PUPPET| Parte 38

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»—» Lía «—«

No lo dejaría hacer lo que quisiera conmigo, así que solté un enorme golpe en una de sus mejillas y lo vi ponerse rojo de la furia. Ambas puertas metálicas finamente se abrieron y aferrandome a mi bolsa con ambas manos y llena de dignidad salí del elevador.

Finalmente pude respirar con alivio.

Hablé a la señorita de la recepción y le expliqué a qué se debía mi presencia, ella educadamente me dió el número exacto de la sala y me dirigí hacia allá. En cuanto abrí la puerta con cuidado,  apenas se encontraban algunos inversionistas chinos y otros italianos,  pero para reunión no había empezado por lo visto.

Saludé con un buenas tardes y me dirigí a una silla en la mesa junto a Taehyung, pero no lo miré solo quiera, nada de lo que había hecho hasta ahora era digno de dejar pasar por alto. Sentía su mirada encima de mi y del mismo modo sus labios gesticular palabras hacia mí.

—¿Como llegaste aquí?.— Inquirió pero no respondí, cada vez mi odio hacia el crecía más, sus acciones eran tan estúpidas que no me las podía creer. 

—Te he preguntado algo.— indicó, pero nuevamente evadí sus palabras como si realmente no hubiera escuchado nada.

Cuando estubo a punto de hablar de nuevo, un grupo de señores mayores entraron a la Sala y tras ellos cada uno de sus asistentes, todos en la sala nos presentamos como era debido y entonces la reunión empezó, dejando a un Taehyung carmido por la duda sobre mi repentino y frío comportamiento hacía él.

A caso, ¿no era evidente?

—Ahora presentaremos al accionista mayoritario, quién será parte de los negocios nacionales e internacionales del presidente Kim Taehyung y los inversionistas chinos Wu Feng y Lee Xao.— enunció el más anciano.

Tome la botella con un poco de agua y  esperé a que el hombre misterioso pasara a la sala y se presentara frente a todos, pero al ver lo inesperado el agua que me permiti pasar por mi garganta se hizo un nudo y toci con fuerza inclinandome hacia el frente sobre la mesa. 

Todos pasaron sus miradas expectantes hacia mí y les indiqué sin más que me encontraba bien. 

—El señor Bennet.— presentó y el hombre echo de repente su mirada sobre mí, llena de recelo, como descifrando mi apariencia y tal vez queriendo recinocer algún rostro que haya visto antes.

El mío.

—Un gusto... —paró por un momento y picaramente continuó con  la frase— con todos.— soltó una pequeña risa obvia. 

Estaba claro que ya sabía quien era yo, "la mujer del elevador quién lo golpeó", pero en mi defensa se lo merecía por su actitud déspota y vulgar hacia mí. Todos empezaron a hablar cosas que para mi no tenía ningún sentido mientras yo apuntaba fechas y eventos importantes en la agenda. 

Taehyung me miraba de reojo y sabía lo preocupado que se encontraba, dado que no le había dirigido la palabra en un buen rato. Pero, ¿cómo podía dirigirme a él como si nada?, todo lo que había pasado se lo atribuía a su estupidez de no haberme avisado sobre la reunión. Recordando claramente mis palabras cuando le dije que estar en un viaje juntos, era sumamente profesional. 

Siempre hacía más difícil las cosas.

La reunión terminó al cabo de dos horas y media, y al igual como llegué, tomé mis cosas y decidí irme sola. Buscaría un vuelo para esa misma noche y partiría lejos de Taehyung y sus extraordinarias ideas sin sentido. 

—Puedes explicarme... — habló mientras seguía mis pasos apresurados, no tuve tiempo de verlo al rostro dado que me mantenía pendiente de algún taxi disponible.

—¿Explicar qué?— inquiri con descontento. —que acabas de traerme junto a ti al otro lado del mundo por trabajo, que las habitaciones del hotel están agotadas y debo dormir contigo, que finalmente despierto el día de la reunión sin saberlo, porque resulta que se te ocurrió no decirme. ¿Es eso lo que debo explicar?.— extiendo la mano en el aire y le hago stop al conductor del taxi.

—Te veías muy cansada.— explica con sombra de asombro surcando su rostro en medio de la confusión. 

Me detengo a abrir la puerta del taxi y Taehyung entra conmigo al asiento trasero de este, el taxista mira a través del retrovisor haciendo un gesto con sus pobladas cejas con la intención de querer saber mi destino, le doy la dirección del hotel y entonces saco mi laptop para fingir que tecleo algo y evitar a toda costa a Taehyung.

—Actúas como una niña pequeña.— suelta de repente en medio del silencio e irradio ira por dentro, pero mantengo mi morada fija puesta sobre él. ¿Quiero preguntarle cómo puede ser tan imbécil? pero de mi boca sale lo contrario.

—Te has subido a un taxi junto conmigo teniendo el tuyo propia aquí, sin contar que has pagado una suma de dinero exagerada por traerlo a otro país.— un suspiro abandona mi cuerpo y me obligo a concluir lo que tengo que decir. — Creo que hay una diferencia enorme entre tu y yo cuando se trata de adoptar el comportamiento de un pequeño. 

Sus ojos me ven pasmado y luego pasa a tener un semblante de incredulidad a uno reflexivo mientras guarda silencio y mira por la ventanilla, como si no tuviese más por decir. Y sin lugar a duda eso me llena de satisfacción, saber que he sido quien lo ha dejado sin palabras y que al final tuve la razón.

En los últimos minutos en los que hemos permanecido en la habitación desde que llegamos, ninguno de los dos dice nada, en silencio nos absorbe por completo pero es interrumpido cuando tres pequeños golpes tocan a la puerta. Sin más Taehyung se levanta del sofá y corresponde al incesante llamado al otro lado de la puerta, cuando es abierta, en ella una mujer de mediana edad aparece con un cesto repleto de rosas, aromatizantes, velas olorosas, chocolates y por último, aceites eróticos. 

—Esto es un presente de parte del hotel por el día de San Valentín.— recita la mujer con una limpia sonrisa en el rostro.

Taehyung recibe el presente con ambas manos.

—Son una linda pareja de esposos.— concluye la mujer antes de partir.

Mis ojos se quedan puestos en la nada dado que la mujer ha abandonado su lugar y de inmediato coreo hasta allí y saco la cabeza por el umbral de la puerta con la intención de alcanzarla y decirle que solo somos compañeros de trabajo, pero ella ha desaparecido. Taehyung al igual que yo se encuentra incómodo al ver lo que contenía la cesta, pero me obligué a hablar.

—¿Por qué dejaste que creyera eso?.—recriminé con el entre cejo medianamente fruncido. 

—No me dió tiempo, yo solo...— Dejó la cesta sobre la mesita de noche y pasó sus ojos sobre mí. — estoy tan sorprendido como tú.

De inmediato mis ojos se abrieron de par en par al recordar las palabras de la mujer de hace minutos atrás, ¿acaso había dicho San Valentín?. ¡Joder!, no podía ser hoy. Lo había olvidado por completo dado a todo lo que ha pasado por mi mente en estos días, justo ahora deseaba que la tierra me tragara.

—¿Pasa algo?.—Inquirió Taehyung, pero lo único que pude hacer fue responder a su pregunta con otra. 

—¿Qué hora tienes?.— Miró al reloj de mano que tenía con él algo desconcertado.— casi media noche.— enunció.

Tomé rápidamente mi móvil y marqué atropelladamente el teclado táctil de éste, ¡joder! ¿Como es que lo olvidé. No me quedaba mucho tiempo así que volví a marcar el mismo número mientras Taehyung era testigo de mis pasos apresurados de aquí a allá, y cuando finalmente contestó me adentre al baño para no ser escuchada.

—Creí que jamás lo olvidaría...

PUPPET  [ T#1 TERMINADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora