34. Llegó El Momento De La Verdad.

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KAROL

"Papá, mamá, tenemos que hablar" Esas fueron las palabras de Ruggero hacia nuestros progenitores, no faltaba mucho para que se supiera la verdad. Estoy demasiado nerviosa por eso, sé qué decir la verdad siempre es lo correcto pero, ¿será este un buen momento?

—¿En realidad esto es sumamente importante, Ruggero? —cuestionó papá. Mi madre y él están muy molestos porque Ruggero, postergó su operación.

—Si papá, en verdad es muy importante, sabes que nada esta dicho y que tal vez muera después de la operación es por eso que...

—¡¿Por qué dices eso Ruggero?! —se alteró mi pobre madre.

—Es la verdad, mamá —respondió él de lo más tranquilo.

Mi madre y él discuten un post de cosas, hasta que comprende.
A los segundos sus ojos buscan los míos y en su mirada nerviosa me pregunta si ya es la hora, si estoy lista para enfrentar y atenerme a las consecuencias de mis actos.

Asentí.

Me siento junto a él a un lado de la cama, pongo mi mano sobre la suya dándole mi aprobación de continuar.

Él prosigue: —No sé como decírselos, tampoco sé cómo es que ustedes van a reaccionar, pero ya es momento de que lo sepan —mis padres se miran entre ellos sin entender lo que Ruggero está por decir—. Hace mucho tiempo que he deseado que este momento llegara y ahora que estoy a cinco segundos de decirles la verdad tengo miedo.

—Ya dinos que pasa Ruggero —papá está un poco impaciente.

—Quiero que sepan que los amo mucho no importa que haya actuado con rebeldía, en verdad los amo, sus hijos los aman mucho —me mira y sonríe, le devuelvo el gesto tratando de darle fuerzas.

—Ya dinos que pasa cariño, nos estás asustando —mamá es la más preocupada de todo esto.

—Perdonen, sin los nervios que buscan ganar tiempo. La cuestión es que desde hace un tiempo, Karol y yo pasa sus manos sobre su cabello y tira de ellos levemente, señal de frustración—. Yo, me enamoré de mi hermana.

—Y yo...

—Cállate Karol —grita mi padre.

El miedo me invade, pero ellos no dicen nada más, pienso que solo necesitan pensar.

Una parte de mí está feliz porque al fin dejaremos de escondernos, de estar ocultando nuestro amor, podremos besarnos en público, dejar de mentir para salir, pero también está la otra parte de mí que teme a los ¿qué dirán? ¿Qué pasa si nuestros amigos y familiares nos juzgan y rechazan? ¿Qué hay si nuestros padres nos separan?

Miro a mis padres para ver sus reacciones, sin embargo sus rostros no tienen ninguna emoción que pueda descifrar. Mamá abre la boca para decir algo, pero no lo hace, las lágrimas se aproximan a sus ojos y eso me pone mal. Por otra parte, Miguel, nuestro padre está tenso, parece molesto, estoy tan nerviosa que no se si fue imaginación mía pero cuando él miró a mi madre le susurró un "te lo dije".

Su silencio me pone más nerviosa.
No quiero decepcionarlos.

¡Digan algo! Estoy muriendo de desesperación por saber lo que piensan.

—Papá...

—Silencio, Ruggero. No quiero que hables y si lo vas a hacer que sea para que te retractes —¡Oh no!

—No puedo retractarme, padre. La amo con todo mi corazón, no voy a mentirme —responde a la vez que lágrimas correo  por sus mejillas, le duele tanto que no acepten nuestro amor.

Enamorada De Mi Hermano © #AES1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora