«L»

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Ailén había intentado indagar un poco más sobre la vida de Miguel, porque sabía que antes de acercarse un poco más a él, debía conocerle mejor. 

Habló con David, el que creía que era uno de los pocos amigos del chico. David lo único que le dijo era que se olvidase de Miguel, porque no tenía novia, pero sí que estaba enamorado de alguien. 

Aquella era toda la información que Ailén necesitaba para poner en marcha su plan. 

Cuando uno de sus maestros anunció que debían hacer un trabajo en equipo, Ailén pidió ir con Miguel, y con Alex, los dos chicos eran inteligentes, y Ailén sabía que mataría a dos pájaros de un tiro, es decir, empezaría con su juego, y además, obtendría una buena nota por el trabajo, ¿qué podía fallar? 

Miguel, desde aquella noche un tanto extraña lo último que quería era quedar con Ailén, pero como no vio ninguna alternativa para hacer el trabajo, aceptó a regañadientes. 

Aquella tarde, habían quedado en la biblioteca. 

Cmo ha ido el dia? ✓✓

Vio que Esmeralda le había preguntado, le gustaba saber que habían vuelto a hablar, porque aquello le hacía olvidar que en clase, el ambiente había cambiado, y especialmente desde que Ailén estaba pululando por ahí. 

Miguel le contestó brevemente diciéndole que estaba en la biblioteca haciendo un trabajo con unos compañeros. Obvió que había Ailén, lo último que quería es que malpensara Esmeralda. 

Alex hacía rato que había llegado a la biblioteca, Ailén ya llevaba algunos minutos esperándole, para pasar el tiempo, había ido a por unos libros y había reservado uno de los ordenadores de la biblioteca. 
Cuando llegó Miguel, no pudo evitar sonreír, todo iba según lo previsto. 

Empezaron con el trabajo, buscaron bastante información antes de empezar con la redacción, y llegó un momento en el que Miguel se disculpó para ir hacia el baño. 
Entonces, Ailén vio la oportunidad perfecta. 

—Alex... ¿puedes ir a pedir este libro?—le preguntó y le dijo el nombre del libro que tenía que buscar, mientras vio que se dirigía hacia el mostrador. Ailén se dio cuenta de que tal y como había pensado, el ingenuo de Miguel había dejado su móvil sobre la mesa, y aún era más imbécil, porque no tenía puesta ninguna contraseña. 
Sonrió maliciosamente mientras que entraba a su Whatsapp. 

En unos segundos, comprendió de quién estaba "enamorado" Miguel. Pero supo que aquello no duraría mucho. Si todo había empezado con un mensaje como se rumoreaba..., también podía terminar con un mensaje. 

Esmeralda, debes saber que esto es un error, hablar contigo ya me es cansado y repetitivo, senti que me gustabas, que te quería, pero chica, no es así, lo sabías? En el fondo, nunca he sentido nada por ti, simplemente te usaba como un pasatiempo, siento haberte dado falsas esperanzas, todo lo bonito que te he dicho simplemente han sido ñoñerías. Deberías prestar mas atencion a quien le escribes, cariño, las apariencias engañan, y en este caso, creo q es mejor destapar la mentira, y esa es que NO TE QUIERO.

Las manos de Ailén temblaban mientras escribía el mensaje, pero aquello era lo que ella quería, destruir aquella amistad, bueno, aquel amor si así se le podía catalogar. 
Y vio que no era muy difícil. 
La niñata estúpida estaba en línea y vio el mensaje al instante. 

Q dices??? ✓✓

Q esta pasando??? ✓✓

Miguel, eres tu???✓✓

«Idiota» pensó Ailén mientras que no sabía que a muchos kilómetros de distancia, un corazón se rompía en mil pedazos. 

Vio que Miguel regresaba del lavabo así que se apresuró a eliminar todos los mensajes enviados, vio que Miguel volvía a tomar asiento, y le sonrió. 

Número equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora