Cálido como el hogar

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(Ólafur Arnalds - For Now I am Winter ft. Arnór Dan)



<<¿Cuáles son mis opciones?>>, me pregunto mentalmente.

Caminar de vuelta no era una, aquello implicaba pasearme por la luz, ¿prepararme para golpear a quien fuese la amenaza hasta neutralizarlo? ¿y luego qué? ¿Correr por el mundo rogando encontrar una salida sin que algún animal mafioso me metiese una bala entre los ojos? Definitivamente la mejor opción era la última que me quedaba, modo lagartija, pegarme a la muralla sin emitir ni un ruido, con un poco de suerte no notarán mi presencia, siempre y cuando no prendiesen las luces del oscuro pasillo.

Y aquí estoy ahora, con el corazón en la boca apunto de un ataque, tengo tanto pánico que siento el pulso caliente en las orejas mientras intento pobremente controlar la respiración agitada. ¿Quién carajos me mandó a ser una pendeja metiche? Cierro los ojos rogando a Dios, nunca antes lo había hecho con tanta fe, nunca antes creí si quiera la completa existencia de Dios ¿ Por qué hacerlo? Por qué creer en un Dios que permite tanto dolor en el mundo, que deja morir niños, que deja naciones completas pasar hambre. En este punto donde mi vida ha tomado el peor giro que podría en vez de odiar a aquel supuesto Dios aquí estoy yo, implorándole clemencia.

La persona se oye cada vez más cerca ¿Cuánto medirá este estrecho corredor? Parece que bastante a menos que los nervios multipliquen la sensación de espera. Pasa veloz frente a mí, uno, dos, tres, cuatro... sus pasos siguen avanzando y yo estoy casi llorando de alivio porque no me ha descubierto, pero debo hacer algo pronto, entrará al cuarto y no me verá en él << Joder, joder, joder>> intento ver algo en el oscuro pasillo para saber hacia donde dirigirme <<Que te den Harry, donde coño estás cuando te necesito>>. De pronto sus pasos se detienen antes de alcanzar llegar a la luz. Oigo las pisadas devolviéndose, se había dado cuenta de que alguien más estaba en aquel lugar, había sentido mi presencia en esa boca de lobo. Entonces lo siento, su inconfundible aroma. Estaba a menos de medio metro de mí y sin pensármelo dos veces alargo la mano para tocarlo. Mis dedos rozan su brazo, el primer segundo se queda congelado sintiendo mi tacto, al segundo me ha hecho una especia de llave y mi mano derecha está doblada detrás de mi espalda, me muerdo la lengua para no gritar, vale, me lo había buscado.

Al tercer segundo su manos aflojan la fuerza con que me sostiene.

—¿Lepbinia? —Su voz sale tan tan suave que no estoy segura si realmente lo dijo, solo el cosquilleo en mi oreja me indica que sus palabras no son parte de mi imaginación.

—Juro que no intentaba huir —susurro de vuelta girando el rostro tanto como puedo para hablarle de frente—. Solo salí a dar un vistazo y luego me he asustado cuando oí a alguien. —Le digo la verdad, sé que se debate porque no está seguro de si miento o no, pero finalmente suelta mis manos de aquella extraña postura.

No me lo pienso dos veces, en cuanto me suelta lo abrazo y entierro el rostro en su pecho que está frío. 

—¿Dónde te habías metido? —cuestiono en voz muy baja dado que aún seguimos en el corredor. Huele a tierra y hojas secas, a lluvia y viento fresco.

—Tenía cosas que hacer —se limita a responder—. ¿Le quitaste las llaves a Louis? —Me toma el rostro para verme tanto como la oscuridad le permite, sigue sin creer mucho mi historia.

—Por supuesto que no —respondo frunciendo el ceño—, se quedó dormido y fui a ver si la puerta estaba abierta y...

—Ese hijo de puta, le dije que fuera cuidadoso —dice mirando a un costado con rapidez, de pronto unas gotitas de su cabello me llegan al rostro, alzo la mano para tocar y corroborarlo. Efectivamente parece que ha pasado por un chorro de agua, ha de estar lloviendo fuertísimo—. Es mejor que entres, es peligroso estar aquí —indica de pronto, sacudo mi cabeza confundida—. Sí, debes ir —repite malentendiendo mi gesto, creyendo que me negaba al hecho de volver a aquel galpón horroroso.

Por algún motivo evita mirarme demasiado tiempo a los ojos, me hace sentir incómoda y el deseo de que volviera se evapora con rapidez, me volteo para ir hacia la puerta sin previo aviso. Cuando estoy por salir a la luz me bajo la venda hasta no ver, su mano se posa en mi cintura para guiarme y yo no quiero que me toque, me he puesto nuevamente en plan << Soy una mujer fuerte e independiente que no necesita tu puñetera ayuda para llegar a la puerta sin partirse la cara contra el piso>>. Pero esta vez no estoy molesta por nada de lo que antes estuve, no me siento molesta por que me haya secuestrado, no siento rabia de que no me haya defendido de todos los matones, no estoy incómoda porque desconfíe de sus intenciones, estoy incómoda de que ponga distancia, porque por algún motivo evita mis ojos y eso me hace saber que algo no anda bien con él, conmigo. Sus manos se apoyan en la puerta sobre mi cabeza cargando todo su peso en ella.

—Lepbinia —dice mi nombre como si fuese una oración, casi tanto que me da un escalofrío. 

Una de sus manos me hace girar para quedar de frente y me baja la venda. Sus ojos están inyectados en sangre, dormidos, como si luchasen por mantenerse abiertos.

—¿Qué pasa? —pregunto con el pecho tan aprisionado que mi pregunta sale como un silbido muerto, como si mis pulmones expulsaran las ultimas reservas de oxígeno.

No hay ninguna respuesta, solo sus labios que me toman por sorpresa, hambrientos, brutales y siento el sabor, el sabor de la desesperación, como si la oscuridad del universo me tragase, se alimentase de la carne de cada uno de mis músculos hasta que no hubiese más que huesos fríos y vacíos. El corazón me pesa tanto que puedo sentirlo bajar hasta empujar mi estomago, la hierba, su aliento mezclado con la hierba, la marihuana, siento asco al punto de vomitar, pero no lo aparto, porque sé que lo necesita, sé que me necesita.

Tomo su cabello mojado mientras su cuerpo me presiona contra la puerta y mi cabeza es un mar de ideas y conexiones sin sentido. ¿Qué lo habrá puesto así? Sé que está tan drogado que los sentidos deben de confundirlo, debe ver aromas y oler sabores. 

De pronto sus lágrimas me llegan a la boca, se introduce el sabor salado en el beso y deseo que mi cuerpo se meta en el suyo para poder abrigar cada rincón con la calma que necesita, pero no puedo, no podría aunque anatómicamente fuese posible porque yo estoy rota y si bien puedo sentir la desesperación y el dolor, no sé como repararlo.

No se detiene hasta que le falta el aire, intento controlar mi agitada respiración mientras me arde la boca por la fuerza de sus labios, quiero echarme al suelo en cuclillas y llorar mientras me balanceo hacia delante y atrás pero me contengo, porque no ayudara a mi ya inestable espíritu.

Sus manos tiernas me vuelven a cubrir la vista y siento que deposita un beso más en mi frente, pero ni una palabra sale de sus labios, de los míos tampoco. Sé que no desea hablar y no pretendo presionarlo.

Él abre la puerta como si le doliese hacerlo y me da pequeños empujones con las yemas de los dedos para que entre, oigo removerse a Louis en su puesto y se que está despertando, oye mis pasos de alma perdida moviéndose en la habitación y se levanta hasta llegar a la puerta. Un tironeo brusco de ropa se oye antes de que Harry hable en voz grave y lenta.

—Te partiré la cara si está abierta de nuevo.

Como no veo nada, luego de caminar algo así como cuatro metros en fila recta me desplomo en el piso, apoyo la espalda en la fría piedra abriendo las manos para sentir las irregularidades del piso en las palmas. Olvido la presencia de alguien más, olvido el lugar que me rodea, olvido que hay gente que me ama, olvido mi nombre, olvido todo, solo esta mi existencia y un profundo agujero en mi abdomen que me deja expuesta al gélido soplar del cielo que ha creado mi mente, porque comprendo que no hay más nada, solo el frío glacial que envuelve todo y los pensamientos, porque la vida no es más que hielo e ideas.

Quizás la muerte es la mejor solución a mi miserable existencia.

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Este es un capitulo que me pone la piel un poco de gallina he de decirlo. No les daré una chachara larga como de costumbre, así que solo espero que les haya gustado y esperen que pronto vendrá el siguiente <3 besitos.

CautivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora