39. Bajo la lluvia

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RUGGERO
Volver a Argentina después de tanto tiempo me es extraño pero a la vez agradable, me trae muchos recuerdos, aquí, paso todo por primera vez con, Karol. Tengo demasiadas anéctodas con, ella, tanto tristes como felices.

—Ve a verla— me comunica Xavi.

¿Acaso se nota que estoy pensando en ella?

—Me pregunto si sabe que hoy es la fecha que regreso.

Me intriga mucho saberlo.

—Pues claro, y más con la promesa que le hiciste.— responde Xavi.

Tomamos un taxi por separado. Me despido de Xavi y Brunella, quién me comunica que quiere verme más tarde, antes de que vea a Karol. No entiendo el porqué pero le digo que ahí estaré.

—¡Dulce hogar!

Me tiró en el sofá y no se por cuánto tiempo me quedo ahí dormido. El ladrido de un perro me levanta. Me levanto con un dolor de cuello espantoso, giro mi cuello variadas veces para que el dolor se me pase.

Luego de ordenar algunas cosas, y tomarme un café, me ducho.

Vaciló en llamar a Karol, talvez quiera verme y eso me afectaría ahora, ya que primero debo ir donde Brunella.

—¡Hola, mamá!— saludo con un beso en la mejilla.

—Hola cariño, pasa.

Cierro la puerta tras de ella y, me siento en el sillón como había sugerido anteriormente.

—Espérame aquí.— me dice Brunella, retirándose de la sala para volver segundos después, con una cajita en mano.

—¿Qué es eso?— me atrevo a preguntar.

—Se que vas a casarte con, Karol, y al hacerlo, unirás tu vida a la de ella, para siempre. Y es por eso, que quiero que le entregues este anillo de compromiso en nombre de tu padre y mío.— abre la cajita, dejándome ver un precioso aro de compromiso.

—¡Mamá! No puedo aceptarlo.— digo instantáneamente imaginando el significado que tendrá el aro para ella.

—A tu padre le hubiera gustado que tú y tu mujer lo usen, él era muy tradicional.

Sonrío tristemente, realmente me hubiera gustado conocerlo.

—Cuentame de él. ¿Cómo era?

A mi madre se le escapan algunas lágrimas, limpiándose responde:
—Cuanto te vi aquella vez en la oficina de, Miguel, me recordaste tanto a tu padre, tenía los ojos como miel al igual que tú, su cabello era rizado, como el tuyo, era alto, muy perfeccionista, muy educado, lo quería tanto.

—Mamá.— susurro levemente y la abrazo. —Estoy seguro de que mi padre también te amaba mucho.

—Sabes desde que se enteró que iba a ser padre, enloqueció de la felicidad, recuerdo que grito muy feliz un " Voy a ser papá" y me cargo dando vueltas conmigo. La gente a nuestro alrededor enternecida aplaudieron. Luego nos casamos por la iglesia, te digo que era muy tradicional,— mamá sonríe recordándolo —luego pasamos la espera pensando en ti, en tu futuro, imaginándonos las aventuras que vivirias con nosotros y claro pensando en tu nombre, propuso muchos nombres pero jamás el suyo hasta que supo que serías varón así que  se emociono y deseo que te llámese Ruggero al igual que él.

Un dolor se apega en mi garganta y las lágrimas ya están en mis ojos, abrazo a mi madre con fuerza y lloró en su pecho.

¿Por qué el destino nos jugo mal? ¿Por qué me separo de mis padres?
¿Por qué se llevó a mi padre sin que yo pudiera conocerlo y sin que él pudiera verme aunque sea recién nacido?

Enamorada De Mi Hermano © #AES1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora