RUGGERO
Si bien la relación con mis padres de pequeño no había sido normal, imagínense como es actualmente. Totalmente un desastre, uno que trato de sobrellevar, de mantener, solo porque Karol me lo pide.
Es injusto que ahora cuando ya crecí, cuando ya me hice hombre, es que ellos vengan a preocuparse por mi, ¡por favor!. No los necesito, he cuidado de mi y de mi hermana todo este tiempo, ellos no me hacen falta.
¡Y encima Miguel se atreve a decidir mi vida! Ser algo que no quiero ser. ¿La empresa familiar? A mí que me importa esa empresa, si es por esa misma razón que Karol y yo hemos sido la segunda prioridad de nuestros padres. Todo es el maldito negocio. Y digo la segunda prioridad por no decir la última. Tengo que controlarme solo por Karol, a veces he deseado largarme de aquí y huir a cualquier parte donde por fin sea libre, pero luego pienso en ella, mi pequeña hermana, mi vida, nunca la abandonaría y mis padres saben eso, usan a Karol, como imán para unirnos. Ella aún sueña con inocencia el hecho de que podamos ser la familia feliz que nunca fuimos.
Descansaba en mi cama cuando mi teléfono vibró, mis pensamientos sobre la reciente pelea con mis padres se esfumaron y mi atención se concentró en el nombre que aparecía en pantalla: Mercedes, la chica con la que estoy saliendo. Hablé con ella unos minutos sin saber que estaba siendo escuchado por mi señorita hermana, que a pesar de la confianza que tenemos, hoy se ha pasado de la linea, ¿preguntarme si tiro bien? ¡Por favor!, la respuesta es obvia pero ella es muy pequeña para andar pensando en esas cosas, ¿con quién podría tirar? No. Mejor no lo pienso porque estoy seguro que hay varios idiotas detrás de ella, imbéciles fingiendo ser sus amigos.
—No me muevo de aquí si no me llevas —exige la pequeña, hoy está desafiante.
—No te voy a llevar.
—Pues como ves que de aquí no me muevo.
¡Cielos! Es tan terca. Si fuera cualquier otra persona ya me hubiera irritado y ya la hubiese mandado bien lejos.
—Bien —digo rendido, como siempre ella obtiene lo que pide, no sé cómo logra doblegarme—. Ve a cambiarte —le digo, ella me muestra una sonrisa llena de satisfacción porque cedí a su petición. Entonces pienso que yo también tengo que satisfacer mi ego, cuando está por cruzar la puerta respondo a su anterior pregunta—: Por cierto, si lo hago bien.
Sonrío victorioso al darme la vuelta para seguir en lo mío, cuando escucho sus pasos. Ella no se ha ido, al contrario, regresa a mí. Mi rostro se contrae en confusión por tenerla tan repentinamente cerca.
—¿Ah sí? —pregunta juguetona con las cejas alzadas—. ¿Qué tan bien lo haces? —no puedo dejar de ver ni por un segundo el movimiento que hacen sus labios cuando habla.
—Demasiado bien o mejor dicho excelente.
—¿En serio? —pregunta incrédula—. No te creo. Mejor, ¿por qué no me lo demuestras? —sus palabras me sorprenden pero sé que solo está jugando.
—Como quieras —sonrío coqueto. Me estoy divirtiendo con esto, Karol no quiere perder pero yo tampoco.
—Bien, empecemos —¿qué piensa hacer? Es obvio que es ella quien va a perder este jueguito.
—Adelante —la incito a algo que se que no va hacer—. Quítate la ropa.
Sus ojos verdes se abren de par en par y sus mejillas se tornan de rosa mostrándome a una mujer tímida. Me causa ternura verla así pero ese efecto no dura mucho porque se arma de valor y con tal de no perder este juego, accede.
—De acuerdo.
¿Accede? Pero por supuesto que no, ella no va a quitarse la ropa, ¡es una locura!.
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Enamorada De Mi Hermano © #AES1
Fanfiction«Desearía que fuésemos aves para huir, pero no podríamos porque el viento al aletear apagaría nuestro fuego, la pasión de lo prohibido» ✓ EDMH, es el primer libro de la trilogía: Amar es sufrir. ✓El segundo libro está en mi perfil: CONTIGO HASTA LA...