10. No dejo de pensar en ti.

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RUGGERO

Varías notificaciones aparecieron en la pantalla de mi celular, entre ellas había varias llamadas perdidas de Mercedes. Mantuve el teléfono apagado mientras pasábamos la tarde en el parque de diversiones, fue una petición de mi hermana. Esto era de esperarse, es decir, las llamadas. Mercedes me estaba llamando y mi hermana dijo que con el sonido de mi móvil no podía distraerse pero tampoco quería que contestará porque según ella iba a tardar una eternidad y se iba a aburrir peor, entonces la rete, lo cual nos llevó a hacer nuevamente un trato, quedamos en que si ella se pintaba la cara, yo pulsaba "apagar" sin importarme las llamadas de mi novia, por supuesto la idea le gustó bastante y termino aceptando.

Sin embargo, ahora que ya no estamos en el parque y soy consiente que le debo una explicación a mi novia, debo llamarla.

—Hola amor, lo siento mucho de verdad, no pude contestar tenía el cel apagado. No te enojes —apenas coge la llamada empiezo a hablar para que no me asesine mediante esta conversación.

—¿Apagado? —¡Uy! Esto se va a poner feo—. ¿Y por qué rayos lo tenías apagado? Qué no sabes que...

—Si si, ya sé que puede ocurrir cualquier cosa importante, pero estaba con mi familia. ¿Entiendes no, amor? —ruego porque mi última palabra haya suavizado mi tono hacia con ella.

—No me vuelvas a interrumpir, Ruggero.

—Amor...

—No. Yo entiendo que estabas con tus padres pero podías haberme contestado un momento.

—Lo siento, lo haré la próxima vez. Estoy en falta contigo.

—Me tienes que recompensar.

—¿Estás sola ahora?

—Si, mis padres nunca están, lo sabes.

Es cierto, se podría decir que son como los míos, aunque ahora ya de están preocupando por nosotros, me refiero a mi padre, porque mamá siempre ha estado ahí, no muy pegada a nosotros pero sabíamos que estaba presente de alguna u otra forma, pero Miguel, ay mi papá y sus viajes son toda una historia. Volviendo al tema de los padres de Mercedes, me parece increíble que para el año de relación que tenemos hasta ahora solo conozca a su madre, es una señora muy gentil pero parece tener problemas no sé de qué tipo pero me los imagino. Ella luce cansada, dice que le agrado porque hago feliz a su hija y aquello me alegra, pero la felicidad de Mercedes no debería depender de mi. Sé que ella sola puede ser feliz. El padre de Mercedes es como el de nosotros, de lo poco que me ha contado puedo deducir que nunca les ha importado si madre ni ella. Es triste pero así parece. A Mercedes no le gusta hablar de su progenitor, siempre esquiva el tema y me doy cuenta pero no insisto más.

—Bueno entonces voy para allá en un momento... dale, un beso te quiero.

Corto la llamada y me dirijo a mi armario para ver qué me pongo, una camisa manga tres cuartos color azul y un pantalón plomo son mi atuendo.
Me perfumo antes de bajar las escaleras con mi celular en el bolsillo delantero de mi pantalón y las llaves de mi auto en la mano.

¿Qué? Si estuviera a mitad de la escaleras me caía, pero me encuentro pisando en último peldaño cuando me paralizó encontrarme al imbécil ese en mi casa y con Karol.

¡Ahh! Que coraje más bravo el que me dio. Ese tipo siempre tiene que estar cerca de mi hermana, no puedo contener mi odio hacia él.

Karol como siempre tratando de defenderlo, ya le he dicho que ese idiota solo la quiere para una noche, pero no, esa chica no entiende o no quiere entender. Ah pero que salga embarazada mato a ese infeliz y a ella también por no hacerme caso. ¿Embarazada? Eso sería terrible. No es que tener un bebé sea malo pero, no me agrada la idea de que mi hermanita tenga un hijo de ese imbécil.

Enamorada De Mi Hermano © #AES1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora