él era como querer que el agua del mar sea dulce o que la arena del desierto se convierta en sal. Su semblante cambió rotundamente pero eso no me hizo flaquear en lo más mínimo.

—Quiero lo mejor para todos.  — la exasperación hacia presencia en su voz y semblante. Reí ante su falsedad tan obvia. 

—Sabes mentir muy bien.— masculle dejando llevar tenuemente por la impotencia y la ira que en mi crecía.
— y pensar que acabé casándome ¡solo por ti!, pero te recuerdo que no será por tanto tiempo.

Haber querido llevarlo todo de mejor manera con él, no había sido la mejor idea, sin duda. Pensé que ha raíz de su enfermedad cambiaría un poco, pero estaba totalmente equivocado. Kim Ji Woo seguía siendo el mismo de siempre, sólo que con treinta años de envejecimiento encima. Supuse que después de haberme alejado de él seria diferente a lo laego dde este tiempo, supuse que hasta por lo de Soo hyung sería distinto. Pero como es de equivocarse,  supuse mal en definitiva.  

—¡Eres un tonto igual que tu hermano!.— vociferó la money haber conseguido manipularme un vez más.

—¡No voy a permitir que hables así de él!— vocifere al borde del descontrol,  ¡como se atrevia!, era simplemente inhumano.

—¡Queria una vida diferente para él!— vociferó a la par mía, queriendo tener garantía de aquello.

—¡¿Ah, sí?! ¡¿es lo que querías?!.— mis orbes llenas de lágrimas y apunto de estallar no se hicieron esperar, las lágrimas rodaban por mis mejillas y a su paso quemaban la piel sensible de esta tan  solo de recordar el pasado.

— Taehyung...— trató de calmar mi ira y llamar mi atención, pero nada de lo que intentara para apaciguarme era suficiente.

—Terminaste matándolo...

PUPPET  [ T#1 TERMINADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora