Un suspiro se me escapa de los labios mientras lo observo por primera vez con ojos repletos de saber, esta vez simplemente la empatía es mayor que cualquier cosa porque sé que no soy yo la única víctima en esta vida miserable.
Sé que él ha recibido peores cosas que yo.
—Se aprovechó de tu estado, para poder utilizarte —le indico con una mueca que pretende consolarlo cuando en realidad hablo en voz alta respondiendo a mis preguntas internas, pero no surge demasiado efecto, o eso creo a verlo asentir sin ganas, como si lo hiciera para no ignorarme por completo.
—He hecho cosas horrorosas Bini —me confiesa mirando directo a mis ojos, no es como si nunca me lo haya dicho antes, pero logro ver en lo profundo de sus ojos, en aquel recóndito lugar donde yace su alma, que mi burda inocencia no está preparada para saber de lo que ha sido capaz.
Lo veo arrancar una lágrima que pesa como el universo en su mejilla pálida mientras intento quitar de mi cabeza la imagen de Harry matando a ese hombre, su imagen matando quien sabe a cuantos más, y me estremezco del dolor porque comprendo que aún teniendo conocimiento al respecto, no pretendo alejarme de su lado.
—Y no estoy listo para que intentes apartarme —agrega apretando la mandíbula, tragándose el deseo de llorar desconsoladamente.
Puedo sentir la temperatura corporal elevándose, porque una corriente adrenalínica me toma sacudiéndome mientras intento pensar qué es aquello que sigue sin contarme, que lo hace creer intentaré apartarlo de mi lado, y nuestra conversación ha convertido el ambiente en una burbuja impenetrable que nos ha separado del mundo fuera de esta puerta muerta, de este cuarto avismal que me consume segundo a segundo.
Quiero preguntarle, qué es eso que me ha hecho tan terrible, pero no lo consigo pues el pánico a la verdad me hace dudar y ya no tengo tiempo de cuestionarlo, solo tengo un chico estupefacto al frente, tan sorprendido como yo ante el golpeteo tras la puerta. Ninguno lo ha previó, tan ensimismados en nuestra conversación que nada nos alertó sobre el intruso.
Deseo llorar, de rabia y de resignación, porque una vez más quedo hasta allí, con el cuello a medio torcer, sin saber toda la verdad, aceptando las migajas de información que él me entrega. Porque no paso por alto el hecho de que él solo se ha dado vueltas en su historia personal, sin contarme nuevamente que harán conmigo, por qué yo, más aún, entregándome la pista de que me ha hecho algo que no podría tolerar.
¿Me sorprende en realidad? Para nada, supe que no me lo diría desde un principio, y luego de escuchar todo sobre su hermana tampoco me hallo capaz de insistirle.
No corro por la venda, mucho menos me acerco a la barra de metal para que me espose; en lugar de ello, sigo allí echada sobre el piso con una expresión de angustia absurda y observo como los hombros caídos de Harry no se mueven de su lugar, no está dispuesto a moverse tampoco y lo veo sonreír con desgano ante lo absurdo de nuestro comportamiento.
—¡Eh! —la voz de Louis se oye del otro lado, en una especie de susurro, como si temiera que alguien que no fuesemos nosotros estuviera escuchando —¿están ahí?
Una sonrisa se me escapa ante lo estúpido de su comentario.
—Interrumpes una jornada de sexo salvaje —le contesta el chico frente a mí cerrando los ojos, mientras niega con su cabeza por la broma de mal gusto que hace —, así que espero tengas un buen motivo.
—El baño del ala norte está libre, pensé que la chica podría querer tomar una ducha de verdad —añade casual y yo siento tanto placer ante las palabras que un escalofrío me recorre el cuerpo.
—Louis, me casaría contigo —digo intentando unirme a su chachara simpática mientras una mirada acusatoria sale disparada desde el verde intenso de sus ojos.
—Parece que alguien no es bueno con el sexo salvaje —bromea Louis desde la puerta y yo me largo a reír ante un fastidiado Harry que se pone de pie para proseguir como debe —no olvides ponerle la venda.
Me causa gracia que siga teniendo tanto cuidado al respecto pero asumo que no le queda de otra, sus manos suaves trabajan para cubrirme la vista y me ayuda a ponerme en pie en cosa de segundos, pero debo sostenerme de su brazo cuando de pronto la cordinación de mis piernas a desaparecido y estoy segura que no hay músculos y huesos allí abajo, sino gelatina que me obliga a descender.
—¿Te encuentras bien? —pregunta con la voz ronca mientras siento que todo da vueltas, pero me recompongo y asiento en silencio para poder avanzar hacia la puerta.
Siento sus manos firmes tomarme, una por la espalda y la otra detrás de mis rodillas; me alza en vilo para cargarme hasta el baño que al parecer está a kilómetros porque tardamos muchísimo en llegar.
Vale, es obvio que intentan despistarme, como si yo fuera una rata de laboratorio a la que podrían manejar mentalmente a gusto, pero no lo discuto, en lugar de ello me acurruco escuchando el sonido de los pasos de ambos que caminan apresurados.
La boca del estómago me duele de sobremanera, estoy segura de que eventualmente vomitaré, aunque no tengo muy claro qué, me concentro en mi acompasada respiración hasta que oigo una puerta abrirse, seguramente la del baño donde podré asearme.
—Toca la puerta cuando estés lista —me explica Harry mientras me permite apoyar los pies en el piso, y lo siento depositar un tierno beso en mis labios segundos antes de que salga por la puerta.
Un olor a desinfectante me impacta en la nariz de la nada y tan rápido como puedo me quito la venda de los ojos para ver de una vez dónde me han traído. Y es casi cómico el contraste entre lo que he visto estas dos semanas y lo que observo en este momento mientras la pregunta infinitamente perturbante vuelve a aparecer en mi cabeza.
¿Dónde carajos estoy?
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Holaaa!!! Bueno, como verán más o menos una semana es lo que estoy tardando en subir por todo el ajetreo de la U, así que pueden volver cada fin de semana y de seguro algo nuevo encontrarán <3 Qué les ha parecido el capítulo? es cortito lo sé, es más que nada el cierre de todos los capítulos que relatan esta visión más amplia de la vida de Harry, y bueno, si creen que esto está llegando a lo más alto están re equivocados, porque esta historia recién está cuesta arriba muajaja sin más que agregar me despido! besitos <3
Como siempre agradezco sus votos y comentariosss
Love u!

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Cautiva
Novela JuvenilEl frío distrito universitario de Cambridge es el único hogar que Lepbinia Miller conoce, criada por dos padres preocupados, tres hermanos hermosos y una vida llena de amor, esta chica universitaria no sabe los múltiples caminos a los que la vida pu...