PUPPET| Parte 12

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Pensar en mis propios sentimientos era tan complicado, el solo hecho de hacerlo provocaba una inmensa jaqueca en mí cabeza llena de líos. Todo era una total confusión, y Taehyung era el principal factor de desorden.

¿Cual era la razón de que mi vida haya dado tal giro inesperado?

—Calma, no tienes que responderme eso. Lo sabrás en su momento.—finalmente enunció vernon al notar mi profunda incomodidad a su pregunta.

¿Sigo amando a Taehyung?

Definitivamente, tal vez sea un error pero no podía luchar contra la corriente y decirle a la tormenta que pare. Era imposible, pero estaba tratando de olvidar, dejar y soltar lo que tango me daña.

Estaba jalando la soga de mi cuello provocándome heridas a mí misma.

Pero de una u otra forma me odiba por no tener claridad en mi vida, por no poder ser lo que vernon esperaba de mí, me sentía impotente y cada vez la solución se convertía en problema y el problema en desastre, un desastre que me mantenía en una sola línea.

En la línea gris.

—Oye...—llamé su atención en un debil susurro cuando vi su rastro bajo la tenue sobra de la luz, sus ojos caídos y semblante melancólico. —lo siento.— le dediqué una triste mirada.

Realmente dolía verlo de ese modo, estaba intentando corresponder a su corazón, pero solo debía esperar un poco más. Me sonrió luego de un momento y de manera juguetona embarró la punta de mi nariz con la salsa de soja que contenían los fideos.

Se sentía injusto que me haga sonreír cada vez qque quiera mientras el no podía hacerlo.

—Entonces, ¿te convertirás en mi mejor amiga?.—sonrió nuevamente y levantó su dedo meñique invitándome a hacer una promesa.

—La mejor de todas.— reí y correspondí a la promesa con mi dedo meñique también, luego de la manera mas delicada, tomó mi mano y dejó un beso en el dorso de ella.

Al concluir la cena, ambos lavamos los utensilios usados y nos tomamos un momento para sentamos en el living a ver una película de acción, de la cual no recuerdo casi nada, dado que me el sueño me venció. Vernon me dejó en mi habitación para luego irse no sin antes despedirse de mi con un tierno beso en la frente.

Pero no pude dormir esa noche, me encontraba sumergida en un mar de pensamientos que poco a poco me consumían la tranquilidad. Finalmente después de largas horas de lucha contra el insomnio al que estaba sometida, pude cerrar los ojos y descansar lo poco que quedan de noche.

Poco, porque luego de esos inexistentes minutos, el despertador en mi mesa de noche no dejó de resonar en la habitación para recordarme que un nuevo día de clases acababa de empezar. Me envolví nuevamente entre las cálidas sábanas y opté por dormir un poco más, objetivo que no pude cumplir debido a que él endemoniado Despertador volvió a martillar mis oídos.

¿Qué rayos pensaba cuando pagué sesenta dólares por él?

Me cuestionaba mentalmente una y otras vez, sin encontrar respuestas  mientras arrastraba mis pesados pies hasta la bañera. Me despojé de mi pijama dejándola esparcida por todo el suelo, abrí la ducha y metí un pie para sentir la alta temperatura del agua.

—¡Demonios!.— Vocifere al sentir el temple del agua erizar los vellos de mi piel, tomé valor y me metí de un brinco bajo la lluvia artificial he inevitablemente empecé a soltar maldiciones y quejidos por no haber pedido que mamá pidiera que  reparar el calefactor antes.

Luego de veinte largos minutos de haberme adaptado y estar a gusto dentro del agua, me dispuse a salir de la bañera envuelta en toalla, inspeccioné el reloj y me percaté de lo retrasada que llegaría.

Una vez vestida coloqué mis zapatos y bajé las escaleras como un torbellino, tomando mi mochila, y del mismo modo tomé uno de los yogures que guardaba en la alacena, dado que el tiempo era nulo para prepararme un buen desayuno.

Al salir de casa un tremendo frío acarició mis denudas piernas y opté por regresareme y tomar unos de las gabardinas de mamá, de esas que te cubren hasta debajo de las rodillas, y cuando la obtuve, regresé corriendo a la parada de auto-buses para esperar al siguiente.

« 7:45 am »

Respiré profundo y me resigné a llegar tarde. No que era la primera vez que me retrasaba para llegar al instituto, y nonera un problema, ya que el maestro Oh de filosofía en muchas ocasiones no asistía a su primera hora de clases por andar de amoríos con la psicóloga Shin.

La llegada del autobús me saco de mis pensamientos, y subí mientras me colocoba los auriculares y me sentaba en la parte trasera del vehículo, solo me sentaba allí cuando estaba vacío, de lo contrario me sentaría en el primer asiento porque la acumulación de gente no me permitiría bajar.

Después de unos largos minutos llegué y para mi suerte todavía no había sonado la campana así que estaba bien, me dirigí a mi casillero saqué unos libros y guardé otros que llevaba en la mochila, me dirigí a la clase y rato la campana anunció el ingreso de los estudiantes.

—Buenos días, alumnos.— saludó él maestro con evidente semblante de mal humor.

—Tal vez hoy no logró tener sexo con la psicóloga Shin en la biblioteca.— murmuré en un bajo timbre de voz dado que los habia logrado ver en ocasiones. A mis espaldas pude escuchar una risilla masculina, me giré sorprendida y me brindó una ancha sonrisa.

Jamás lo había visto.

—Hoy tenemos a un nuevo alumno, demosle la bienvenida.— Continuó enunciando él maestro y dio paso a aquel muchacho para que se presente ante la clase.

Se levantó y se dirigió al pié de la clase.

—Buenos días.— hizo una larga pausa notablemente nervioso —mi nombre es Jackson Wang.— su voz era linda y la manera en que se expresaba se podría deducir que era alguien muy animado, del mismo modo, emanaba un aire de confiabilidad. Sin duda alguna, era un chico atractivo.

Era un chico extraño: de cabellos castaños, alto y apuesto, y cuando sonreía se podía sentir una serenidad y empatia hacia él. Y por su apellido y nombre, podía descifrar que era extranjero y tal vez sería de intercambio.

Después del discurso de presentación se sentó nuevamente en su pupitre que por alguna razón se encontraba detrás de mí, ya que después de mi pupitre no se encontraba un pupitre anteriormente. El sonido de la campana anunció el descanso y rápidamente empecé a guardar mis cosas con cuidado. Sentí la presión de dos dedos tocando repentinamente mi hombro y ganando mi atención.

—Oh hola, tu eres Jackson ¿verdad?.— inquiri amablemente.

—Si...veras, soy nuevo y quisiera saber si me puedes ayudar con.... ya sabes, conocer el instituto y eso— sonrió brindándome por milésima vez una hermosa sonrisa.

—¡Oh, claro!. Mi nombre es Lía, Song Lía. Un gusto conocerte.

—Creo que eso fue lo que dijo el decano cuando me dijo que serías mi guía.— enuncio sonriendo mientras sobaba con su mano su nuca.

—Será un gusto ser tu guía.— Sonreí y colgué el bolso sobre mi hombro  —¿vamos?—inquiri concluyendo con la conversación que más adelante seguiriamos.

Este chico me caía bien, su manera de ser y forma de expresarse daban a notar su buena educación, y reflejaba en ello a una buena persona. Al parecer Jackson y yo seríamos buenos amigos, o eso me decía mi instinto sociable.

PUPPET  [ T#1 TERMINADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora