Reconstruyendo un pasado.
El trayecto parecía no menos que un sepulcro; silencioso, incierto, lleno de preguntas. Se mantuvo en un vaivén de sensaciones reviviendo los días del cautiverio; uno, dos, ¿quizá tres?, era incierto saberlo, y como una forma de manifestación solo recordaba el sonido del disparo.
Apretó fuerte sus ojos empuñando una de sus mano con la esperanza de que se la sensación y el recuerdo se disiparan un par de segundos. Eliot había colocado su mano sobre la suya con resguardo para que sintiera la protección que le quería hacer ver, incluso si no tenía el valor de verlo a los ojos-, pero como si su pensamiento hubiese sido mentira, Lennon levantó la mirada hasta los conmovidos grises.
—Me asusta... —susurró —esto todavía me asusta. —él hombre asintió sin evitar el ceño.
—Lo sé. Claro que lo sé... Lamento si estoy contribuyendo a tu temor... Por esta noche, solo puedo ofrecerte mi pecho si aún decides descansar en él.
No era difícil darse cuenta que más que ser modesto también cargaba cosas del pasado. ¿Entonces, también era egoísta por quererla antes de saberlo?. Sí, quizá sí. Pero nadie estaba seguro incluso de dar una respuesta.
El auto estacionó frente a la cabaña y Eliot bajó teniendo más cuidado de ella.
—Te ayudaré a bajar, no iré a ningún lado sin ti. —dijo delicadamente y se volteó a Dante que ya regresaba desde la puerta con las llaves en mano —Dante, tienes la orden para comenzar el reporte, me contactaré contigo y hablaremos de los detalles más tarde; por favor recuérdale a Kane que el caso quedará como involucración personal. Asumiré cualquier tipo de consecuencias en la que esté implicado. —suspiró —Simplemente no es un archivo común. Sé cuán discreto puedes ser pero no veo impedimento para que lo seas todavía más. ¿Entendido?
—Recibido; cuenta con eso y déjalo en mis manos.
—De acuerdo, puedes retirarte.
Y antes de ponerse en marcha, Dante lo determinó un poco más.
—Eliot, sé lo que todo esto puede implicar para ti y la investigación; incluso para ella. Llevar este caso en tus manos puede que te haya afectado más de lo que crees, sin embargo, no te vas a convertir en un mal hombre por eso; sea como haya sido este es el trabajo; perseguir criminales. Recuerda que salvaste una vida hoy. —sonríe con ironía entregando las llaves —Y, puede que una aromática te sentaría bien. Bueno, creería que dos. —miró a Lennon entre sus brazos y continuó—No te tiene miedo, solo está asustada porque un loco a quien conocía se disparó frente suyo. Y lamento si mis palabras te ofenden, pero no es nada más que un hecho real... Eres increíble Thompson, y por eso también me haces amar mi trabajo. Nos vemos luego. —la miró de nuevo hasta inclinarse un poco —Señorita... —y entró al auto para marcharse.
[...]
La tirilla del lado izquierdo de su vestido se deslizó dejando a la vista pequeños y continuos hematomas en su brazo; Lennon, la volvió a subir cuando la mirada de Eliot se posó exactamente en ese lugar, entonces, tragó duramente.
—Espero... que puedas sentirte cómoda aquí... Puedo conformarme con que sea solo un poco, al menos para cerciorarme de que no volverás a estar en peligro. ¿De acuerdo?
Lennon asintió.
El sonido del reloj pasó a ser secundario por el repique de los zapatos del hombre contra la madera. Eliot iba de un lado a otro sin saber actuar ni concretar una acción. ¿Qué buscaba exactamente? ¿Algodones, ropa limpia, pastillas y antibióticos?
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Cartas a un extraño
Romance¿Te gustaría escucharme? Es que, quiero compartir contigo una historia, una de esas de las que "no se tienen memoria", una donde extrañamente entiendes lo que digo solo porque a veces, y solo a veces, es inevitable que todo se dirija de atrás hacia...