(Please Don't Say You Love Me/ GABRIELLE APLIN)
No necesito preguntarlo para saber que estoy por obtener nueva información, no estoy segura respecto a qué, no sé si se trata de cómo ha llegado a esto, de qué harán conmigo o hasta cuándo estaré aquí, pero sea lo que sea no es bueno.
Su mano se ha colado en mi cabello para sostener mi cabeza con firmeza en su dirección, sus ojos escrutan mi rostro, como si algo se le hubiese perdido.
Por mi mente se repite una y otra vez sus ojos decepcionados, que repentinamente han olvidado la acusación. Quiero decirle que tiene algún trastorno de personalidad, pero no lo hago porque su voz me interrumpe antes de empezar.
—Eres tan perfecta —siento el estómago contraerse ante su comentario, vale, yo soy bonita, no toda una modelo pero tengo lo mío, y a pesar de eso estoy lejos de lo que mucha gente entiende por perfección.
—Harry... —susurro para que no continue con sus palabras que solo me aturden.
No sigue hablando de hecho, simplemente se calla y con delicadeza me acerca a sus labios.
Lleno mis pulmones de aire porque no sé cuando los he vaciado, pero sus labios están a unos milímetros de los míos; siento su respiración irregular y veo sus ojos cerrados, intentando grabar el momento por completo, como si él quisiera que el pecho se le llenara de mi aliento.
Entonces la seguridad de que hay pésimas noticias me invade, puedo sentir en su tacto como si se estuviera despidiendo de mí y quiero soltar unas cuantas lágrimas sin ningún motivo en concreto. Es él, es todo lo que él hace conmigo, toma y sacude mi alma.
El instante en que sus labios tocan los míos un fuego arrollador me llena las entrañas, mis manos que se aferran en puños a él tiemblan como si tuviese hipotermia mientras su mano libre me aprieta por la espalda. Un adiós pesaroso se esconde en su lengua que busca la mía con lentitud, intentanto alargar el momento por siempre. Es preciso intentar explicar como mi cuerpo pierde el dominio, puedo visualizar en mi mente el modo en que me desintegro y floto alrededor de Harry siendo una especie de aureola que lo contiene. Siento cómo recorre cada milímetro de mi lengua, otorgandome la satisfactoria calidez de la suya. Me cuesta respirar al entender la intensidad absurda con que lo necesito.
Y no solo eso.
Comprendo que estoy totalmente perida, sin importar lo que él haya hecho volveré a sus brazos una y otra vez, porque no puedo visualizarme sin Harry.
Mis nudillos comienzar a doler por la fuerza del agarre, así que suelto su remera para deslizar mis dedos delgados en dirección a su cuello.
Nuestro encuentro anterior aún me pesa en la cabeza y no estoy segura de cómo vamos a terminar si no me separo de él, pero no me importa. Lo agarro de su cabello y tiro levemente de sus rizos mientras un gemido se me escapa entre sus labios. Quiero decirle una vez más que continue, que no se detenga.
—Lepbinia —susurra depositando besos en mi cuello, mi piel erizada le enseña como me tiene—, te amo.
Mis ojos se abren de golpe y mi primer impulso es separarme, <<¿Que me ama dice?>>, la cabeza me da vueltas y siento que me he hundido al menos un metro en la arena movediza donde he comenzado a sumergirme desde que llegué aca, pero solo vuelvo a buscar su boca con el estómago revuelto.
<<Eres débil>>, eso le había dicho yo, pero heme aquí, sin tener la fuerza de voluntad suficiente para apartarlo luego de aquella confesión.
Realmente deseo que no espere una respuesta de mi parte, porque no podría decir nada y al parecer él es consiente de ello porque no me presiona.
—Te amo desde muchos meses antes de que llegaras aquí —repite mirándome a los ojos esta vez.
Voy a vomitar de los nervios que siento.
<<Es momento de levantarte>>, me digo a mí misma observando sus ojos que me miran expectantes. Pongo una pierna en el suelo lista para salir, pero sus brazos me vuelven a sujetar con decisión, sus labios demandantes me besan de nuevo y no estoy segura si debo empujarlo para que no me toque o subirme a horcajadas para que no se escape.
¿Cómo puede siquiera decir que me ama?, <<Capullo>>, pienso mientras el corazón me salta emocionado, ¿emocionado?, sí, emocionado. Soy una imbécil, pero al menos sigo teniendo la claridad suficiente para no soltar palabras respecto a lo que siento sin estar segura.
Su frente se pega a la mía mientras cierra los ojos para acompasar su respiración.
—Adoro oir tus suspiros luego de besarnos —ok, quizás cerró los ojos para eso.
<<¿Por qué Dios? ¿Por qué tienes que dejar que hable así?>>, me pregunto infinitamente incómoda, deseando que se calle, pero a la vez queriendo besarlo nuevamente.
—Y bueno, ¿ahora sí?
Harry asiente abriendo sus ojos; sé que soy cortante, pero no puedo hacer más por él, al menos no me aparté luego de su declaración y eso es algo.
—Quizás quieres sentarte en otro lado, —me indica dejándome perpleja, él me estaba ofreciendo espacio —puede que no me quieras junto a ti.
Algo aturdida me pongo en pie, una pequeña parte de mí quiere creer que su oferta se relaciona con el hecho de no haber correspondido sus palabras, pero a quien engaño, hace referencia al hecho de que no querré estar cerca luego de su confesión.
Me siento en el suelo frente a él, como cuando papá me leía cuentos desde el sofá y yo lo observaba sentada en la alfombra de la sala de estar . Cruzo las piernas y con la espalda un poco encorvada comienzo a jugar con mis uñas nerviosa. <<¿Es necesario que nuevamente le pregunte?>>
—Mi hermana murió en Marzo del 2014...
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:( Este capítulo como que me da pena y a la vez me emociona montones, no se ustedes que opinan, jajaja En el fondo deseo que ella se enamore y esté segura de ello, pero no puedo culparla por dudar, Harry es un tema diferente, él está bastante seguro de lo que siente. Gracias como siempre por los comentarios <3
Ahora los dejo, para que voten y comenten (? anda yo se que no cuesta nada jajaja <3
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Cautiva
Teen FictionEl frío distrito universitario de Cambridge es el único hogar que Lepbinia Miller conoce, criada por dos padres preocupados, tres hermanos hermosos y una vida llena de amor, esta chica universitaria no sabe los múltiples caminos a los que la vida pu...