Capítulo 5

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Me desperté por la luz que penetraba a través de las cortinas, por lo que decidí darme la vuelta y seguir durmiendo. Anoche estuve hasta las cuatro de la mañana dándole indicaciones a Jhon Parkinson, mi secretario, y dejando todo preparado para irme la mañana siguiente a Hogwarts.

- Ama _____ si no despierta ya no podrá coger el expreso a Hogwarts.-Dijo la voz aguda de un elfo.

Me dispuse a darme la vuelta para continuar durmiendo cuando me di cuenta. Me levanté lo más rápido que pude sin siquiera mirar al elfo y entré al vestidor, de dónde saqué una camiseta de tirantes gris con encaje en el pecho, una falda de licra hasta los tobillos negra, una chaqueta verde militar y mis botas de cordones burdeos. Me lo puse todo y me agradecí mentalmente mi manía de ducharme siempre antes de dormir porque si tuviese que hacerlo en este momento no llegaría a tiempo.
Cuando salí del vestidor me encontré con el elfo que me había despertado todavía de pie al lado de mi cama, con la única diferencia de que esta ya estaba hecha.

-¿Que hora es?- Le pregunté al elfo.

-Son las nueve ama _____, falta una hora para que salga el expreso a Hogwarts. - Dijo asustado.

-Tú eres el elfo de los Malfoy ¿Me equivoco?

- Sí ama, aunque ahora soy de tu propiedad. El amo Malfoy me dijo que no volviese hasta que me lo mande la ama Black.-Dijo todavía sin mirarme.

-Primero, no me llames ama, no eres un objeto, no puedes ser propiedad de alguien. Segundo, baja a las cocinas y pídele a algún elfo que me prepare el desayuno y a cualquier otro que te explique cómo son las normas y funcionamiento de esta casa.

El elfo me miró por fin a los ojos y pude ver claramente lo desconcertado que se veía.

-Dobby lamenta no entender lo que la señora Black dice.

En ese momento apareció Kreacher.

-Señora _____ ¿se le ofrece algo?-Preguntó Kreacher al ver que Dobby parecía estar en shock.

-¿Puedes pedir que preparen mi desayuno?
Kreacher asintió.

-Que sea lo de siempre y por favor aseguraré de que no le pongan azúcar al café.
Tras estas palabras Kreacher desapareció dejándome sola con Dobby que seguía sin moverse.

-Puedes llamarme _______, y lo que quiero decir es que en mi casa no se trata a los elfos domésticos de la forma a la que estás acostumbrado. Me encantaría explicártelo yo misma, pero estoy apurada de tiempo y no puedo entretenerme.-Dije mientras buscaba alguna prenda. Encima de mi tocador vi un pañuelo de seda, y lamentándome de no tener algo más adecuado a mano se lo di.

-Esto es para ti. Normalmente tengo algún traje de elfo para los nuevos, pero esta vez no me da tiempo. Tendrás que conformarte con este pañuelo.-Dije mientras salía de mi habitación rumbo al comedor.

Dobby al darse cuenta de lo que sucedía comenzó a seguirme.

-¿Quiere decir que Dobby es libre?-Preguntó sorprendido y feliz.

-Claro, todos los elfos de esta casa lo son, aunque se han negado a marcharse pueden hacerlo cuando quieran, al igual que tú. Puedes seguir trabajando aquí, por lo que recibirás un sueldo, o si prefieres irte y vivir por tu cuenta puedes hacerlo. Las puertas de esta casa siempre estarán abiertas para ti.-Dije con una sonrisa.

-Dobby no sabe que hacer...-Dijo con lágrimas en sus enormes ojos.

-No te preocupes. Puedes quedarte unas semanas aquí, ver cómo funciona la casa y disfrutar de tu libertad. Cuando tengas tu decisión me la dices.

¿volver a amar? (Severus Snape y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora