PUPPET [ T#1 TERMINADA ]

PUPPET| Parte 40

»—» Taehyung «—«

Soy yo quien ha despertado primero, abro los ojos con pesadez y restrego con mi puño uno de ellos con la finalidad de conseguir una mejor vision de mi mañana, me remuevo en el sofá y un dolor en mi espalda me recorre la espina dorsal y duele como los mil demonios, dado que en dormido en forma vertical y con el cuello doblado sobre mi hombro.

El efecto de la nicotina no me hace para nada bien.

Me quejo en silencio para no despertar a Lía pero luego me percato de que ella ya no está en la cama, luego la escucho recoger algunas de sus cosas en el baño y entrar nuevamente a la habitación para tomar su equipaje y guardar sus productos de aseo personal en una bolsa plástica de cosméticos o algo por el estilo.

—¿Vas a quedarte ahí sentado?.— Inquiere, pero no logro identificar si se está burlando de mi por mi cara de desconcierto o por simplemente está hablandome con ironía.— el avión de regreso a Seúl sale en un par de horas.— Indica. 

Me obliga levantarme del sofá con una expresión de molestia cargada por el dolor que tengo en mi espalda, ojeo el reloj de mi muñeca y me percato de que apenas son las siete y media de la mañana. Me hecho a andar hasta la ducha y quito toda mi ropa para dejar que mi pesado cuerpo se relaje bajo la lluvia artificial, y al cabo de unos minutos salgo de ahí más despierto que nunca. Me dispongo a hacer mis maletas, pero la sorpresa es que Lía ya las ha hecho por mí. 

Un túmulo de emociones se arremolinan en el centro de mi corazón y siento un vuelco de felicidad con ese pequeño acto. 

—Si dejaba que las hicieras tu, nunca saldriamos de aquí.— enuncia bajando el pesado equipaje de la cama y rápidamente ayudo con eso. 

De la misma manera mi corazón se ahueca dado que solo lo ha hecho por apresurar la ida, deseaba permanecer un poco más de tiempo aquí junto a ella, pero claramente eso no estaba en discusión, ya que había comprado los boletos de avión sin si quiera decirme.  Tal vez lo había hecho días atrás o esta misma mañana. 

Pongo mis zapatos correctamente y entonces nos disponemos a salir de la habitación, pero antes de que fuese así saco del equipaje los vaqueros que llevaba la noche anterior, y del bolsillo tomo el sencillo collar dorado que he comprado esa misma noche.  Los guardo rápidamente sin que Lía se percate de aquello y entonces abandonamos la habitación por completo.

Mientras caminamos hacia el ascensor y nos encerramos en el, ojeo el collar en mi mano, intento hablar y lo único que puedo hacer es boquear  palabras que ni siquiera salen de mk boca. No soy capaz de dárselo ahora mismo.

Treinta minutos después de haber salido del hotel y haber llegado al aeropuerto, nos encontramos abordando el avión nuevamente. Una oleada de nostalgia me invade al recordar por milésima vez que esta sería la última vez que me encuentre tan cerca de Lía como lo estoy ahora. 

—¿Tienes algo de hambre?.— su voz interrumpe mis arraigados pensamientos, una sonrisa surca en sus labios y sus ojos brillan como dos estrellas fugaces. 

Solo permanezco en silencio tratando de procesar la idea de que por primera vez en nuestro encuentro después de tres años me ha vuelto a sonreír, lo ha hecho y mi corazón palpita incesante dentro de mi pecho tanto que, me carcome el miedo pensar que lo puedan escuchar. 

—¿Ocurre algo?.— Inquiere ladeando la cabeza pero no deja su sonrisa de lado. También tomo en cuanta que desde hace algunos días ha dejado de llamarme "Presidente Kim", y me ha tuteado de la manera más natural que se encuentre posible.