PUPPET [ T#1 TERMINADA ]

PUPPET| Parte 11

Me gustan sus labios en mi piel y la sensación de alivio que estos dejan ahí, amo la forma tan delicada y apasionada con la que me tocas porque siento que puedo volar sin despegar los pies de la tierra.

Pero también duele, quema, lastima y me desgarra el alma. 

—Es mejor que te marches. — susurré empujando su cuerpo del mío, alejándolo lo más que podía de mí.

Nuevamente sus labios no gesticularon palabras y nos sumergimos en el silencio, su rostro se miraba aún más cansado bajo la luz de que caía sobre su semblante, las ojeras debajo de sus ojos eran más prominentes al igual que las grietas que yacían en la parte media de sus labios. 

—...Tu herida— Anuncié en cuanto tuve en cuanta la pequeña abertura sangrante de su pómulo, se veía muy mal, pero Taehyung no emitía palabras, sonidos ni quejidos. Sólo se limitaba a tener sus ojos fijos en mí, y eso, de alguna manera me ponía malditamente nerviosisima.

Traté de alcanzar el algodón que se encontraba a mi derecha pero su mano me detuvo abruptamente, me estrechó aún más contra el lavamanos, tomó mi mandíbula y la inmovilizó con su mano. Con sus labios rosó mis mejillas totalmente heladas provocando que mi piel se prenda en fuego por milésima.

Pretendí ser fuerte ante sus caricias, pero fallé terriblemente en el intento.

—Por favor, Taehyung.— supliqué en un murmullo casi inaudible, uno que apenas y podía ser entendido.

—¿El qué?— su voz profunda vibró estruendosamente en todo mi cuerpo, sentiendo cada una de las palabras y sus letras, tan maravillosamente.

Como la música.

Detuvo el andar de su boca por mi cuello y se dirigió a mis labios atrapándolos y privandoles de dar alguna respuesta a su pregunta. Sus dientes mordían finamente mi labio inferior mientras que los acariciaba con su lengua sutil en ocasiones, abrí más mi boca dando paso a su lengua para que se fundiera con la mía en una batalla ardiente de la cual ambos éramos protagonistas.

Cansado de mantener el equilibrio de su propio cuerpo, se dejó caer su sobre el bater,  y con sus manos en mi cintura me guió hasta quedar a horcadas sobre él, sus brazos se enrroscaron en mis caderas y hundió su cara en mis pechos dejando pequeños mordiscos en ellos mientras   su suave flequillo daba pequeños roses en mis pechos causando cosquilleos en la zona sensible.

Eché mi cabeza hacia atrás debido a la  tan maravillosa sensación que me brindaba aquella sensación de placer, en la cual, estaba siendo sometida con toda voluntad. Moví mis caderas involuntariamente hacia adelante, y pude sentir un prominente bulto en la superficie de sus vaqueros.

Reprimi un gemido que osadamente quiso salir de mis labios y enterré mis manos en sus cabellos, busqué sus ojos en medio de los besos y los encontré encendido, envueltos en llamas y brillantes. De cualquier manera, me podía ver reflejada en ellos, ardiendo en las flameantes llamas junto a él.

Volviendo al punto inicial del juego.

Mi cuerpo y alma desvalidos se dejaron caer en la tentación, sus inquietas manos se deshicieron de mi blusa y recorrieron mi espalda a la par mientras sus labios volvieron a acorralar los míos, volvieron a adueñarse de mí y estuve dispuesta a darlo todo nuevamente.

Pero lo posible a veces puede convertirse en lo imposible.

Él timbre de la puerta principal resonó interrumpiendo aquel momento en el que nos encontrábamos, como si hubiese sido obra del destino, como si nada de esto estuviese destinado a ser. Descendí de su regazo  inmediatamente, y tomé mi blusa que se encontraba en el piso, me la coloqué y al mismo tiempo salí a averiguar quién podría encontrarse  tocando a mi puerta durante la noche.