(Promise not to fall/ Human Touch)
No creo haber cerrado los ojos más de dos horas, de hecho he gastado casi la totalidad de mi tiempo en imaginar, en suponer la vida que Harry y yo pudimos tener en cualquier otra circunstancia. En imaginar los almuerzos de sábado, con nosotros probando el postre de mamá tomados de la mano mientras papá haría una broma terrible acerca de cómo mi pieza siempre tiende al desorden.O cómo diría a mis padres al salir de aquí que estoy enamorada de el mismo chico que me secuestro, no importa de cuantas formas distintas lo diga, ni cuanto intente explicarlo, en ninguno de esos escenarios el asunto termina bien.
Pero eso es otro cuento, lo importante es el escape.
Lo observo dormido en total tranquilidad entre mis brazos y quisiera que no despertara nunca, que jamás tuviésemos si quiera que intentar algo tan peligroso y absurdo como un escape.
Maldición, me duele el corazón de verlo, de amarlo como hago, de odiarlo y querer besarlo hasta que la boca se me desarme. No puedo evitar el llanto, mucho menos las lágrimas que se me resbalan repletas de impotencia, cuento los segundos porque sé que en cualquier momento Louis ha de aparecer. No quiero, no quiero, no quiero verlo entrar, no obstante, es una decisión que no está en mis manos. ¿Cómo la vida me ha arrastrado hasta este punto? Y no me refiero al secuestro, ni a las experiencias vividas en estos dos meses, hablo en particular de este momento, en el que hago la cuenta regresiva para iniciar la ejecución de un plan de escape que terminará en fracaso.
Siento a Harry moverse entre mis brazos y me planteo el ir lentamente separándome de él, pero en lugar de ello repaso las palabras de Louis una y otra vez en mi cabeza.
¿Estoy preparada para lo que viene?
De ninguna manera, pero da igual porque escucho a través de la puerta los pasos rápidos y seguros de Louis al acercarse.
Y así es como llega este momento, el momento en que debo cruzar el punte entre mis dos realidades, esta nueva que me ha envuelto y retorcido al punto de desear no dejarla junto a la antigua, llena de calma, de risas y sin él.
La puerta rechina con lentitud mientras Louis asoma su cabeza por la rendija y veo en sus ojos que espera yo lo despierte. Sabe cuanto lo odio, mi rostro refleja el desagrado de tener que lidiar con él, pero al mismo tiempo no puedo perder esa confianza profunda que de alguna manera he desarrollado, porque sé sus ideas son lo único seguro de todo esto.
—Dame dos minutos —susurro para no despertar a Harry, y él asiente mientras su mano cierra la puerta frente a él.
Respiro tan hondo que siento el dolor de los pulmones, el adormecimiento de la mano que yace apretujada entre nuestros cuerpos y me muerdo el labio para no llorar de lo que siento viendo su rostro tranquilo, no puedo dejar de repetir el odio que siento, pero tampoco puedo fingir que no me parte el corazón.
—Hey —llamo despacio rozando mi nariz con la suya —. Hey —repito en tanto que suelta un quejido junto a su cuerpo que empieza a moverse perezosamente —Louis ya está afuera.
El color verde de sus iris luce algo confundido, no entendiendo por qué mi rostro se encuentra tan cercano al suyo, así que aprovechando este momento de entumecimiento sigo con mi monólogo preparado.
—Harry —pronuncio su nombre mientras rozo mis labios con los suyos —, no hay forma de que me vaya sin ti—, sé que si no prosigo rápido se separará intentando dejar atrás mi solicitud, así que continúo—, no importa lo que digas, hoy no saldré de este lugar sola, así que necesito un punto de encuentro, de lo contrario no me dejarás opción que volver por ti.

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Cautiva
Teen FictionEl frío distrito universitario de Cambridge es el único hogar que Lepbinia Miller conoce, criada por dos padres preocupados, tres hermanos hermosos y una vida llena de amor, esta chica universitaria no sabe los múltiples caminos a los que la vida pu...