PUPPET| Parte 32

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»—» Taehyung «—«


Era más hermosa de lo que me imagine estos últimos tres años lejos de ella, su cabello aún más largo y sus labios mas rojo de lo normal, sus pestañas seguían igual de rizadas y espesas, ella se miraba más hermosa de lo que podía recordar.

Sin embargo su corazón había cambiado.

Intenté hablar con ella, dialogar sobre todo y contarle que aunque me mantuve en la incógnita durante tres años, no pude parar de pensarla ni un segundo. Lastimosamente ella parecía haberme olvidado por completo. Sin embargo el resentimiento que habia desarrollado hacia mi era latente en su corazón.

Quise explicarle innumerable veces que ella era la razón por lo que me mantuve vivo, era la esperanza de mi vida y la luz al final de mi oscuro túnel, pero sus reclamos cesaron mis ganas de hacerlo y sus lágrimas me tacharon de culpable. Supo lo de mi matrimonio pero fue otro punto que no pude explicar, había vuelto porque solo ahora logré obtener el divorcio.

Mi padre había fallecido cinco meses atrás y fue el momento de acabar con su voluntad, una voluntad que me obligó a estar apartado de la mujer que realmente amé por mucho tiempo. Sólo así pude volver.

Pero ella ya no parece tener rastros de amor.

—Sun jo, por favor necesito que escoja una fecha para una reunión importante con los trabajadores esta semana.— colgué el teléfono y me dedique a mirar por detrás de la pared de vidrio que dividía mi oficina de las demás, ahí estaba ella, moviéndose de un lado a otro mientras cargaba con papeles y respondía llamadas telefónicas.

Podría mirarla toda la vida, porque verla me devolvía el alentó que había estado anulado en mis pulmones desde el día en que me vi obligado a dejarla. Verla era leer una poesía con el pensamiento y volver a la época donde la vida por primera vez, con sus libros en mano y aquellos lentes redondos que evitaban ver directo a sus ojos.

Era un tonto por no saber amarla como realmente debí, un cobarde por no haber luchado por ella, y un imbécil por hacerla llorar.

—Permiso.— pidió la muchacha de recepción y le cedí la entrada quitando mis ojos completamente de Lía.—el viernes de esta semana habrá una reunión muy importante de inversionistas, dado que son de varias partes del país y otros extranjeros, la junta directiva a decidido hacer un viaje de negocios en el cual deberá asistir con su asistente personal, los cuales se encargaran de trabajos secundarios designados por el jefe.

Concluyó la muchacha.

—Bien, entonces la reunión de trabajadores será hoy mismo.— indiqué, —avisele a todos y en diez minutos estaremos listos.— la muchacha asintió con la cabeza y se retiró sin decir más.

No podría tener más mala suerte en toda mi vida, el día en que puedo estar cerca de Lía ni si quiera había durado más de cinco horas y ya tendría que dejarla nuevamente. No estaba dispuesto a eso.

Por supuesto que no.

Revisé uno que otro documento para poder quitarme de la cabeza la idea de que la mujer que me agobia el pensamiento estaba a unos metro de mí, y no a mares de distancia. desisto de aquellos papeles y me levanto de la silla giratoria para mirarla a través del vidrio polarizado de mi oficina.

Pero deleitarme con su presencia dura muy poco, dado que se retira a la sala de reuniones donde en pocos minutos estaría lista la reunión. La muchacha vuelve a tocar mi puerta y me avisa que están listos, asiento y salgo tras ella para adentrarme a la fría sala, donde todas yacen sentados a la espera de mí. Ajusto mi saco y carraspeo un poco para llamar la atención de los presentes.

El de ella en especial. 

—Este fin de semana los socios de la empresa tendremos una reunión de trabajo fuera de Corea del sur.— anunció en medio del silencio y su ojos se clavan repentinamente en mí.

—Tendré que ir con un acompañante, nombrado secretario/a quien se encargará de trabajos secundarios.— sentí a Lía tensarse, dado que presionó con fuerza el bolígrafo que mantenía en su delicada mano sobre la mesa.

—Es por tal motivo que estoy aquí.—anuncié dándoles a entender el motivo por el cual se encontraban todos en la sala de juntas nuevamente.— necesito saber quién era la secretaría del señor Williams antiguamente.

—La señorita Song Lía se ha mantenido en su puesto de Secretaría por dos años consecutivos, a cargo del antiguo Presidente Williams.— indicó el Secretario Mon Jung. 

Escuché a Lía maldecir por lo bajo y luego erguir su postura, se mantuvo con semblante serio y me ví ombligado a romper el silencio en la sala. 

—Si es así, No creo que la señorita Song tenga algún problema con el viaje.— Lía tan solo se dignó a asentir y sumergirse nuevamente en el tumulto de papeles sin importancia en sus manos.

Y antes de que pudiese dar por terminada la junta, fui interrumpido por la muchacha de momentos anteriores.

—Presidente Kim, los nuevos inversionistas y socios tuvieron que adelantar el viaje. — anunció frente a todos —La fecha de partida será en dos días.

—Creo que sería mejor una re elección de asistente.—Inquirió Lía,  quien hace unos minutos atrás se mantenía en sumo silencio.

Asentí nuevamente y maquinee un plan en mi mente, uno que pudiese elegirla a ella  entre todos de manera sencilla. Pero ¿cómo? Me pregunté mientras todos se encontraban a la expectativa de mí.

Y en cuanto lo obtuve, tomé algunas papeletas sueltas en blanco y desarrollé preguntas fáciles de responder para luego ordenar a que fueran por más copias y que volvieran con ellas contadas una a una y grapadas entre pares.

Tomé una pequeña urna que se encontraba en la esquina derecha de la sala de juntas, y la coloqué en medio de la mesa. Tal vez hacer esto seria infantil, pero era la unica manera de elegir a uno entre todos de manera correcta, así que ellos mismos se elegirían entre sí. Sin saberlo.

Solo esperaba que Lía sea escogida.

Pasé por cada asiento entregando las papeletas por encima de sus cabezas y depositándolas en la mesa, para luego volver a mi posición original y permanever inmóvil luego de que todos hayan tomado sus bolígrafos.

—¿A que se debe esto, presidente?.— indagó uno de los presentes y me vi en la obligación de explicarles el juego al que los había sometido sin si quiera esperar su aprobación.

Lía se mantenía callada y sin dirigirme la mirada nuevamente, de ves en cuando deslizaba mis ojos hacia ella y podía encontarla muy tensa e incómoda, dado que a cada minuto pasaba un mechón de cabello lo detrás de su oreja mirándose aún más linda.

—Lo someteremos a votación y finalmente veremos los resultados.

Sin más todos empezaron a escribir sobre el papel con una lista de ítems en el cual debían marcar con una equis, Lía se mantenía pensando sobre la mesa sine escribir nada sobre la hoja,  sus ojos buscaban por todos lados lo que parecía que quería huir. 

Huir de mi seguramente. 

Me lastimaba lo que había hecho con ella, sabía que había destruido a la Lía de antes, pero si estaba ahora y aquí junto a ella, quería recuperarla.  Sus ojos esposaron sobre los míos y mi corazón explotó en un sinfín de emisiones, en sus ojos aún podía quererla como lo hacía antes. 

Me consolaba. 

PUPPET  [ T#1 TERMINADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora